-Y bien, qué favor deseas. Te aviso que te voy a cobrar caro-
Scarlet alzó una ceja.
-Acaso no dijo que estaríamos a mano. Gracias a cierta persona aquí su relación con su hijo no se fue a pique, porque Eagle estaba realmente dolido por su última visita- recalcó cada una de sus palabras la mujer.
Sally apretó sus puños.
-Estás jugando con fuego niña, puedes quemarte.
-Si es por Eagle me he dado cuenta que no me duele. Entonces, me va ayudar o no, para buscar otra alternativa.
Sally entrecerró los ojos.
-Veamos primero que quieres…
***
Minutos más tarde Scarlet subía la escalera rápido sintiendo aun como el agua corría por las cañerías. La construcción como la mayoría de las del pueblo eran viejas, incluso el techo era de teja y vigas de madera, hermosas, pero si antiguas por lo que prácticamente todo era audible. Definitivamente si tenía sexo con Eagle en esa casa la madre se enteraría de lo primero a lo último que hicieran. Y la
Scarlet había nacido en el lujo. Sus padres tenían bastante dinero como para derrochar dado sus muy bien remunerados trabajos por lo que hubo tareas cotidianas que nunca había tenido la oportunidad de hacer. Una de ellas era tan simple como montar motocicletas. Le encantaban, el olor de la gasolina, los cuerpos robustos vibrantes, el sonido característico, si, le gustaba todo de ellas así como el olor de los libros acabados de comprar y sacar del nylon. Pero su madre había sido muy sobreprotectora y cuando tuvo la edad suficiente de hacer lo que le vino en gana ya tenía más trabajo que tiempo. Así que, literal, esa era la primera vez que montaba una motocicleta.Y Eagle no se lo podía creer cuando se lo mencionó. Más bien, su rostro estaba conmocionado al escucharlo, porque entre ambos estaban teniendo sus primeras veces a pesar de sus edades.La primera vez que ella se comprometía, que dejaba que un hombre se quedara casi a vivir en su casa, que paseaba en m
Eagle se sorprendió ante las personas que encontró sentados en el sofá de su casa al entrar por la puerta. Su cuerpo se tensó en respuesta y su ceño se frunció. Después de todo no estaba en buenos términos con los padres de Aria, y ahora mismo, tampoco con ella.-Oh, ya llegaron- escuchó a Scarlet a su espalda exclamar. Ella estaba soltando a Rufus de la correa que entró sacudiéndose.Él la miró por encima del hombro.-¿Tú los mandaste a buscar?-Ella se enderezó y le sonrió calmadamente.-Sí, yo lo hice. Tengo algunas cosas que dejar claras antes de que nos vayamos y que haya más problemas- le pasó por al lado- Buenas tardes- ella saludó a los visitantes.Un hombre de mediana edad, junto a su esposa, simplemente la miraron y no respondieron el saludo. A su lado su hija, Aria estaba con la cabeza cabizbaja, pareciendo una oveja asustada. Muy lejos de la realidad porque más bien era una maldita loba en piel de cordero.-Vaya educación- murmur
Scarlet bajó la escalera en dirección a la cocina a la sala. Sally se encontraba pasando de canal en canal sin muchas ganas de quedarse viendo algo fijo. Parecía metida en sus pensamientos. Se acercó y se dejó caer al lado de ella. A pesar de que su encuentro inicial con su suegra no había sido el mejor dado que su relación con Eagle era bastante tensa, ella estaba decidida a que las cosas funcionaran como familia, sobre todo porque el interesaba que Eagle fuera feliz.-¿Se quedó dormido?- Sally le preguntó una vez dejó el mando a un lado después de dejar en la pantalla un documental de perros casi sin audio.-Estaba agotado- Scarlet le respondió tranquilamente- Rufus lo está cuidando- recordó la imagen del perro recostando su cabeza sobre la espalda de un cuerpo dormido boca debajo de Eagle. Ambos se veían bien juntos.-¿Tu amas a mi hijo?- la pregunta de la madre fue directa e hizo que Scarlet la mirara.-A esta altura es necesario preguntar- el
