Narrador: Robert Landon, iba con preocupación al área de terapia intensiva, se preocupaba por saber cómo iban las cosas, pues estaba preocupado por Thomas. Cuando estaba por llegar vio a Rafaela, y quedó impactado por su belleza. Se notaba los rasgos latinos, no podría decir de qué país era pero sí saber que a Estados Unidos ella no pertenecía. Sintió lo que nunca antes, pero prefirió ignorarlo, él era un hombre mujeriego, pues nunca se ha comprometido y le encantaba admirar la belleza de las mujeres y si ellas lo permitían pues no solo las miraba si no que las llevaba al cielo. Así era Robert aprovechando su rostro con mandíbula cuadrada porte atlético, ya que en la mañana sin falta tenía su hora de entrenamiento físico, las mujeres solteras nunca se le resistían, y a las casadas solía hacerles dudar de su matrimonio. Su mirada galante, pacífica, sonrisa accesible hacía que el género opuesto siempre lo regresara a mirar. Pero hoy él se quedó mi
Narrador Después de recibir la llamada de Emily sobre el estado crítico de su hijo Thomas, Timothy y Elizabeth Carson,decidieron interrumpir su crucero y regresar a casa lo antes posible. Axel,se ofreció a recogerlos en el aeropuerto. Mientras esperaba su llegada, su corazón estaba lleno de ansiedad y compasión por la pareja de ancianos que pronto enfrentarían la dura realidad del estado de salud de su hijo y la de su nuera con su futuro nieto envueltos en un embarazo de alto riesgo. Finalmente, el avión aterrizó y Axel vio a Timothy y Elizabeth salir de la puerta de llegadas. Sus rostros reflejaban la angustia se veían agotados.Tenían los ojos inundados de lágrimas, y su paso era lento emanando un aire de nostalgia. Axel se acercó a ellos y los abrazó con fuerza. —Estoy aquí para ustedes—, dijo, tratando de consolarlos, pues se conocían de años atrás y siempre mostraron aceptación y cariño hacia él, ahora él los cuidaría también en honor al cariño y amistad qu
Narrador La semana siguiente a la operación de Thomas fue un período de angustiosa espera. Su cuerpo aún yacía inmóvil en la cama del hospital, conectado a una maraña de cables y monitores que seguían cada latido de su corazón. Su cerebro, aún inflamado, requería tiempo y descanso para recuperarse, Derek y Rafaela veían mejoras lentas pero que daban fe de recuperación. Helena, por otro lado ya conocía la condición de Thomas, no podía moverse aún por su pequeño bebé que día a día se formaba en el calor de su vientre, en sueños veía a Thomas y le pedía que luche para vivir y estar juntos al fin como la familia que eran, acompañada siempre por Carmelita, su suegra Elizabeth y la cariñosa Emily. Juntas, formaban un círculo de amor y apoyo que la rodeaban animándola, para esperar a su bebé con la esperanza de la pronta recuperación de su esposo. Mientras tanto, en el mundo exterior, la vida continuaba. Derek, había contratado a Rafaela como jefa de emergencias del hospital,
Narrador: El día en que Thomas despertó fue un momento de gran alegría para todos. Derek reunió a la familia y amigos en la habitación de Helena, en el mismo hospital donde Thomas se encontraba en proceso de recuperación. —Quiero compartir con ustedes una noticia maravillosa—dijo Derek, sonriendo. —Thomas ha despertado aunque el camino a su recuperación total será un poco largo este ya es un gran paso porque presenta estabilidad en tiempo y espacio— La habitación estalló en aplausos y lágrimas de alegría. Helena, aún en reposo, sonrió radiante, su vientre abultado a punto de cumplir 7 meses de embarazo. —Lo que sigue ahora es la rehabilitación— explicó Derek. —Necesitamos ayudar a Thomas a recuperar la movilidad en sus músculos atrofiados.— Helena asintió, su mirada fija en Derek. —Gracias por cuidarlo—, dijo. De repente, el bebé dentro de su vientre comenzó a patear con fuerza. Helena sonrió. —Creo que nuestro pequeño también está celebrando—, dijo.
