He mentido no la he matado, no merece morir todavía, necesito que siga sufriendo en la oscuridad y el silencio de su celda. Al menos por el momento.

Vuelvo a casa con tanta información que mi cabeza parece explotar. Subo a mi despacho y me sirvo un whisky con hielo.

Cojo el teléfono y hago varias llamadas, tengo que ponerlo todo en orden. Después hablare con Emily y le contaré todo.

No se cómo se lo va a tomar y si saber toda la verdad no le hara sufrir más de lo que ya le ha tocado sufrir en esta vida.

Pero no puedo protegerla siempre de todo, aunque es lo que yo más desee. Si le sigo ocultando cosas se abrirá una brecha entre nosotros y no es eso lo que quiero y menos lo que deseo que suceda.

...

Acabo de volver del consultorio, a veces me preguntó si es necesario tener uno abierto todo el día, ellos se curan tan rápido de sus heridas y en la mayoría de los casos antes de ser atendidos ya no precisan ninguno de nuestros cuidados.

Pero en caso de ataque como el último si que es nece