Bien, ya estamos aquí, pero pasen, no se queden en la puerta- le dijo Matt a la pareja de tímidos que miraban con ojos como platos, la suite del hotel donde se hospedaba.Hace menos de media hora, Ailsa lo había llamado llorando y él había salido corriendo, preocupado a buscarlos, solo para encontrarlos tirados en la acera, temblando de frío, con una vieja sábana como maleta, con algunas ropas.A Matt se le partió el corazón verlos así, casi como mendigos, y se preguntó que clase de familia era la de Ailsa que la echaban a la calle, con un niño pequeño, sin ninguna misericordia.- Pueden utilizar el baño y darse un baño caliente para que no se resfríen- comenzó a decirles, luego de que pasaron finalmente con vergüenza y un poco cohibidos- Si vamos a ser una familia para los demás, creo que es hora de empezar a practicar y quiero decirles, que van pésimos.Intentó bromear Matthew un poco, para ver si rompía con el momento incómodo.- Gracias Matthew, no sabes cuanto te agradezco…- Ail
Cuando Ailsa se levantó, no encontró a Matthew en la cama, le dio un poco de vergüenza, el haberse quedado dormida hasta tan tarde, pero es que estaban muy agotados física y mentalmente.Callum se despertó con su movimiento, frotándose los ojitos.Habían dormido como nunca, siempre tenían que acomodarse Ailsa y él en una pequeña camita y por eso la costumbre de dormir tan juntos.Pero este colchón era la gloria, comparado con el que tenían con bultos incómodos y muelles casi a punto de perforar la tela.- Callum, hijo, hoy tenemos que hacer muchas cosas, tienes que portarte bien con Matthew y hacerle caso, nadie puede descubrir que mentimos- le explicaba Ailsa una vez más- Mentir está mal, pero solo por esta vez lo haremos, para ayudar a Matthew “y a nosotros mismos”, ¿bien?Callum asintió con su cabecita, igual llevarse bien con Matt no era problema, a él le gustaba mucho, a pesar de que siempre se estaba metiendo con él.Pero Callum se daba cuenta de que era sin malicia, ya había pr
- Madre ¿Por qué mi tía y ese niño odioso están comprando aquí en la tienda?, ¡mira que linda su ropa! - le señaló su hijo y Fiona se quedó sorprendida al ver a la pobretona de Ailsa, con el salvaje de su hijo, muy bien vestidos y entrando a una boutique.¿Será verdad que se había enredado con un hombre de dinero? Eso tenía que comprobarlo, no podía ser que esa mosquita muerta tuviese tanta suerte.- Vamos hijo, vamos a saludar a tus parientes- haló a Tommy de la mano y se dirigió a la tienda, a la cual nunca entraría, porque no podría comprar ni un pañuelo de esta boutique.Ailsa se paseaba por entre la ropa, horrorizada con los ceros en los precios.El inocente de Callum, sin saber, le señalaba aquí y allá, tal prenda bonita o estos zapatos lindos, sin darse cuenta de los costosos precios de estos artículos.Decidió que deberían empezar por algo más económico, por mucho que Matt le dijera que tenía que vestirse como una señora de alta alcurnia, su mente aún tenía muchas barreras y n
Matthew venía caminando muy feliz, se había demorado un poco comprándole un juguete a Callum de figuras de acción.Le gustaba mucho ver sus ojitos de asombro ante todo lo nuevo, a pesar de intentarlo disimular y parecer maduro.De repente, en el área de las tiendas de ropas de mujeres, le llamó la atención que había muchas personas reunidas en la entrada de una boutique y al parecer, se desarrollaba algo muy interesante que ver.Un presentimiento siniestro le recorrió el pecho y se apresuró con largos pasos a ver qué sucedía. Ailsa y Callum deberían estar en esta zona y algo les decía que tenía que encontrarlos rápidamente.Como en efecto, al apartar a las personas con su robusto cuerpo para pasar al frente, vio el espectáculo de Callum mordiendo a un guardia de seguridad que se quería llevar por la fuerza a Ailsa, la cual le decía, entre lágrimas, que ella no era culpable y que no se podía ir, porque estaba esperando a una persona.- ¿Qué está sucediendo aquí? - su áspera y molesta
