Ve que el policía llamado Jesús llega con una bolsa y en ella podía distinguirse un uniforme de color naranja y sabe que tiene que ponérselo. Se queda sentada ya que realmente no quería ponérselo pero tampoco quería ser obligada, así que, a regañadientes se levanta.
-¿Esto es… Lo que debo usar?- Se frota un brazo, todavía luciendo nerviosa.
-Sí señorita, es estrictamente necesario para poder estar dentro de la celda por parte de los reclusos que están pagando la pena. Obviamente, sin embargo, no lo vea todo mal, ahí también traje su cena, algo humilde pero bien divina, la hice yo mismo.-
-¿Ustedes hacen la cena de los reclusos de esta estación?- Eso era extraño pero no iba a quejarse de nada si la cena era buena.
-Regularmente el cocinero pero está libre el día de hoy y obviamente yo debo responder por los reclusos que están a mi cargo y para sorpresa mía, estoy a cargo de la división femenina y solo estás tú.
-Y el señor que está…- Ve no está ahí ya que seguramente se fue cuando estaba afuera haciendo su llamada.
-Bueno, es obvio que ya se fue. Gracias por la cena entonces. ¿Podría cambiarme en algún baño y usarlo?-
Lo que menos quería, era cambiarse delante de alguien que no conocía y menos usar el baño de la celda pero igualmente tomó la bolsa, la abrió y sacó la ropa. Era el uniforme que usaban las personas que estaban presas y ahora ella misma era una reclusa.
-No debí haber aceptado ese trabajo pero lo hice por él. Para sus medicamentos.-
Se queda perdida en sus pensamientos de nuevo pero sale de ellos al escuchar ruidos y ve que el señor Jesús trae una bandeja con comida. No tenía hambre pero si debía comer algo para tener fuerzas para lo que vendría. Se veía que no era un policía malo y corrupto pero igualmente no se confiaría. Mañana hablaría con Yulieth para ver qué podrían hacer sobre esta situación.
-El baño de la celda está bien cuidado, no tengas miedo de usarlo. Entra y verás que bonito es por dentro.-
Andrea lo duda pero cambia de opinión y accede a usar el baño de la celda, el cual no había visto que estaba tras una de las paredes del lugar y en realidad si vió que era bastante cómodo para lo que ella se encontraba acostumbrada. Con lo cual, se quedó mucho más tranquila que de costumbre y poco a poco se relajaba pero no demasiado.
-Ya vuelvo.- Le dice a Jesús, el cual la espera con la bandeja tapada para que la comida no se quedara fría por ningún motivo, ya eran pasadas las 9 de la noche.
Al regresar, se siente mejor ya que no la habían visto cambiarse. Se sienta en la cama del lugar y se quita los lentes para frotarse la cara. Se los coloca y alza la mirada, viendo la bandeja pero sin realmente comer algo, ahora si tenía problemas serios y esperaba no ir a una cárcel de mujeres. No sobreviviría ahí.
-Qué bueno que ya has vuelto, es bueno que estés más relajada después de cambiarte. Sin embargo, necesitas contarme todo al pie de la letra de qué fue lo que te trajo aquí. Según dijiste en un principio, en realidad esto del dinero fue por un trabajo que conseguiste y que era para ayudar a… ¿Tu familia?-
-Así es pero no diré nada sin que tenga un abogado al lado.- No iba a hablar para que luego esa información fuera malinterpretada y usada en su contra.
-Pues te recomiendo que hables, créeme que será más provechoso para ti dado que no será necesario que tengas un abogado, a menos que empieces a resistirte. ¿Qué fue lo que sucedió?-
Sigue la insistencia por parte de Jesús, al tratar de sacarle la información para poder apoyarla en que no pase tan mal rato en la celda, veía que ya estaba asustada.
Ella no sabía si podía confiar realmente en él, así que solo le contaría lo básico mientras su memoria fue recordando lo que había pasado realmente en ese lugar.
