Isla estuvo asechando al otro día frente a la empresa, sentada en su auto de cristales oscuros. Sabía muy bien que esa mujer se volvería a aparecer, porque si no era una embustera, entonces no se rendiría tan fácil.Efectivamente, cuando ya llevaba toda la mañana esperando, la vio aparecer al final de la calle con el mismo niño que llevaba ayer a rastras.Isla se bajó del auto, dispuesta a esconder rápido a esta mujer, antes de que su sobrino saliera por casualidad y pudiese interceptarla.- Si viene a llamar a seguridad, le advierto que soy una mujer desvalida con un niño menor de edad y gritaré que me están golpeando frente a la empresa de los Campbell…. – enseguida comenzó a amenazar Fiona, al ver a la misma señora que la había ridiculizado ayer.- Tranquila, querida, no tienes que estar como un erizo a la defensiva- la calmó Isla, molestándole tener que rebajarse ante esta pueblerina de malos modales- Resulta que ayer me puse a pensar en lo que estabas hablando y si te creo, yo
Pero Matthew no tuvo mucho tiempo para reaccionar, porque enseguida le llegó la noticia de que la parte de Duncan había convocado a una reunión de emergencia.Matthew no sé qué se traen entre manos, pero vi a Duncan muy feliz- le comentaba el secretario Jack mientras caminaban por los pasillos en camino a la sala de juntas.- Lo que sea, lo averiguaremos pronto- le respondió Matt, molesto por demasiadas cosas a la vez.- Caballeros, puedo saber por qué, yo, el presidente, no sabía nada de una junta de emergencia, espero que realmente sea para algo muy serio- le habló a todos esos viejos accionistas, que no se acababan de integrar a la nueva dirección.A Matt le pareció escuchar que alguien dijo “presidente por ahora”, no sabía que se traían entre manos, pero de repente todas las alarmas comenzaron a sonar y más cuando vio, como hizo su aparición nada más y nada menos, que la cuñada de Ailsa en la sala de reuniones.Fiona estaba totalmente intimidada al estar en este sitio tan increíbl
- Señora está equivocada, este hombre es muy parecido a mi hermano, pero en realidad es mi esposo…- ¿Acaso te crees que soy estúpida? - la interrumpió Catriona, sin poder creer que estas personas le hubiesen mentido y hubiesen jugado con ella y con su dolor, en aquel momento.Su hermana menor, Isobel MacLeod, se había enamorado de un hombre pobre, su padre la había repudiado y la había expulsado de la familia.Igual, ella no había renunciado a su amor y se había ido con la poca herencia que le había tocado y su madre, dolida con toda la situación, le mandaba a escondidas un estipendio todos los meses, pero un día, su padre la descubrió y ya se acabó el dinero.Su padre era un hombre muy inflexible, cruel y ellas, le tenían miedo, solo su hermana se atrevió a desafiarlo y la sacó incluso del árbol genealógico de los MacLeod.Catriona, era muy unida con su hermana, pero su padre la vigilaba como un halcón y pasaron los años sin poder volverse a encontrar.Solo algunas cartas muy lejana
Ailsa se quedó en un completo shock.La policía vino y a pesar de no encontrar ninguna razón justificable para llevarse a la Sra. Maisie, cuando escucharon que los MacLeod estaban involucrados, las cosas cambiaron.Se la llevarían primero y averiguarían después.Morag se encargaría de hundir por completo a ese par de infelices, porque el marido bígamo tampoco se salvaría, ni aunque se escondiese debajo de una piedra. Ailsa escuchaba los gritos, las súplicas y las maldiciones, pero no podía salir del estado en el que se encontraba.Le era imposible creer que toda su vida se había basado en una completa mentira, pero lo que era peor, entendió que ella había hecho algo muy parecido.Le había negado a una persona, la oportunidad de conocer a su hijo, solo por miedo y egoísmo.- Emily, Emily – sentía que Morag la llamaba y al alzar la cabeza se la encontró mirándola preocupada.- Morag… - pero Ailsa no pudo seguirle hablando por el nudo que se formó en su garganta y luego se puso a llorar
