Como era sabido, Valerie consiguió el trabajo de chef en el pequeño restaurante y comenzó a atraer clientela nueva interesada en sus delicias. Le hizo sugerencias al dueño de platos más adecuados para el clima del sitio, aprovechando los recursos locales, para abaratar los costes de la importación. A pesar de las malas caras y protestas iniciales, casi todos fueron cambiando su actitud hacia la chef, al ver que, si valía la pena seguirla y los que no se adaptaron, pues tuvieron que conseguirse otro empleo. La antigua chef llegó unos días después queriendo recuperar su puesto. Había previsto que el dueño iría a su casa a rogarle que volviera y ella, después de hacerse un poco la importante, cedería, pero era obvio que bajo sus condiciones. Solo que al ver que pasaban los días y nadie iba a verla, además de enterarse por uno de los camareros que echaron, que habían contratado una nueva chef, percibió por primera vez el peligro y las consecuencias de su prepotencia. Fue al restauran
Valerie ya estaba medio acostumbrada a tener a cada rato al mismo cliente recalcitrante y que pedía platos que nunca estaban en el menú. Al parecer lo hacía a propósito, porque a la chef no le quedaban muchas dudas de que ese hombre se divertía desafiándola. Al menos una vez por semana lo tenía en el salón del restaurante haciendo todo tipo de demandas, que luego pagaba muy bien, pero eran irracionales. Valerie casi podía asegurar, que estaba estirando su cuerda para ver hasta cuando podía llevarla y hoy, de hecho, había sido el límite. Tampoco ayudó en nada el que estuviese de mal humor por haber soñado ayer con la noche que pasó con Oliver. Así que hoy le demostraría a este belicoso, de que estaba hecha una mujer de San Francisco. - Este plato en específico no se hace con este tipo de pescado- le decía Matt al camarero a pesar del delicioso aroma que lo estaba haciendo salivar hace rato. Se aguantó las ganas, porque estaba esperando cierta reacción, de una persona en específic
- Quiero que seas la chef principal, de una cadena de restaurantes que quiero empezar- le soltó Matt sin muchos preámbulos. Estaban sentados en una linda cafetería, con tonos pasteles por todos lados y un ambiente tranquilo y relajado. No había muchas personas a esa hora y los dos eligieron sentarse en la terraza del segundo piso a tomar un café con leche y mirar las vistas nocturnas de la calle. - ¿Me está proponiendo un empleo como chef? - le pregunto Valerie incrédula. Se daba cuenta por su ropa, su estilo y el aura que desprendía, que este hombre, “Matt,” como le había dicho varias veces que lo llamara, tenía buenas posibilidades económicas. Además, los platos que siempre le solicitaba era de la alta cocina y costosos. Por último, no dudaba en dejar muy buenas propinas y la mayoría de las veces pagaba mucho más dinero por las preparaciones, que el precio puesto por el dueño. - En efecto, quiero abrir una cadena de restaurantes, como una marca personal, para abastecerlos con l
Al otro día, cuando Matt la contactó, porque habían intercambiado números del móvil, Vale le comentó su decisión y el magnate estaba más que feliz de darles un tour por Duluth y demostrar que todos sus proyectos con la chef eran ciertos. Además, Matt quería darle una buena impresión a la familia de Valerie, era mejor irse llevando bien con su futura cuñada. ***** Hicieron el viaje, Valerie y Matt en el auto del magnate dirigiendo el camino y su hermana y cuñado en su auto detrás. Durante todo el viaje de unas horas, Matt se aprovechó de estar a solas con la chef, para desplegar todo su encanto y su galantería. Igual no quería ser tan agresivo desde el inicio. Si Vale aceptaba su propuesta, estarían juntos mucho tiempo y como dicen por ahí, el roce hace la costumbre o por su parte quería, que hiciera nacer sentimientos románticos en el corazón de la chef para él. Ya había indagado y era soltera. Por alguna razón esta excelente mujer vino de San Francisco a vivir aquí, lo averiguar
