-“Te aviso.”- dije cortando la conexión, justo a tiempo, ya que habíamos llegado a las afueras del pequeño puerto desde donde íbamos a partir en el barco de lujo, que tenía la manada. Ordena que se transformaran y se cambiaran. Designe una zona para que se cambiaran las hembras, lejos de los macho
Ava. - “Dime Luna, ¿Qué pasa por tu cabeza?”- le dije a Irina, mientras recorríamos las diferentes tiendas del gran centro comercial, donde los gemelos, con cara de sufrimiento, y lloriqueando como críos, nos habían llevado. - “Aun lo estoy pensando.”- me dijo mirando los expositores de ropa q
- “¡Quieta!, ni se te ocurra saltarte ese perchero.”- le dije haciendo que ella me mirara. - “No sé por qué, pero no me gusta nada la sonrisa que tienes, ¿Qué te ha pasado por la cabeza, loca omega?”- me preguntó Irina, mirándome aprehensiva. - “Ya lo sabrás, pero por ahora, llama al gerente y
Elijah. - “Alfa, en breve las hembras estarán en el barco, ya he enviado la orden a los gemelos para que las traigan, desde que regrese del gabinete, ya podemos zarpar.”- le dije mentalmente a Desmond, que ahora ese encontraba reunido con algunos abogados que se encargaban de las propiedades de la
- “Todo el mundo a su camarote, y no salga si no quieren morir.”- el gruñido, en forma de orden, de un furioso Alfa fue transmitido al resto de los lobos macho de la manada que estaba en cubierta, en su cabeza, provocando que estos, casi rompiéndose el cuello para evitar mirar a las hembras, corrier
Ava. - “Creo que nos hemos pasado un poco, te estas volviendo muy salvaje Ava. A Callum no le va a gustar esto.”- me dijo de nuevo, la voz insistente de Elora, que desde que vio la reacción que provocamos en los hombres, lobos o no, que había en la recepción de la posada, no dejaba de martillearme
- “¡Maldita sea, salvaje omega!, Me vas a matar algún día, ¡ven aquí!, ¡joder!”- me dijo mi mate rugiendo ante mi actitud, y de golpe, si avisarme, me cargó en su hombro dirigiéndose hacia el interior del barco. Tras la sorpresa inicial, la nueva Ava, la que había nacido tras conocerlo, salió fuer
Ava. Elijah me acompaño junto a un enorme camarote que supuse que era el del Alfa, donde estaba ya Irina, que me miraba nerviosa, totalmente colorada, con un brillo extraño en la mirada, y un sobre todo con un olor intenso a frustración sexual. - “¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estas así?”- pregunt