Por DéboraEstoy confundida, mis noches también son eternas sin él, me desespero, lo necesito, necesito sus besos.Por otro lado muero de celos pensando que deseó a otra.No soy feliz y a esta altura, creo que la felicidad en el amor no se hizo para mí.-Si Ema me busca para arreglarnos…lo voy a hacer, estoy cansada de llorar y de extrañarlo.-Yo no puedo, es más fuerte que yo, aunque el vacío que tengo es inmenso.Me quedé pensando en lo que me dijo mi amiga y en la mirada, tan triste, de Gonzalo cuando le dije que había ido a mirar hombres.Se lo dije de peleadora, quería que sufra y que muerda el veneno de los celos.Él es celoso y posesivo.Salí del consultorio de la obra social, para la cual estoy trabajando y vi a Marta.Un miedo me recorrió la columna vertebral.Las dos nos quedamos mirándonos y me debo haber puesto pálida, porque Marta se apresuró a decir que estaba en la clínica por un tratamiento.Respiré recién en ese momento.-No te asustes, estoy bien, gracias por retirar
Por DéboraNo dejó de besarme en ningún momento, creo que hasta se olvidó que estábamos en el casamiento de su hermano.Sus manos se volvieron más…juguetonas.-Gonzalo, nos están mirando.Le digo en el oído.-No me hables en el oído porque no soy dueño de mí.Me lo dice de la misma manera, pero su boca se queda mordisqueando el lóbulo de mi oreja.-Gonzalo…-Te deseo, estoy hambriento de vos, si supieras lo destruido que estoy sin vos, mis sábanas están frías y mi cuerpo necesita tu calor, necesito tenerte, necesito…el calor y la humedad de tu vientre.Fue suave, en realidad no fue chabacano al expresar lo que sentía, pero no lo dijo en voz demasiado baja, creo que mi hermano lo escuchó, aunque en ese momento le estaba contestando algo a Gabriel.-Te voy a enamorar día a día, sos mi mundo, no puedo más con la angustia de estar sin tu amor, sin tu presencia, sin tus besos y sin tu cuerpo…necesito…amarte.Esto sí me lo dijo al oído, mientras me besaba.Yo estaba por las nubes, lo necesi
Por Gonzalo.Débora no quiso ir conmigo al casamiento, yo sabía que estábamos en la misma mesa.En la iglesia, me acerqué para saludar a sus padres y le planté un beso en la boca a ella.No puede ser que el contacto que tenga con mi mujer, sea robándole besos.En el salón, cuando llegó, yo ya no me despegué de ella, había un amigo de mi hermano que no dejaba de mirarla, yo estaba bastante molesto, espero que ni se acerque a nuestra mesa.Cuando Debi se sacó la capa, realmente se me cortó la respiración.Estaba vestida de lujuria, de sexo y lujuria.Se llevó todas las miradas de los hombres que estaban cerca, yo quería abrazarla y besarla para que todos se enteren que es mía.La llevé de la mano a nuestra mesa.Comienzo a hablarle en el oído y terminé besándola en la boca.En un momento, su hermano le hace un comentario y Debi discute con él, que aprovecha la ocasión para decirle caprichosa, estaban comenzando una de esas discusiones de hermanos, como las que yo tenía con Tiziano cuand
Por GonzaloA las dos de la tarde me desperté pegado a ella, con mi erección en su cola, Debi seguía durmiendo y yo, lentamente comencé a acariciarla, hasta que se despertó.Por fin tengo sus besos, se me hicieron eternos los días en que no la tuve y ahora no puedo alejarme de ella.-Hola amor.Me dijo y yo prácticamente estaba agarrando los preservativos.-Me quiero duchar primero.Me sirve, esas palabras son una promesa de sexo.En cuanto abrió la ducha, yo me metí con ella.-Ya me imaginaba que ibas a meterte conmigo en la ducha.Lo dice riéndose, la veo contenta, me relajé, espero que no huya nunca más de mí.Nos enjabonamos mientras que nos acariciamos, cuando la quise penetrar, no lo permitió, porque no tenía preservativos, salimos rápido y en la cama, la tomé como si no existiera un mañana.Hicimos el amor dos veces, nos levantamos, porque cerca de las cinco de la tarde, nos apremió el hambre.No tenía mucha comida en casa, sin ella, no pasé por el supermercado, apenas comía, v