1 año después… - ¿Entonces crees que este sitio sería el ideal para la próxima sucursal de Neptune's Table?- le preguntó Matt a Valerie, acercándose por detrás de la chef que miraba los planos de su próximo proyecto de restaurante. Durante este año, su cooperación había sido más que exitosa. De aquel inmenso restaurante de dos pisos en Duluth, que fue su primer proyecto, ahora ya habían abierto cinco en diferentes estados y lugares comerciales estratégicos. Matthew se encargaba de la parte del abastecimiento y logística y Valerie, se encargaba de la parte administrativa y prácticamente todo lo demás. Valerie aprendió que no era lo mismo llevar un pequeño restaurante que una cadena completa de varios establecimientos. Tuvo que tomar cursos, superarse y prepararse, aún más. Cuestiones que no le molestaron para nada y solo le dieron satisfacción personal. - Sí, por el estudio de mercadotecnia, al parecer este sitio es muy bueno y necesita buenos establecimientos de comida para at
Matt sintió la tensión en el ambiente en cuanto uno de sus mejores amigos, Oliver Lee, entró por la puerta de la villa lujosa que había rentado en Egg Harbor para pasar unos días de relajación y ocio.Hacía años que no se encontraban juntos por tantos días y fuera del contexto del trabajo. Otra de sus misiones con estas vacaciones era tratar de reparar la relación entre Oliver y Víctor, que por causa de un malentendido con una mujer se habían dejado de hablar completamente.Recibió a Oliver con su exnovia, porque su amigo le había comentado que se habían separado, por lo cual tampoco entendía qué hacía ella aquí, pero si Oliver la traía él no sería quien la fuera a echar.Sintió que el joven magnate se tensó visiblemente al mirar dentro de la villa.- ¿Qué hace ella aquí? – preguntó Elizabeth cortando las palabras de explicación de Matt, que pensó erróneamente que Oliver se había molestado al ver a Víctor, ya que en realidad no le había dicho que el otro amigo vendría para que no se p
Matt abrió los ojos con un dolor de cabeza horrible, de la resaca que tenía de anoche. Después de la increíble bomba que le soltó Oliver de repente, descubrió que, sin querer, estaba metido en un triángulo amoroso muy complicado, aunque a juzgar por la cantidad de personas que ahora participaban, ya había dejado de ser un triángulo y se habían convertido en una mierd@ de figura geométrica sin forma. Valerie Miller se había ido de San Francisco huyendo de su amigo. No le quedaba ninguna duda. Al parecer ella y Oliver tuvieron una aventura a espaldas de Elizabeth. Atando cabos, se dio cuenta de una terrible verdad, ellos dos estaban enamorados y por varias razones que no terminó de comprender, según Oliver, la chef lo había dejado tirado solo con una fría nota y le había vendido su restaurante para salir rápido de él y poner distancia entre ellos. Posiblemente, lo odiaba por haberse aprovechado de ella en estado de ebriedad. Pero Matt no creía que eso fuera tan así, Valerie parecía
- ¿Por qué Valerie no ha regresado? - preguntó Oliver, preocupado, sin dejar de mirar hacia la lluvia torrencial de afuera y que todos habían vuelto hace un tiempo del tonto juego, este, que al final no arrojó ningún ganador porque fue interrumpido por esta lluvia inesperada - ¿Cómo se te ocurre hacer un juego en el bosque sin haber verificado el clima? - le preguntó molesto al intérprete de la idea, pero el chico apenado le dijo que, con tantos días estupendos, cómo se le iba a ocurrir, que justamente hoy caería tanta lluvia. - La llamaré- dijo Matt también con el ceño fruncido. Tenía que haberse ido con ella, pero era obvio que la chef no lo quería cerca. Por lo menos se consoló al darse cuenta de que no deseaba a nadie en particular cerca, que intentaba estar sola. No quería ser pesadito y agobiarla, pero ahora se arrepentía un poco y más aún cuando le saltó el mensaje, de que el número que había marcado estaba apagado o fuera del área de cobertura. - No logro comunicarme, al p