- La Sra. se desmayó por cansancio físico y estrés psicológico – diagnosticó el doctor y con todo lo que había escuchado Matt, la verdad es que solo tener 3 trabajos, ya era algo sobrehumano.- Por favor, póngale lo mejor para que se recupere rápido- pidió Matt- Lo siento, pero es necesario pagar primero las facturas del niño que aún no han sido canceladas y la Sra. ya tiene deudas atrasadas con el hospital, he intentado ayudarla, pero ya no podemos tapar más sus facturas sin pagar- le explica el doctor con una mirada complicada.- Yo pagaré todas las facturas pendientes, las del niño y las de ella, atiéndala con lo mejor, por favor- respondió Matt mirando a la pálida Ailsa en la cama, que estaba más blanca si era posible, de su color original.- ¡Deja a mi mamá, hombre malo! – se oyó de repente una voz infantil seguida por la entrada de un pequeño niño, que comenzó a abrazar a Matthew por las piernas con sus cortos brazos regordetes, como si quisiera separarlo de al lado de la cama
- ¿Y si cambio una hora de tu tiempo por estas chupetas, te parece bien? - Matt le enseñó una bolsa de dulces a Callum y miró divertido, como se hacía el indiferente, pero tragaba saliva audiblemente. - Mi tiempo no vale tan poco- le dijo, pero sus ojitos seguían yéndose hacia la bolsa llena de dulces que comía bien pocos, porque Ailsa a penas le quedaba algún dinero de sobra, para darle algunos gustos a su hijo. - ¿Y si agrego estas barras de chocolate? - utilizó Matt su arma secreta infalible y esta vez las negociaciones, iban por buen camino. - ¿Si me siento en el banco del pasillo fuera de la puerta? - le preguntó el pelirrojo a su madre, ya casi sin aguantarse la saliva que se le escurría por la boca. Ailsa le dio una triste sonrisa a su hijo, por supuesto que sabía cuanto deseaba comerse esos dulces. Asintió y Callum dio un grito de alegría como el niño pequeño que era, pero luego recordó que tenía que seguir con su fachada de duro, delante de Matt. - Tienes una hora – dijo
Ailsa le pidió a Matt que le diera al menos un día para dejar todo en orden en sus trabajos de medio tiempo y en el colegio de infantes al que iba Callum.Matthew le aseguró que contratarían tutores para que lo fueran a enseñar a la casa, en el tiempo que estuviesen fingiendo ser una familia.Ella tampoco tendría que trabajar, de hecho, Matt le dijo que antes de entrar oficialmente a vivir al castillo, firmarían el acuerdo y le serían entregados los primeros 5 millones.¡5 millones! Ni en sus mejores tiempos Ailsa había visto tanto dinero. Habló con Callum y le dijo que no podían decir nada en la casa sobre lo que harían, fingiría que Matt le había ofrecido un buen empleo y así se separaría de su familia.No es que pensara olvidarse de sus padres ya mayores, cuando fuera una mujer de recursos, les mandaría una buena remesa todos los meses, pero si ellos sabían que ella tenía ese dinero en su cuenta o de su trato con Matthew, entonces irían como sanguijuelas a quererlos extorsionar.-
Bien, ya estamos aquí, pero pasen, no se queden en la puerta- le dijo Matt a la pareja de tímidos que miraban con ojos como platos, la suite del hotel donde se hospedaba.Hace menos de media hora, Ailsa lo había llamado llorando y él había salido corriendo, preocupado a buscarlos, solo para encontrarlos tirados en la acera, temblando de frío, con una vieja sábana como maleta, con algunas ropas.A Matt se le partió el corazón verlos así, casi como mendigos, y se preguntó que clase de familia era la de Ailsa que la echaban a la calle, con un niño pequeño, sin ninguna misericordia.- Pueden utilizar el baño y darse un baño caliente para que no se resfríen- comenzó a decirles, luego de que pasaron finalmente con vergüenza y un poco cohibidos- Si vamos a ser una familia para los demás, creo que es hora de empezar a practicar y quiero decirles, que van pésimos.Intentó bromear Matthew un poco, para ver si rompía con el momento incómodo.- Gracias Matthew, no sabes cuanto te agradezco…- Ail
