-Te amamos, cariño. Duerme mucho y sueña bonito.- Cuelga cuando la escucha quedarse dormida y suspira. -La extraño pero sé que está bien.-
-¿Te das cuenta ahora de lo que dije?- Suspira Jesús para antes de que Andrea responda y le dice claramente. -Serás una increíble mamá.-
-Lo sé.- Van bajando con cuidado del barco, tomados de la mano y se estira cuando finalmente se bajan del barco pero sonríe y lo abraza fuerte de nuevo al escucharlo decir eso.
-Nuestro bebé o nena estarán bien al estar con nosotros en algunos meses. Nacerá el año que viene por lógica. Estamos en el mes de agosto.-
-Hay que ir pensando en los adornos navideños de este año.- Se ríe y toma su mano para poder salir de ahí y buscar un taxi que los lleve a su cabaña. -Aunque primero hay que celebrar el cumpleaños de María An
-¿Cómo es que llegué a esta situación? Solo estaba entregando algo.- Son los pensamientos que tiene la chica sentada en la cama que había en esa pequeña cárcel en la comisaría. Solo debía entregar un maletín a alguien y eso era todo; ahora tenía problemas legales, una posible demanda encima y le habían negado su única llamada ya que estaban revisando su expediente. La cárcel era como todas las demás que había visto en algunas series pero las rejas eran color crema, las camas si eran metálicas pero los colchones estaban limpios, cosa que si la había sorprendido pero que agradece mucho ya que no quería imaginar estar cerca de una cama vomitada. También había un inodoro para ir al baño pero no tenía y nunca tendría, el valor suficiente para usarlo… A menos que fuera realmente una emergencia y viera que estaba completamente sola. Los pisos eran grises con algunas manchas negras y blancas, los focos funcionan pero si había uno que estaba apagado y necesitaba reparación. Su nombre era Andr
Ve que el policía llamado Jesús llega con una bolsa y en ella podía distinguirse un uniforme de color naranja y sabe que tiene que ponérselo. Se queda sentada ya que realmente no quería ponérselo pero tampoco quería ser obligada, así que, a regañadientes se levanta.-¿Esto es… Lo que debo usar?- Se frota un brazo, todavía luciendo nerviosa.-Sí señorita, es estrictamente necesario para poder estar dentro de la celda por parte de los reclusos que están pagando la pena. Obviamente, sin embargo, no lo vea todo mal, ahí también traje su cena, algo humilde pero bien divina, la hice yo mismo.--¿Ustedes hacen la cena de los reclusos de esta estación?- Eso era extraño pero no iba a quejarse de nada si la cena era buena.-Regularmente el cocinero pero está libre el día de hoy y obviamente yo debo responder por los reclusos que están a mi cargo y para sorpresa mía, estoy a cargo de la división femenina y solo estás tú.-Y el señor que está…- Ve no está ahí ya que seguramente se fue cuando esta
Andrea es sacada con esposas de ese lugar y mantuvo la mirada baja ya que ella no había querido que nada de esto sucediera, solo le había hecho un favor a un amigo y ahora estaba dentro del coche de patrulla, en camino a la estación de policía. Agradece no estar en el mismo auto que Max ya que se notaba que estaba gritando dentro de el y se removía con ganas.-Solo hice un favor y terminé así. No lo puedo creer.- Es lo último que piensa al ir en camino hacia su destino.********** FIN FLASH BACK **********Sale de sus recuerdos para no seguir pensando en lo que ocurrió en ese lugar y más ahora, que por culpa de ese hombre llamado Max, estaba en este lugar. Ahora mismo deseaba estar en su casa y ver alguna película con su hermano. -Y es así cómo caíste presa y en mis manos… Jajajajaja.- El oficial se ríe de manera irónica pero tratando de romper el hielo con ella ya que le agradaba mucho. -¿Vas a comer?--No, no tengo hambre. Tal vez más tarde.-Se acuesta en la cama y le da la espald
En el momento en que ambas chicas estaban hablando en la sala, el oficial Jesús estaba en el mismo lugar, junto a un compañero de trabajo que también le tocaba vigilar el mismo lugar y los demás reclusos que tenían visitas en ese momento también. Aunque también admitía que vigilaba las reacciones de Andrea con su amiga, queriendo saber si le contaría de la carta que le había dejado en la celda, junto a la rosa. Puede que se estuviera precipitando pero era algo que comenzaba a sentir, sabiendo que era extraño.-¿Te pasa algo? Tienes la mirada fija en la reclusa femenina que llegó apenas ayer. No creo que se escape.-Es el comentario de uno de los compañeros de Jesús, el cual estaba a cargo de vigilar a los hombres pero había notado que actuaba extraño al ver fijamente a la chica demasiado tiempo.-¿Has sentido que reconoces a alguien y te sientes conectado con esa persona? ¿Aún cuando la otra parezca no sentirlo o verlo?- Suspira algo pensativo. -Bueno, eso me pasa.--No, no lo he sen
