Devanie lo miró desde la ventana de la biblioteca, Amarok entrenaba con otros machos y parecía tan duro que le daba miedo que sus padres intentaran ir por ella.No quería que nadie resultara lastimado.Mucho menos si era por su culpa.Después de hacer la tarta se había recluido en la biblioteca buscando en medio de los libros de magia algo que pudiera ayudarlos pero no había nada.Nada referente con esa maldición que lo hacía convertirse en esa bestia semihumana sin alcanzar su fase de lobo completa, salvo por las noches de luna llena.El ruido de afuera le había llamado la atención y por eso había decidido asomarse por la ventana quedado maravillada por la destreza del macho. La manera en la que se movía, sus musculos tensos.Era consciente que quizás debería no parecerle muy atractivo por las cicatrices que marcaban un lado de su cara y una parte de su cuerpo, pero no podía dejar de mirarlo de aquella manera.Él no le resultaba desagradable, todo lo contrario y eso la inquietaba por
Ella se puso en puntillas tratando de alcanzar uno de los libros más altos pero era tan baja como su madre.Kieran decía que era más Omega que Alfa.De repente sintió una mano sobre su cintura haciéndole sentir un calor que la estremeció.El calor del pecho del Alfa detrás de ella le cortó la respiración al mismo tiempo que veía como su otra mano tomaba el libro que anteriormente había querido alcanzar.Se mordió el labio inferior al sentir la dureza de su cuerpo masculino presionándose contra el de ella y tuvo el impulso de tocarlo, de intencionalmente empujarse contra él pero se contuvo.No sabía qué le estaba ocurriendo a su cuerpo.Jamás se había sentido de este modo pero obviamente se debía a que Amarok era su compañero.Nadie más que él podría despertarle alguna vez otro sentimiento más intenso que ese.—Aquí tienes.Su voz enronquecida la fascinó azotándola de manera que calentó cada parte de su anatomía.Ella temblorosa tomó el libro sin girarse aún, presionándolo contra su pe
El macho empujó su lengua dentro de la cavidad bucal de la loba más joven y ella no dudó en seguir su ritmo con entusiasmo. Su cuerpo estaba guiándola.El duro pecho de Amarok se aplastó contra el suyo como si quisiera fundirse con ella y volverse uno solo. Deva podía sentir perfectamente su dureza en su vientre.Ya no podía ocultar por más tiempo la excitación entre sus muslos.Los híbridos tenían un olfato perfecto y ella también sabía lo mucho que la deseaba.Su boca la devoraba con una devoción aplastante.Cada vez estaba más húmeda por él y solo estaban besándose.No podía aguantarlo por más tiempo.Descaradamente movió sus caderas frotándose contra el duro miembro del macho que la sostenía. Él gruñó en sus labios adorando lo deshinibida que estaba actuando su hembra.Ella lo deseaba.No quería rechazarlo.Eso solo hacía que su pecho se hinchara de orgullo.Las manos de Amarok se apartaron de su cintura para comenzar a subir a lo largo del vientre plano de Devanie. La hembra jove
La conexión entre los dos era demasiado intensa y real como para que ella pudiera negarla para ese punto.No le importaba nadie.Solo... lo necesitaba a él.El que la tocara ponía todas sus emociones al límite. Devanie movió sus caderas provocándolo. Ansiándolo en su interior aunque fuera a romperla.Era demasiado grande, demasiado peligroso, pero le encantaba rozar los límites del peligro de esta manera. Él gruñó en su boca acariciando el clítoris de su compañera.Lentamente Amarok bajó sobre ella empujando sus caderas, Deva sintió un leve calambre en su interior y contuvo el aliento hasta que Amarok se enterró profundamente en su interior.—Duele...Deva cerró los ojos apretando los dientes.Él se sentía demasiado grande dentro de ella.—Acógeme, belleza. Después de un momento te sentirás increíble —dijo él con los dientes apretado y la voz más suave que podía usar.Su compañera estaba llevándolo al límite y ni siquiera se había movido. Se sentía tan jodidamente perfecto estar en su