********** FLASH BACK **********
Andrea estaba llegando a la empresa para entregar el maletín y ve que es un lugar decente y no un edificio que fuera de mala muerte como se había imaginado. Toca el timbre y espera, notando que habían cámaras de seguridad en el lugar, lo cual era también una buena señal. Entra cuando escucha el click y ve que es un lugar amplio, pisos blancos, luces blancas también y guardias de seguridad. Además de ascensores con recepcionistas dentro para presionar los botones ya que vió una cuando el ascensor se abrió.
Pasa directamente a la recepción y nota que hay una chica esperando pero también sujeta el maletín más cerca de ella. Estaba vestida de negro, con camisa blanca, un gafete es el lado izquierdo de su pecho que indicaba su nombre, un moño alto y tacones bajos
-Buenos días, estoy aquí para ver al señor Max y entregarle un maletín de parte del señor Gabriel.-
-Hola buenas, ¿Quién busca al señor Max? Es un hombre muy ocupado.-
-Me llamo Andrea y es urgente que le entregue el maletín en persona, fue lo que me pidieron que hiciera.- Esperaba que la atendieran rápido, tener el resto de su dinero e ir a la farmacia para buscar los medicamentos de su hermano.
-Pase que el señor Max es un hombre ocupado, no le haga perder el tiempo y deje los dramas-. La mujer le voltea los ojos y empieza a teclear en el edificio esperando que ella entre en la oficina de forma callada y rápida.
Se notaba que la secretaria estaba de mal humor pero siguió tranquila al ascensor y esperó a que le marcaran el piso. Siente que se mueve y al estar en el lugar correcto, ve que es el piso 10 y termina de bajarse. Habían personas trabajando, notando también que habían varios escritorios y las personas estaban viendo sus computadoras, las cuales eran de la marca Mac de Apple. Incluso usaban auriculares con micrófono y la mayoría vestían con el mismo uniforme pero las mujeres usaban falda por debajo de la rodilla. Sigue caminando y va a la oficina que tenía el nombre “Max - Vicepresidente”
Toca la puerta y cuando le dan la autorización, entra y ve que detrás del escritorio, está un hombre de edad mayor, no tan canoso. Se notaba que podría tener unos 46 años pero era mala adivinando la edad de las personas, jis color negro y el ceño fruncido. Vestía un traje color gris oscuro, camisa negra y corbata negra pero que tenía toques plateados. Además de zapatos brillosos y de marca. Decide no fijarse demasiado en eso y llega hasta él.
-Buenos días, señor Max. Vine a entregarle esto de parte del señor Gabriel.-
-Eres la chica que él mencionó, ¿cierto? Dame el maletín. Te daré el resto cuando verifique que todo está aquí.- Se lo quita y se apresura a abrirlo.
Ella se aleja para que pueda verlo mientras sigue viendo la oficina, no deseando saber lo que había en el maletín, aunque sí tenía curiosidad.
-Al menos el papeleo está completo.- Lo saca y va leyendo todo, riendo ligeramente al ver que todo estaba correcto.
-¿Todo está bien? ¿Ya me puedo ir?- Pero no se iría sin su dinero claro.
-Si, si, claro. Te daré el resto del dinero y…-
La puerta es abierta de improviso y entra un hombre de unos 30 años ya que le habían avisado que había llegado una chica con un maletín sospechoso y que era ajena a la empresa. Tená un traje de color azul oscuro, camisa blanca y corbata negra. Además de cabello color marrón chocolate oscuro, ojos café claro y buena forma física. Era el Presidente de la empresa, cuyo nombre era Bruce Parker.
-¿Qué es lo que está pasando aquí? ¿Quién es la chica y por qué la dejaste entrar? Tenemos mensajeros que pueden traer cosas.- Se cruza de brazos.
