Albus Volman, presidente de la editorial del mismo apellido y que había levantado con el sudor de su frente no daba crédito a lo que llegaba a sus oídos. Cada palabra que escuchaba provenientes de esas mujeres en la grabación hacían que su seño se frunciera cada vez más fuerte y su atractivo y maduro rostro se desfigurara en una desagradable mueca de asco.
Al terminar solo pudo alzar la cabeza y mirar a la mujer delante de él sin saber que decir exactamente. Simplemente…-¿Estás bien?- no era como si supiera tratar con estos temas.Scarlet alzó una ceja y cruzó los brazos por encima de su pecho. No estaba precisamente del mejor humor. Le había ocurrido aquello en la noche, Eagle no le respondía, estaba este tema, no, no estaba bien pero no le gustaba que las demás personas supieran sobre su vida privada.-Quizás si no hubiera llamado a la persona que trabaja para mi estuviera en una situación completamente diferente- ella soltó.Albis hizo memoria.-Oh, sí, ese jovScarlet ese día llegó temprano a la casa. Ya sabía la forma en que Eagle actuaba. Si lo llamaba en caso que hubiera ido a trabajar, se escaparía para evitarla. Y para garantizar que eso no ocurriera volvió con dos horas de adelanto y ni siquiera lo llamó. Esperaba sorprenderlo y para su alivio así fue porque el joven estaba sentado en la mesa escribiendo cómodamente, mientras Rufus a sus pies jugaba con su peluche que estaba rompiendo.En cuanto la sintió salió corriendo en su dirección y se puso en dos patas contra ella. Como estaba acostumbrada al enorme peso del perro se acomodó para recibir un lametazo en la cara y le sobó la cabeza.-Viniste- ella lo miró.-Hola- Eagle se levantó pero evitaba mirarla directamente a su rostro.-Hablemos- dijo ella cerrando con llave y dejando su bolso sobre el sofá. En su mano tenía una pequeña caja con donas que había comprado. Le gustaban mucho tanto a ella como a Rufus. Esperaba que a Eagle también porque lo notaba bien tenso.
Eagle estaba nervioso. Apenas había podido dormir debido a que ese día conocería a su ídolo. Había pensado en que podría preguntarle, en cómo debía actuar pero al final su mente estaba en blanco y aunque Scarlet le había dicho que no se rompiera la cabeza, él no podía evitarlo.-Eag… Eagle…Eagle- la voz de Daniel lo sacó de sus pensamientos- Oye, ahora no estás estresado sino en las nubes ¿Mañana que será?- le dijo este palmeando su hombro mientras se burlaba de su amigo.-Solo estoy nervioso, nada más- dijo sinceramente.-Oigan lo vieron- uno de los chicos entró en el aula con una revista y gritaba emocionado.-Ahora que pasó- Daniel se frotó el cabello- Como mínimo nos tienen que dar el título universitario hoy para que te pongas así--No, no- este subió hasta donde estaban ellos y tres personas más los rodearon mientras ponía la revista en el centro- Miren quien acaba de recibir la mayor votación en cuanto a reconocimiento se refiere. Dicen que es la persona que má
Cuando Scarlet detuvo el auto lo hizo delante de una pizzería, una muy grande y espaciosa donde había diferentes mesa con sombrillas y pocas personas. La temperatura ya era fresca anunciando que comenzaría la temporada de calor pero aún así las personas disfrutaban más estar en el interior, pero no para quien estaba sentado con un libro en la mano y en cuando notó el auto se levantó agitando las manos .Eagle lo reconoció al momento. Ese rostro, esa sonrisa, ese cabello negro rizado y sin dominio que lo hacía parecer un niño travieso. Definitivamente, ese era la mente maestra detrás de los libros que podían hacer que estuviera días solo leyendo. Lowen Misar, uno de los escritores con más éxitos de los últimos tiempos. Y no podía esperar a hablar con él .Scarlet notó su emoción y sonrió deteniendo el auto .- Puedes ir a saludarlo primero, sabe que vienes conmigo mientras parqueo el auto - le dijo ella quitando el seguro de la puerta.Eagle no lo pensó dos veces y salió