Al despertar al día siguiente Devanie se llevó una mano a los labios intentando ocultar una sonrisa.La noche pasada había sido tan maravillosa que a penas podía creer que era verdad.Ninguno podía sacar las manos del cuerpo del otro.—¿Qué voy a hacer ahora?Estaba nerviosa.Era demasiado tarde para ocultar sus sentimientos por Amarok. Pero también la precupaba lo que había pasado entre su familia y él en el pasado.Amarok había atacado antes a su padre y Dana también lo odiaba por eso.¿Cómo iba a decirles a todo la verdad?El otro problema era que él tampoco quería dejarla llamar a sus padres.No sabía si se debía al nerviosismo por perderla. Pero ella tampoco quería alejarse de él.Miró alrededor de su habitación y no lo encontró sintiéndose decepcionada de que no estuviera allí pero trató de no ahondar en esos pensamientos.Después de ducharse y arreglarse Devanie vio el montón de piedras preciosas que habían sobre la mesita.Él las había dejado para ella.Devanie suspiró antes d
Los dedos de Devanie trazaron los labios carnosos de Amarok sintiendo su mirada intensa en ella.Todo lo que tenía que hacer era decirle lo que estaba pensando.Su familia siempre sería importante pero él también lo era.Siempre lo había sido incluso aunque ella misma no quisiera admitirlo y él no lo supiera.Había dejado a los suyos por años.Quizás había sido una cobarde y debería haber admitido que era a él su compañero y que no quería que sus padres se metieran en su relación. Sin embargo, ella había entendido que Kian y Dana la veían como a una cachorra en ese momento por su edad. No se acostumbraban a que sus hijos híbridos crecían más rápido de lo normal y eso era un shock para ellos.Sin embargo, quince años después, teniendo ella diecinueve humanos ya deberían saberlo y si no era así a ella ya no le importaría. Después de hablar con sus padres, les gustara o no, Amarok era su compañero y ella ya era una hembra adulta completamente lista para tomar decisiones en su vida.Y su
Ella apretó el teléfono en su mano mientras caminaba por la habitación con nerviosismo y al tercer tono la voz de su madre respondió.—¿Quién? —el gruñido de irritación de la hembra casi la hizo reír si no supiera que aquel enojo lo había causado su desaparición.—Mamá, hola.—¿Devanie, mi amor? ¿Estás bien ahora?Deva no entendía la pregunta.Ella no le había preguntado dónde estaba o la había asaltado a preguntas.—Sí mamá, estoy bien. Yo... estoy en el Bosque oscuro —soltó con rapidez antes de tragar saliva.Por un momento no pudo escuchar absolutamente nada al otro lado de la bocina.—¿Mamá, me escuchaste?—No. Creo que no te oí bien mi amor, repítemelo.Pero al escuchar el temblor en su voz Devanie supo que sí la había oído pero quería confirmar que no se hubiera vuelto loca.Devanie suspiró antes de volverlo a decir.—Estoy en el Bosque oscuro y antes de que enloquezcas es por voluntad propia, nadie me está obligando a estar aquí."Por lo menos ahora."No era que antes estuviera
Devanie se sintió temblorosa entre los brazos de Amarok sintiendo las palabras que le había dicho.Él estaba dispuesta a dejarla ir incluso aunque eso los destruyera a los dos solo porque ella estuviera a salvo.La certeza de eso la golpeó profundamente en su corazón y tuvo que respirar profundamente para no llorar en ese momento frente a todos a su alrededor.—No quiero que ninguno de los dos vuelta a pelear otra vez —les dijo cuando se apartó del abrazo de su macho.Kian deslizó la mirada por la herida del cuello de su hija pero esta había desaparecido afortunadamente.—Devanie...—Tenemos que hablar papá. Todos —añadió mirando a Amarok como si buscara algo en sus ojos que pudiera negarse a hacerlo.Ella no tenía idea de que por tenerla haría lo que fuera. Sin embargo, la molestia contra el padre de su hembra no desaparecía.—Le daré una habitación a mi padre y ropa para que pueda vestirse y hablar con él —avisó con seriedad Devanie y el pecho del macho se apretó.Ella estaba actuan