Narrador: Robert salió del hospital con una determinación renovada: sorprender a Rafaela y conquistar su corazón. Ya no iba a dejar pasar un día más sin hacer algo al respecto. Conocía todas sus rutinas, y esta vez no se le escaparía, ella sus días libres solía visitar una montaña, amaba la naturaleza, no era de sus actividades favoritas pero por ella estaba dispuesto a cambiar sus gustos. Pero, antes de enfrentarla, necesitaba el outfit perfecto. Era Robert Landon, después de todo,estar a la moda era su religión. Se dirigió a un centro comercial de alta gama, en l sección de deportes donde compraría un conjunto que haría que Rafaela se derritiera incluso si esta era solo ropa de senderismo mientras probaba una y otra cosa esperando encontrar la combinación perfecta, se miró en el espejo y se rió de sí mismo. , se dijo conforme con lo que adquirió: - Un par de botas de senderismo impermeables y resistentes - Un pantalón de trekking ligero y flexible -
AXEL: Estos meses han sido un remolino de emociones con todo lo que les ha tocado vivir a Thomas y Helena, por ello ahora prácticamente vivo en Nueva York, haciendo que la sucursal de mi empresa también vaya creciendo, no me quejo del éxito que vamos teniendo. Suspiro en el trayecto al aeropuerto, escuchando música de Pablo Alborán, hoy es de esos días en los que suspiro y pienso que nunca me he enamorado, pues soy un alma libre, no me considero mujeriego ya que siempre hablo con la verdad, no me gusta ilusionar a mujeres, que piensan que por una buena noche de pasión soy de los que se enamora. Por mi alma dura y mi actitud implacable me conocen en el mundo de los negocios como el CEO de Hielo, quizá tengan razón y sea porque mi corazón quedó congelado, desde que perdí a mis padres en un trágico accidente, apenas tenía 17 años y tuve que madurar para que me tomaran enserio y no permitir que robaran el imperio que mi padre creó. Soy hijo ún
AXEL: Aunque siento que le molestó mi comentario mantuvo su postura de niña mimada con su primo, Derek la abrazó, con ella en brazos me dijo: —Axel te invitamos a cenar— dijo muy animado. La pequeña en sus brazos me miró retándome. — Gracias, con gusto aceptaré— le dije sonriendo. — Emily está por llegar y vamos los cuatro— dice. — Vicky vas a conocer a mi novia te encantará— le dijo muy emocionado. — si la elegiste tú es porque es una buena mujer Dek, ya quiero conocer a mi prima— dijo también feliz, dándole una mirada de ilusión, una muy sincera. Al cabo de poco tiempo llegó Emily, al conocerla quedó encantada. —Eres muy hermosa Emily— le dijo otra vez mostrando sinceridad, la conocía poco tiempo pero ya podía identificar cuando se mostraba realmente sincera. Cabe recalcar que desde ese momento Derek y yo fuimos completamente ignorados. Derek y yo fuimos en mi auto mientras que las rubias fueron en el de Emily. Llegamos primero al restaurante Japonés,
49. El pequeño Robert Narrador: Robert se sentía en las nubes al ser correspondido por Rafaela. Le encantaba pasar por ella las mañanas para ir juntos al hospital. —Buenos días, cariño —dice al llegar al auto, para dejar un suave beso en sus labios. —Buenos días, hermosa, me encanta verte cada mañana —le dice Robert muy cariñoso. Siempre fue delicado y suave con las mujeres, pero con Rafaela era realmente sincero. Un hombre cambia, no por dar gusto a una mujer cualquiera, sino por poder estar a la altura de la mujer a la que ama. —El amor nos hace mejores personas —era la frase que alguna vez escuchó de su madre y que ahora cobraba mucho sentido. Rafaela era una mujer muy fuerte, pero bastante humana. No es que tuviera mucha experiencia en cosas del amor, o que esperara un príncipe azul, pero lo que sí estaba segura es que se daría cuenta cuando llegara su verdadero amor, solo con la mirada, esa en la que podía reflejar su imagen y hacerla sentir como la joya más h