Por Gonzalo

Se fue, mi chiquita se fue.

La volví a perder por Marta.

Mejor dicho, porque quise pensar que Marta no está tan loca para intentar lastimar a Debi.

Internamente sé que es capaz de hacerlo.

Lo que sucede, es que pensé que cuando Debi sentía que la seguían, podía ser yo mismo, que cuando ella sale los sábados por la noche, me convertí en su sombra.

Soy cobarde, eso no se lo confesé.

Soledad estaba furiosa conmigo y me contestó de mala manera, Luz y Florencia están molestas y fueron ellas, las que decidieron que yo supiera que había sucedido, por lo que escuché, Débora no quería contármelo.

No tiene confianza en mí y piensa que yo defiendo a Marta.

Pareció que sí hice eso.

No me importa Marta y hasta nombrarla es como una maldición para mí.

Por ella perdí mucho, hasta la confianza de mi chiquita, para que me cuente abiertamente lo que le sucede.

Y yo, como un idiota, le dije que exageraba.

Entré en pánico y quise convencerme que Marta no podría ser capaz de hacer eso, sin emb