Al final, todo el desagradable incidente les quitó hasta las ganas de divertirse, pero el tiempo apremiaba y eran necesarias las compras.Así que la dependiente vio con tristeza y arrepentimiento, como su jugosa comisión se iba, cuando Matthew dijo que ya no quería comprar en esa boutique y se fueron para otra más grande.- Por favor, quiero que le prepare todo tipo de cambio de ropas, desde las cotidianas, hasta combinaciones para cenas, convites, reuniones de negocios, cócteles, absolutamente todo, con calzado y accesorios- le dijo Matt a la personal shopper de la tienda, que miraba con ojos brillantes e intensos a Ailsa, como diciendo: “aquí viene mi comisión del año”Callum y él se sentaron muy cómodamente en dos sillones mullidos, dentro de una salita discreta, del vestidor individual VIP, comiendo unos delicados pastelitos que le habían ofrecido y esperando a que la modelo Ailsa hiciera su pasarela, para ellos dos, como jueces, darle su opinión.- Hoy lo hiciste muy bien protegi
- Bien, ya estamos llegando- les anunció Matthew y los curiosos Ailsa y Callum; ah no, ahora, Emily y Liam Campbell, las nuevas identidades falsas de la familia de Matthew Campbell.El secretario Jack, como siempre muy eficiente, había construido toda una vida y una fachada para la familia estadounidense de los Campbell.Un contrato en beneficio de Ailsa y una certificación de matrimonio, retroactiva y válida.En realidad, con tantas buenas oportunidades, Duncan Cameron, el tío político de Matt, no había ascendido más en la empresa, porque no era una lumbrera que digamos y sí, bastante prepotente, creído y torpe en los negocios.Solo aprovechándose del dinero y la fama de la familia de su esposa, Isla Campbell, un pobre infeliz como él, había podido llegar a la cima.Pero por muy tonto que fuera Duncan, la junta directiva no lo era.Con la eminente muerte del patriarca y principal inversor, todos estaban como urracas, esperando a ver que parte de los restos de la fortuna y acciones de
- Bueno, esta sería nuestra habitación- le dijo Matt a Ailsa, mostrándole su amplio cuarto, con una pequeña sala, cómoda para ver la televisión y a continuación el dormitorio con su baño privado y su vestidor individual. Todo estaba decorado, de manera seria y con maderas oscuras, pero a Ailsa le gustó este estilo masculino. Nunca en su vida pensó estar invadiendo un espacio tan personal de Matthew y mucho menos, quedarse solos a compartir la habitación, como una pareja real. - Lo siento si te sientes incómoda con que tengamos que compartir la cama, prometo comportarme como un caballero- le aseguró Matt mostrándole la enorme cama King, sin saber que Ailsa estaba en un canal completamente diferente a sus palabras y pensando con vergüenza, como amanecía todas las mañanas, enrollado como un pulpo alrededor de la suave Ailsa. No sabía que tenía esa veta de pegajoso nocturno, pero claro, tampoco es que se hubiese quedado a dormir con muchas mujeres en su vida. Era de los que iba a lo q
Ailsa se tocaba con incredulidad la cara donde la mujer la había golpeado con toda su fuerza e incluso le había herido el labio inferior.- ¡Entonces, si tanto quieres pedir disculpas por los golpes de mi hijo, tendrás que pagármelos tú misma, o acaso tu cara es más importante que la de mi hijo y alégrate de que fue solo una bofetada, porque tengo ganas de destrozarte en el acto! - la amenazó la mujer- Y la factura del hospital, por supuesto que va a llegarte, ponle un bozal a tu perro, si no sabe comportarse en sociedad, como los seres humanos.Y tomando a su hijo de la mano, la mujer se fue muy digna, seguida de las otras amigas de Isla, que murmuraba y hablaban peste de Ailsa y su hijo.- ¡Mamá, mamá, te juro que ese niño fue quien empezó a decirme que tú eres una put4 y una calienta camas de hombres, una trepadora, arribista, no sé qué es eso, pero seguro es malo, ese niño es malo, me rompió mi juguete y después me empujó y se reía, es un malvado! - lloraba Callum, angustiado por