-Yo… No es nada, Bruce. Solo vino a traer mi maletín, lo dejé en casa. Es mi sirvienta personal, es nueva.¿No ves la ropa que tiene?-
Andrea se siente algo ofendida pero evita decir algo y solo baja la mirada ligeramente mientras espera a que el otro hombre se vaya y así salir de aquí pero ve que se acerca hacia Max y se aparta de su camino.
-Quiero ver lo que trajo. No sé realmente si está aquí por ti o es que trata de hacer algo más.-
Llega hasta el escritorio pero ve que Max se aleja con los documentos. Siempre había sospechado de uno de los socios de su padre, ya que esta empresa la fundó él y sabía que había anhelado estar en la cima pero como él era su hijo mayor y el único, la empresa era su herencia. Ahora sabía que sus sospechas tenían fundamento.
-Son solo facturas que me hacían falta, nada más. Ya vete de aquí, niña. Ya todo está listo.- Le daría el dinero más tarde y esperaba que entendiera la indirecta.
-Yo me iré después de…-
-No irás a ningún lado, niña. Quiero ver esos documentos, Max. He sospechado que tratas de hacer algo turbio y esta empresa me la dejó mi padre antes de morir.- Le quita uno de los papeles y a medida que lo lee, se sorprende.
-¿Qué es esto? ¿Por qué dice que te dejó la empresa a ti en su totalidad y de forma voluntaria?-
-No me hagan daño, por favor.- Reclama Andrea.
Ella se sorprende al escucharlo también y retrocede pero ve que habían guardias de seguridad en la puerta y se queda dentro.
-No me gusta como están sucediendo las cosas, se va a poner mal.- Es lo que va pensando pero también quería irse de ese lugar.
-¡Porque es así! ¡Yo soy el que merece tener esta compañía! El estúpido de tu padre tendría que habérmela dejado a mí y no a un mocoso que no sabe manejar este lugar. ¡Esta empresa debía ser mía!-
-Es obvio que no iba a ser tuya, es una herencia de mi padre para mi y ha estado creciendo desde que la dirijo hace más de 3 años.-
Se cruza de brazos, ya harto de tener que lidiar con los antiguos socios de su padre, solo viejos que querían quedarse con todo y despedir a la gente para así no tener que pagar nada más excesivo.
-Guardias, llamen a la policía para que vengan por ellos. Es obvio que es un complot para hacerme daño y también contra la empresa.-
-¡No tendrías ninguna empresa si no fuera por mi, niño malcriado!- Se acerca para golpearlo pero uno de los guardias lo detiene.
-¡Esta empresa la he levantado de la quiebra! ¡Ustedes son los que casi la llevan a la ruina!- Se controla y también hace que sus guardias detengan a la chica para que no se vaya.
-Espere, yo no hice nada. Solo vine a traer este maletín.-
La situación actual estaba empeorando y sólo quería irse de ahí para poder regresar a su casa. Al menos tenía la mitad del dinero y eso era algo pero uno de los guardias la detiene y se queda quieta. Al cabo de unos 10 minutos, la policía se presentó en el lugar.
-¿Qué problema tiene en este lugar? Llamaron por un atentado y fraude de documentos.- Era un policía uniformado, armado y venía con un compañero también.
-Señores oficiales, ¿Qué hacen aquí? Aquí todo está bien en nuestra empresa.- Es lo que Max trata de hacerles creer pero Bruce sigue hablando.
-Llevenselos por fraude, extorsión e intento contra mi vida. Mis guardias son testigos y las pruebas están aquí.- Les entrega los papeles.