La cabeza lo estaba matando. Eagle sentía que se le quería rajar en dos del dolor. Demonios qué había pasado. A su alrededor había un suave aroma florar y debajo de él estaba mullido y muy suave. Cualquier diría que estaría en el paraíso sino fuera porque sus manos estaban duramente amarradas a su espalda de manera dolorosa, al igual que sus pies descalzos.Vaya. Él había probado muchas cosas pero no era precisamente amando al sexo sado maso, y mucho menos a estar amarrado. Así que eso era una novedad completa para él. Intentó abrir los ojos pero solo se mantuvo la oscuridad delante de él. Y no era porque la habitación donde estaba estuviera apagada. Es que el habían vendado los ojos.Eagle se tensó.Aquel pueblo, donde había vivido por años se caracterizaba por ser bastante tranquilo, tanto que aburría. Nunca había un suceso extraño, ni un robo, ni un asesinato. AL final era un pueblo pequeño de personas humildes. Entonces no entendía como era que había term
Eagle sintió algo frío rozar sus labios y se sorprendió corriéndose hacia atrás.-Abre la boca, necesitas comer- aquella voz sonó autoritarias, más él no le hizo caso.Bufó por lo bajo e hizo una mueca.-Acaso me vez la cara de imbécil- casi gruñó- De seguro hay droga en esa comida-Hubo unos segundos de silencio. Lo que más le molestaba a Eagle no era sus manos y pies amarrados. Era que sus ojos seguían vendados por lo que sus sentidos estaban bastante desorientados. No podía saber si era de día o de noche, y lo que más le incomodaba. ¿Dónde estaba?-No necesito darte droga en la comida- la mano de su confinador acarició sus mejillas. Eagle huyó del tacto- Solo necesito tocar un poco tu cuerpo y podrá satisfacerme. Poco a poco me amarás y te aferrarás a mi tanto que no podrás
Rufus podía comportarse como un perro indisciplinado simplemente porque era los suficientemente inteligente para hacerlo. Entendía la repercusión de sus actos y los hacía a conciencia. Pero a pesar de que a veces el entrenamiento recibido parecía por gusto él había resaltado sobre todo en una de las tantas tareas a realizar.Y esa era la búsqueda de objetos.Su nariz era bastante potente, por lo que encontrar lo que buscaba a partir de un rastro no era nada complicado para él. Y eso lo sabía Scarlet. Por eso la orden de Busca era prioritaria para hacerle entrar en modo buscador. Y así Rufus comenzó a olfatear en el ambiente.Pronto se encontró corriendo en dirección a las cuatro personas que estaban en el portal y olió la mano de Sally para sentarse al lado de ella. Scarlet lo siguió pero no se detuvo ahí.-Rufus, sigue buscando- le dijo.
Scarlet abrazaba a Eagle entre sus brazos, besando su sien, su mejilla, sus labios. No había pasado mucho tiempo entre lo que dejaron de verse y ahora, pero fue lo suficiente para que ella supiera cuán importante era él en su vida.-Eagle, Eagle- lágrimas traicioneras escaparon de sus ojos mientras se aferraba con fuerza hacia él.Rufus del otro lado recostó la cabeza sobre el muslo de Eagle y movía su cola entusiasmado por volver a estar junto a su amigo humano preferido. Lo había extrañado. Notó que este intentaba mover sus brazos y no podía. Levantó la cabeza, ansioso encontrando algo extraño y que no olía bien alrededor de sus muñecas y comenzó a quitarlo con sus dientes.-Ugh- gimió Eagle ante el intento de Rufus de desatar las correas de sus muñecas.Scarlet lo notó y miró por encima del hombro de él.-Espera- y ella se unió a la tarea de ayudar a su perro a quitar las sogas que magullaban su piel incluso rompiéndose una uña en el proceso. N
Eagle estaba sentado en el auto notando que su novia estaba de muy buen humor. Y él también, después de todo le habían dado la mejor noticia del mundo. Se convertiría en un autor vendido por una editorial y ganaría dinero por ello. Acaso podía quejarse, para nada. Una sonrisa también iluminaba su rostro.Su mano se desplazó y apretó el muslo de Scarlet quien manejaba hasta que el auto se tambaleó.-Eagle- ella le protestó retomando el control- ¿Quieres matarnos?Eagle no retiró la mano de donde la tenía.-Lo siento, no quería asustarte- él sonrió inocentemente cuando ambos sintieron un gemido detrás de ellos.Rufus los miraba con los ojos muy abiertos y tieso en el asiento. Alguien había recibido un buen susto por el agitado movimiento. Eagle se rio y dejando el muslo de la mujer estiró la mano hacia atrás y le acarició la cabeza.-Tranquilo chico, todo está bien- por suerte Rufus era un perro acostumbrado ya a Eagle y le tenía confianza por