- ¡¿Cómo se atreve Matthew a quitarte el niño? ¡Ahora mismo vamos al castillo Campbell y…!- ¡Morag, ya basta! – detuvo Catriona, porque Morag en ocasiones era demasiado impulsiva y no analizaba el panorama general.- ¡Pero madre, Ailsa tiene la custodia, entiendo que Matt esté molesto, pero esas no son formas de arreglar las cosas entre adultos!- le respondió molesta y mirando a Ailsa que a duras penas se había calmado.Hace como unas dos horas, la había llamado llorando que si podía ir a su casa. Morag se estaba quedando con su madre en la villa del campo y preocupadas le dijeron que viniera enseguida, que si era necesario buscarla.Entre lágrimas le contó de su encuentro desagradable con Matt y que le quería quitar al niño y expulsarla de su vida.Si no quería verla lo resistiría, pero sin su hijo no podía vivir.- Ailsa hija, ahora que estás más calmada, permíteme hablarte como la persona con más experiencia de vida aquí- se sentó Catriona a su lado, en la cama que prepararon par
- Abuelito, vinimos a despedirnos porque nos vamos- le dijo Callum a Angus que estaba acostado en la cama con un respirador puesto.En realidad, su salud estaba más crítica cada día, por eso, no participaba en ninguno de los eventos que acontecían en su propio castillo, o más bien el castillo de Matt, porque ya había hecho su testamento, el traspaso de todas las cosas importantes a su nieto, a su hija y bisnietos.Angus sabía muy bien que Callum era el hijo de Matt, prácticamente desde que lo vio y lo comprobó por un lunar rojo detrás de la oreja, que tenían casi todos los Campbell. Matthew, no lo tenía, pero su padre sí y Angus también. Además, esos ojos verdes eran iguales a los de su esposa fallecida. Se asombró un poco por las coincidencias del destino, pero la vida le había dado otra oportunidad al tonto de su nieto, para que la volviera a desechar.Si no le dijo nada desde la primera vez, era porque no quería darle ninguna pista ni ayuda. Angus no estaría para siempre, pronto
Matthew estaba sumamente aburrido con la misma charla de negocios de todos los días. Estos señores no sabían disfrutar el momento, estaban en una fiesta y en vez de divertirse, eran todos los temas de cómo ganaban más dinero.Aunque la verdad era que prefería hablar de negocios, que las otras preguntas a las que se enfrentaba actualmente sobre su matrimonio y su vida privada.Resulta que ahora todos estaban interesados por la nueva MacLeod y más cuando surgió el rumor de que estaba “disponible en el mercado” porque se iba a divorciar del Campbell, o sea, él.Ailsa era la nueva comidilla del momento y todos, de alguna manera u otra, le preguntaban si seguían juntos, que por qué Ailsa ya no vivía en el castillo Campbell y todo tipo de preguntas capciosas e indiscretas.Matthew estaba totalmente disgustado y más cuando estas preguntas venían de un hombre. Tenía ganas de partirle la cara a unos cuantos que casi estaban queriéndole levantar a su mujer en su cara.En eso miró a la entrada
Pero en ese momento y antes de que Ailsa pudiese sentirse llena de felicidad, porque Matt estaba enamorado de ella, una llamada telefónica llegó al móvil de Matthew, de la enfermera de su abuelo.Enseguida, preocupado, recogió la llamada y escuchó con angustia lo que la mujer le informaba. Su abuelo, Angus Campbell, el antiguo patriarca, había fallecido.Ailsa vio como Matt se tambaleó de repente y se puso pálido. Enseguida lo apoyó y Matt la miró con ojos rojos.- El abuelo… él… ha muerto- le dijo a Ailsa con la voz quebrada y ella lo abrazó.Matthew se aferró a ella con dolor y tristeza. Aunque llevaba tiempo preparándose para esta noticia, la verdad es que nunca estamos listos para despedir a un ser querido.Ailsa lo consolaba con suaves palabras y le acariciaba su ancha espalda.Sintió algunas gotas húmedas que caían en su cuello, donde Matt había escondido la cara.Su pequeño cuerpo casi no se veía envuelto por su esposo, pero Ailsa solo quería ser su refugio, su ancla y puert