Capítulo 408
Dentro del auto que giraba sin control, Celeste fue lanzada repetidamente, golpeándose con cada movimiento brusco.

En medio del caos, le pareció escuchar a Lorenzo llamando su nombre.

«¡Boom!»

El auto cayó al agua.

Celeste casi perdió el conocimiento. Su cuerpo quedó atrapado entre los asientos, pero logró abrir los ojos lo suficiente para ver el agua subiendo rápidamente por la ventana.

¡El auto se estaba hundiendo!

Sin pensarlo más, el instinto de supervivencia la hizo luchar para presionar el botón de la ventana.

Por suerte, el botón aún funcionaba.

La ventana se bajó rápidamente, permitiendo que el agua helada inundara el auto. En ese momento, el vehículo ya estaba completamente sumergido.

Celeste apretó los dientes y nadó fuera del auto por la ventana, pero algo la hizo voltear.

Dentro del auto que se hundía, Samuel estaba aferrado con fuerza a la ventana, intentando salir, pero sus piernas no le respondían, no podía salir.

Samuel la miró fijamente, sus ojos llenos de complejas em
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