-¿Lo pasaste bien?- Scarlet le preguntó a Eagle ya de camino de regreso.Estaba cayendo la tarde y el cielo había tomado hermosos tonos naranjas y rosados. La vista era admirable, pero Eagle no estaba pendiente a eso.-Scarlet, si todavía estás dispuesta a ser mi editora ¿puedo tomar tu propuesta?-Por un momento ella pensó que perdería el control del auto pero mantuvo la compostura y lo miró rápidamente pars después dirigir su atención a la carretera.-¿Vas a aceptar por fin--Sí. Hablé con Lowen y él me convenció. Creo que será una forma de ayudarme a mí mismo-Scarlet alzó los bordes de sus labios. Sabía que podía contar con Lowen.-En ese caso dime cuando quieres empezar, mientras antes mejor, tengo otros manuscritos que tratar pero ninguno tan interesante como el tuyo-Eagle se quedó pensativo.-La verdad es que ese no está terminado--Te puedo ayudar con eso, me dijiste que tenías otros, podemos usarlos para crear una historia coherente y at
A pesar de su enfermedad y de sus fuertes impulsos Eagle no era un hombre que hubiera tomado a alguna mujer en contra de su voluntad. No, eso nunca. Era lo que le decían en estos tiempos un caballero con la mujer que fuera, y aunque después la tuviera babeando y jadeando en la cama cubierta de fluidos y agotada por una excelente sesión de sexo nunca hacía nada que ellas no quisieran.Y esta no sería la primera vez.Por lo que pudo tomar control de si mismo segundos antes de que sus labios tocaran los de Scarlet. Y aunque cada fibra de su cuerpo le decía, le pedía, le rogaba que devorara esa boca, su cerebro era ahora el que mandaba, por lo que se mordió los labios y con un rápido movimiento se levantó de la cama y le dio la espalda.-Por favor… antes que sea demasiado tarde-Scarlet se incorporó lentamente en la cama aun conmocionada por lo recién. Aun podía sentir el aliento caliente de Eagle sobre sus labios y la leve sensación de haberlos rozado pero se había de
Ventajas de tener a una jefa con dinero, es que además de un buen salario, una buena merienda y cena, la posibilidad de conocer personas famosas y de poder ir a lugares caros como en el que estaba en ese momento, sin tener que invertir un centavo. Eagle no podía esconder la enorme sonrisa de su rostro.A su lado Scarlet se sintió extrañamente contenta por la felicidad de otra persona. Eagle era alguien que sonreía normalmente, pero la expresión de su rostro era muy parecida a la que tuvo cuando conoció a Lowen.Scarlet se puso los lentes y acomodó su bolsa en el brazo. Eagle llevaba otra con el almuerzo, las toallas y las cosas de Rufus. Porque si, el perro los había acompañado. Y estaba como loco tirando de la correa para irse a correr por la playa.-Directora, nuestros puestos están allá- su secretaria se acercó a Scarlet y le indicó una zona sin tantas personas y donde había varias sombrillas y tumbonas debajo.Los tres se dirigieron allí y dejaron las cosas sob
Definitivamente era el cielo, pero a la vez era un arma de doble filo. Las manos suaves y frías por la crema de Scarlet eran como una lucha interna entre su mente y su cuerpo. Y al parecer a ella se le había olvidado la reacción que ella provocaba en su cuerpo, porque sobaba cada uno de sus músculos mientras le aplicaba el protector solar.No se quejaba, iría al infierno si lo hiciera, pero lo que estaba dentro de su short como que tenía vida propia, y dios, estaban en plena playa. No podía ir caminando de aquí para allá con una erección y no ser tachado de pervertido u otra cosa peor. No podía pasar esa vergüenza delante de la mujer.-Creo que ya…- dijo intentando levantarse antes de que fuera demasiado tarde pero las manos de la mujer lo agarraron de los hombros y tiraron hacia abajo impidiéndole levantarse.-Aun te falta, quédate quieto, qué harás si se pone peor- le dijo ella y Eagle no tuvo más alternativa que hacerle caso y quedarse quieto. Pero en consecuencia tuvo q
Para Eagle hubiera sido más fácil si simplemente todo fuera parte de una de sus fantasías sexuales donde la mujer que le gustaba estaba en el baño, la misma que le había provocado una erección y que ahora dispuesta a hacerlo llegar al orgasmo. Pero no, la realidad siempre superaba la imaginación y si, Scarlet estaba allí dentro, en aquel pequeño cubículo, junto a él.Aún la tenía agarrada de la muñeca agarrada con algo de fuerza contra la pared, como si su cabeza pensara que ella se escaparía a última hora. Aunque su cuerpo grande la había llevado contra la pared contraria a la puerta para evitar cualquier contratiempo.-¿Está segura de esto?- la voz de Eagle era grave pero en cambio sus ojos la hicieron temblar ligeramente y él lo notó. Su pulgar acarició con un movimiento suave y estimulante las venas en la mu&nti