Andrea es sacada con esposas de ese lugar y mantuvo la mirada baja ya que ella no había querido que nada de esto sucediera, solo le había hecho un favor a un amigo y ahora estaba dentro del coche de patrulla, en camino a la estación de policía. Agradece no estar en el mismo auto que Max ya que se notaba que estaba gritando dentro de el y se removía con ganas.-Solo hice un favor y terminé así. No lo puedo creer.- Es lo último que piensa al ir en camino hacia su destino.********** FIN FLASH BACK **********Sale de sus recuerdos para no seguir pensando en lo que ocurrió en ese lugar y más ahora, que por culpa de ese hombre llamado Max, estaba en este lugar. Ahora mismo deseaba estar en su casa y ver alguna película con su hermano. -Y es así cómo caíste presa y en mis manos… Jajajajaja.- El oficial se ríe de manera irónica pero tratando de romper el hielo con ella ya que le agradaba mucho. -¿Vas a comer?--No, no tengo hambre. Tal vez más tarde.-Se acuesta en la cama y le da la espald
En el momento en que ambas chicas estaban hablando en la sala, el oficial Jesús estaba en el mismo lugar, junto a un compañero de trabajo que también le tocaba vigilar el mismo lugar y los demás reclusos que tenían visitas en ese momento también. Aunque también admitía que vigilaba las reacciones de Andrea con su amiga, queriendo saber si le contaría de la carta que le había dejado en la celda, junto a la rosa. Puede que se estuviera precipitando pero era algo que comenzaba a sentir, sabiendo que era extraño.-¿Te pasa algo? Tienes la mirada fija en la reclusa femenina que llegó apenas ayer. No creo que se escape.-Es el comentario de uno de los compañeros de Jesús, el cual estaba a cargo de vigilar a los hombres pero había notado que actuaba extraño al ver fijamente a la chica demasiado tiempo.-¿Has sentido que reconoces a alguien y te sientes conectado con esa persona? ¿Aún cuando la otra parezca no sentirlo o verlo?- Suspira algo pensativo. -Bueno, eso me pasa.--No, no lo he sen
Tiempo después, termina el turno a las 5 de la tarde y sale de la estación a buscar a la niña porque sabía que su esposa no iría a retirarla en el colegio. Uno de los primeros problemas y de los más grandes para que meses después, Jesús decidiera por la vía legal, solicitar el divorcio de Alegría, aunque se quedaría sin custodia por la “legalidad” de la parte femenina.Las quejas de los alimentos, los malos tratos hacia él, la mala relación entre ellos, la falta de cariño y momentos entre marido y mujer, causó que el matrimonio tuviera un quiebre irreversible. No aceptaba comer nada que él hiciera, nada casero; a menos que fuera comida de afuera ya lista y llena de grasa al llegar a la casa. Los papeles de divorcio fueron dados por el abogado de confianza del oficial Jesús, el Dr. Néstor Morales, de 70 años, 36 años de graduado en la Universidad Central de Venezuela en Licenciatura en Derecho.-Gracias Doctor, le agradezco por haberme sacado de este problema. Espero no tener que actua
-¿Tienes una hija? ¿De qué edad?- Ve la foto y se ríe al ver su carita sonriendo y con un peluche en los brazos. La niña tenía unos rizos preciosos, ojos café y una sonrisa que la hacía verse más adorable.-Mi hija tiene 9 años, este próximo mes de octubre cumplirá los 10 y me tocaría a mí festejar su fiesta próximamente.- Responde el oficial Jesús ante la pregunta de Andrea.-¿Que la guarde? ¿Por qué? Es tu hija y no debería tener esta imagen, pensarían una idea equivocada. Aunque si debía admitir que quería conservar la foto ya que realmente parecía una muñequita.-Te la quiero obsequiar, quiero que la conozcas y ¿quién sabe? A lo mejor puedas coincidir con ella muy pronto. De las rosas si no me mencionaste nada.- Baja la cabeza y se frota un poco la nuca nervioso, dirigiéndose a la ventana y viendo que iba a llover.-Voy por una manta para ti, en la noche hará frío.--Me gustó la rosa en realidad, es una de mis flores favoritas. Lo de la foto no estoy segura pero me quedaré con ell