Cuando Ailsa se levantó, no encontró a Matthew en la cama, le dio un poco de vergüenza, el haberse quedado dormida hasta tan tarde, pero es que estaban muy agotados física y mentalmente.Callum se despertó con su movimiento, frotándose los ojitos.Habían dormido como nunca, siempre tenían que acomodarse Ailsa y él en una pequeña camita y por eso la costumbre de dormir tan juntos.Pero este colchón era la gloria, comparado con el que tenían con bultos incómodos y muelles casi a punto de perforar la tela.- Callum, hijo, hoy tenemos que hacer muchas cosas, tienes que portarte bien con Matthew y hacerle caso, nadie puede descubrir que mentimos- le explicaba Ailsa una vez más- Mentir está mal, pero solo por esta vez lo haremos, para ayudar a Matthew “y a nosotros mismos”, ¿bien?Callum asintió con su cabecita, igual llevarse bien con Matt no era problema, a él le gustaba mucho, a pesar de que siempre se estaba metiendo con él.Pero Callum se daba cuenta de que era sin malicia, ya había pr
- Madre ¿Por qué mi tía y ese niño odioso están comprando aquí en la tienda?, ¡mira que linda su ropa! - le señaló su hijo y Fiona se quedó sorprendida al ver a la pobretona de Ailsa, con el salvaje de su hijo, muy bien vestidos y entrando a una boutique.¿Será verdad que se había enredado con un hombre de dinero? Eso tenía que comprobarlo, no podía ser que esa mosquita muerta tuviese tanta suerte.- Vamos hijo, vamos a saludar a tus parientes- haló a Tommy de la mano y se dirigió a la tienda, a la cual nunca entraría, porque no podría comprar ni un pañuelo de esta boutique.Ailsa se paseaba por entre la ropa, horrorizada con los ceros en los precios.El inocente de Callum, sin saber, le señalaba aquí y allá, tal prenda bonita o estos zapatos lindos, sin darse cuenta de los costosos precios de estos artículos.Decidió que deberían empezar por algo más económico, por mucho que Matt le dijera que tenía que vestirse como una señora de alta alcurnia, su mente aún tenía muchas barreras y n
Matthew venía caminando muy feliz, se había demorado un poco comprándole un juguete a Callum de figuras de acción.Le gustaba mucho ver sus ojitos de asombro ante todo lo nuevo, a pesar de intentarlo disimular y parecer maduro.De repente, en el área de las tiendas de ropas de mujeres, le llamó la atención que había muchas personas reunidas en la entrada de una boutique y al parecer, se desarrollaba algo muy interesante que ver.Un presentimiento siniestro le recorrió el pecho y se apresuró con largos pasos a ver qué sucedía. Ailsa y Callum deberían estar en esta zona y algo les decía que tenía que encontrarlos rápidamente.Como en efecto, al apartar a las personas con su robusto cuerpo para pasar al frente, vio el espectáculo de Callum mordiendo a un guardia de seguridad que se quería llevar por la fuerza a Ailsa, la cual le decía, entre lágrimas, que ella no era culpable y que no se podía ir, porque estaba esperando a una persona.- ¿Qué está sucediendo aquí? - su áspera y molesta
Al final, todo el desagradable incidente les quitó hasta las ganas de divertirse, pero el tiempo apremiaba y eran necesarias las compras.Así que la dependiente vio con tristeza y arrepentimiento, como su jugosa comisión se iba, cuando Matthew dijo que ya no quería comprar en esa boutique y se fueron para otra más grande.- Por favor, quiero que le prepare todo tipo de cambio de ropas, desde las cotidianas, hasta combinaciones para cenas, convites, reuniones de negocios, cócteles, absolutamente todo, con calzado y accesorios- le dijo Matt a la personal shopper de la tienda, que miraba con ojos brillantes e intensos a Ailsa, como diciendo: “aquí viene mi comisión del año”Callum y él se sentaron muy cómodamente en dos sillones mullidos, dentro de una salita discreta, del vestidor individual VIP, comiendo unos delicados pastelitos que le habían ofrecido y esperando a que la modelo Ailsa hiciera su pasarela, para ellos dos, como jueces, darle su opinión.- Hoy lo hiciste muy bien protegi