Por GonzaloEstábamos cenando en casa, vivo con mis padres, o al menos duermo allí varias veces por semana, lo hago por comodidad, aunque en ese momento estaba incómodo, a veces mi madre se ponía muy densa con el mismo tema, repetía, cada vez que podía, lo hermosa que es su nueva maquilladora, que si es delgada, pero con excelente cuerpo, que si es perfecto, que su altura es ideal, que tiene una cara de modelo, que sus ojos verdes son hermosos y parecen esmeraldas.Parecía una representante artística queriendo venderla como si fuera un producto.Estaba seguro que lo hacía a proṕosito, solo para molestar a Marta, mi novia.Mi madre no quería a Marta, trataba de disimular, aunque creo que mucho no se esforzaba.En ese momento, la cara de mi novia llegaba al suelo.Tampoco sé porque le molesta tanto que mi madre hablara de alguién que ninguno conoce.-Mamá, ya la nombraste mil veces y nadie la conoce, cambiá de tema.-Perdón hijo, es que es tan bonita y las clientas están felices, además
Por GonzaloRodrigo no aportó dinero, pero mi padre le cedió uno de los departamentos de dos ambientes de los pisos de abajo a cambio de su trabajo.A Gabriel por su trabajo le cedía uno igual, pero terminamos haciendo otro acuerdo, le pagó con la mitad de un departamento que ocupaba todo el quinto piso.Que desde ese momento es nuestra oficina, la otra mitad de ese piso es mía.A partir del 6 piso los departamentos eran semipisos.Por el dinero que puso mi amigo, mi padre le dio un semipiso, bastante más alto del valor que él había puesto inicialmente, era conveniente para Gabriel y también lo era para mi padre, porque no pagaba parte de los intereses bancarios que eran altísimos.A mí me cedió otro semipiso, por el dinero que invertí, estaba más o menos en las mismas condiciones que Gabriel.Fue un negocio redondo para todos.El primer año fue el más duro, porque faltaba terminar el edificio y había que abonar el crédito hipotecario que era altísimo.Mi madre tomaba todo el trabajo
Por GonzaloComo tantos jueves, nos encontramos con Gabriel y Rodrigo.Rodrigo propuso ir a un pub que tenía un par de mesas de pool, nos dijo que la otra vez había ido y tenían unas hamburguesas espectaculares.A último momento se nos unió el primo de Gabriel, Emanuel, a veces venía con nosotros, es de nuestra edad.Con cervezas de por medio y charlas informales, cenamos en ese lugar.-¿Qué mirás Gonzalo? Te distrajiste mil veces.Me pregunta Gabriel, que estaba de espalda a las mesas de pool.-Un culo, un culo espectacular.-Pero los culos son mi especialidad.Dice Gabriel, dándose vuelta.-La voy a encarar, a la de pantalones blancos.Les aviso.Eran cuatro chicas que estaban jugando al pool, hacían desastres más que jugar al pool, pero estaban las cuatro, bastante buenas.-Vos que siempre bocaneas que te gustan las mujeres maduras, te cuento que esas chicas no sé si llegan a los 20 años.-¿Le viste el culo?Insisto yo, que no puedo despegar mi mirada del culo de esa chica.Le pido
Por GonzaloCon mis amigos nos miramos sin entender qué sucedió.Ninguno ganó y con ganar, me refiero a que ninguno de los cuatro terminó con alguna de ellas.-Al menos le comiste la boca.Dice Ema.-El último beso me lo dio ella y creo que estaba buscando dejarme con ganas de ella, con más ganas…-Perdimos con criaturas.Rodrigo no puede creer que ninguno ligó.De los cuatro, Rodrigo es el más tranquilo, por supuesto que también tiene novia, vive solo y Laura, su novia, se queda unas cuantas veces por semana a dormir en su casa, pero tampoco le blanqueó que tiene el departamento en el edificio de mi padre.Ese departamento lo usa para llevar a sus conquistas.Emanuel, Ema para los amigos, había salido de una relación de tres años, entre su libertad y su novia, eligió lo primero, a pesar que decía estar bien con la chica.Gabriel era el más mujeriego de los cuatro, está al mismo nivel que Tizi, muchas veces, antes que Tiziano perdiera la batalla contra Luz, los sábados que yo salía co