Andrea termina de sentarse en una de las mesas que estaban vacías, en la cual le tocaba estar y espera la llegada del abogado, del cual le había hablado Jesús, recordando aún parte de la carta del oficial y sintiéndose mejor al tener su ropa de siempre puesta. Se frotaba las manos de forma algo ansiosa ya que nunca había conocido a un abogado pero decían que era bueno conocer gente nueva.-Me pregunto si tengo que actuar de alguna manera.-Sale de sus pensamientos al escuchar que se abre la puerta y entra un señor algo mayor pero que se notaba su vitalidad. Su cabello ya era canoso y sus ojos eran verdes pero también se notaba que era jovial. Usaba un pantalón de vestir color negro, una camisa blanca de mangas cortas y corbata ya que el saco lo cargaba en su brazo izquierdo.-Hola, estimada Andrea Prince ¿es usted, no? Me presento, mi nombre es Néstor Morales y yo soy tío de Jesús Rincón.- Le extiende la mano para estrecharla.-Usted no se preocupe que todo va a estar bien en su caso,
-Tú mismo dijiste que me darías tiempo y no todas las mujeres somos iguales. A mi no me gusta dejar a la gente en visto, es de mala educación y me hace sentir mal. Eso sería jugar con los sentimientos de una persona y es horrible.-Si se sentía algo ofendida por eso pero lo entendía bien ya que ella misma pensaba igual de los hombres. No de todos pero sí del 70% de ellos. Así que entendía un poco de cómo Jesús se sentía.-Yo no quiero que te alejes de mi vida, me gustaría poder salir contigo, que conozcas a mi hija que ya es toda una señorita y que es de las mejores portadas. Permíteme.--¿Conocer a tu hija? ¿No es demasiado pronto? Apenas nos conocemos hace 3 días. No sabes si soy una asesina en serie o algo peor.- Aunque no sabía qué era peor que eso-Sí, conocer a María Angélica y que puedas compartir con ella. Además, con esa carita de ternura que tienes en ti, ¿quién te va a creer que eres una asesina en serie? Eres hermosa, punto.-Le seguía pareciendo extraña su forma de compor
-¿Lo teníamos? No había nada en la cartelera informativa, a menos que lo pusieran en el último momento. Deberíamos ir a ver o el Capitán Gibson puede enojarse de que faltemos.-Se levanta mientras estira los brazos hacia arriba y toma el bolso para ayudar a Jesús con la pequeña Angélica.-Vamos. Total, nuestros uniformes están en la oficina y podemos dejar a María Angélica durmiendo ahí. Ella ha ido muchas veces ha ido a la estación, es como una hija para todos.--Los niños son la debilidad del Capitán Gibson, así que no creo que se niegue a que se quede ahí. Las secretarias pueden vigilarla.--Vamos pues, recuerda que tu eres el campo corto titular del encuentro y yo el catcher.-Se acomoda el bolso y va hacia el auto mientras agita la mano. -Si, si, si. Ya verás que ganaremos pero ojalá hubiera dinero de por medio.--Payaso, eso es para que los presos no se aburran y que nosotros hagamos ejercicio, aunque tú estás bastante flaco como yo. Vámonos.-Drake y Jesús se encuentran camino
Andrea estaba terminando de llegar a su casa, teniendo las medicinas de su hermano en las manos pero también un pequeño mercado que había logrado comprar con el dinero que se había ganado en ese trabajo; cosas básicas como azúcar, leche, pan de sandwich, el favorito de su hermano y otras cosas más. Aunque aún le parecía algo increíble que Max y Bruce hayan muerto por culpa de unos papeles y de la pelea por una empresa. La avaricia del ser humano no conocía límites, sin importar la edad.-Pobre del señor Bruce, no se veía tan viejo. Parecía de unos 25 años.-Es lo que piensa mientras va entrando en la casa, tomando aire y abre la puerta, al mismo tiempo que escucha el televisor y sabe que ella está viendo televisión pero seguramente la había escuchado y ya vendría aquí. Deja todo en la cocina y sonríe al ver llegar a sus perros; una era una pug carlino, mezclada con pincher llamada Cuqui y el otro era un mestizo que rescataron llamado Spot. Se agacha y los recibe pero se levanta al ver