Tiempo después, termina el turno a las 5 de la tarde y sale de la estación a buscar a la niña porque sabía que su esposa no iría a retirarla en el colegio. Uno de los primeros problemas y de los más grandes para que meses después, Jesús decidiera por la vía legal, solicitar el divorcio de Alegría, aunque se quedaría sin custodia por la “legalidad” de la parte femenina.Las quejas de los alimentos, los malos tratos hacia él, la mala relación entre ellos, la falta de cariño y momentos entre marido y mujer, causó que el matrimonio tuviera un quiebre irreversible. No aceptaba comer nada que él hiciera, nada casero; a menos que fuera comida de afuera ya lista y llena de grasa al llegar a la casa. Los papeles de divorcio fueron dados por el abogado de confianza del oficial Jesús, el Dr. Néstor Morales, de 70 años, 36 años de graduado en la Universidad Central de Venezuela en Licenciatura en Derecho.-Gracias Doctor, le agradezco por haberme sacado de este problema. Espero no tener que actua
-¿Tienes una hija? ¿De qué edad?- Ve la foto y se ríe al ver su carita sonriendo y con un peluche en los brazos. La niña tenía unos rizos preciosos, ojos café y una sonrisa que la hacía verse más adorable.-Mi hija tiene 9 años, este próximo mes de octubre cumplirá los 10 y me tocaría a mí festejar su fiesta próximamente.- Responde el oficial Jesús ante la pregunta de Andrea.-¿Que la guarde? ¿Por qué? Es tu hija y no debería tener esta imagen, pensarían una idea equivocada. Aunque si debía admitir que quería conservar la foto ya que realmente parecía una muñequita.-Te la quiero obsequiar, quiero que la conozcas y ¿quién sabe? A lo mejor puedas coincidir con ella muy pronto. De las rosas si no me mencionaste nada.- Baja la cabeza y se frota un poco la nuca nervioso, dirigiéndose a la ventana y viendo que iba a llover.-Voy por una manta para ti, en la noche hará frío.--Me gustó la rosa en realidad, es una de mis flores favoritas. Lo de la foto no estoy segura pero me quedaré con ell
Andrea termina de sentarse en una de las mesas que estaban vacías, en la cual le tocaba estar y espera la llegada del abogado, del cual le había hablado Jesús, recordando aún parte de la carta del oficial y sintiéndose mejor al tener su ropa de siempre puesta. Se frotaba las manos de forma algo ansiosa ya que nunca había conocido a un abogado pero decían que era bueno conocer gente nueva.-Me pregunto si tengo que actuar de alguna manera.-Sale de sus pensamientos al escuchar que se abre la puerta y entra un señor algo mayor pero que se notaba su vitalidad. Su cabello ya era canoso y sus ojos eran verdes pero también se notaba que era jovial. Usaba un pantalón de vestir color negro, una camisa blanca de mangas cortas y corbata ya que el saco lo cargaba en su brazo izquierdo.-Hola, estimada Andrea Prince ¿es usted, no? Me presento, mi nombre es Néstor Morales y yo soy tío de Jesús Rincón.- Le extiende la mano para estrecharla.-Usted no se preocupe que todo va a estar bien en su caso,
-Tú mismo dijiste que me darías tiempo y no todas las mujeres somos iguales. A mi no me gusta dejar a la gente en visto, es de mala educación y me hace sentir mal. Eso sería jugar con los sentimientos de una persona y es horrible.-Si se sentía algo ofendida por eso pero lo entendía bien ya que ella misma pensaba igual de los hombres. No de todos pero sí del 70% de ellos. Así que entendía un poco de cómo Jesús se sentía.-Yo no quiero que te alejes de mi vida, me gustaría poder salir contigo, que conozcas a mi hija que ya es toda una señorita y que es de las mejores portadas. Permíteme.--¿Conocer a tu hija? ¿No es demasiado pronto? Apenas nos conocemos hace 3 días. No sabes si soy una asesina en serie o algo peor.- Aunque no sabía qué era peor que eso-Sí, conocer a María Angélica y que puedas compartir con ella. Además, con esa carita de ternura que tienes en ti, ¿quién te va a creer que eres una asesina en serie? Eres hermosa, punto.-Le seguía pareciendo extraña su forma de compor