¿Llego tarde para la cena?

Dana siente la mirada de Alessandro poniéndola nerviosa mientras comen. Ella decide empezar a hablarle sumergiéndose en una conversación afable hasta que no puede soportarlo más y le pregunta.

—Alessandro, ¿Puedo contar con tu voto en la convocatoria de los ancianos?

Él limpia sus labios con una servilleta antes de responderle.

—¿Estás usándome, Dana?

Ella se mordisquea el labio inferior y él se ríe suavemente.

—Estoy bromeando. Esa ley ha traído solo desgracia a los lobos. Merece ser derogada. Tus cachorros son buenos chicos.

—No puedo concebir mi vida sin ellos.

—¿Y qué opinas de tener otro cachorro?

Dana abrió los ojos abruptamente ante el repentino cambio de tema que por supuesto no se esperaba en lo absoluto.

—Yo… ¿Por qué lo preguntas?

—Estoy cortejándote Dana, quiero conocerte mejor.

Ella dejó salir un suspiro aunque estaba lejos de estar relajada.

Recordó rápidamente las palabras de Zakia tensándose.

—No quiero. De hecho, después de esto solo quiero dedicarme a mi manada y a m
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP