John
- Buenas noches mis diosas, soy John, te presento mi amigo Auracio y tú?
Ella me da la mano, sus manos son suaves, delicadas, hechas para caricias, mis caricias.
Auracio
Saludo a la diosa frente a mí.
Maldición, ella me pone en todos mis estados, ¿cómo podemos ser tan hermosos? ¡Y este aire angelical! Cuando veo esta cara fina, estos deliciosos labios que solo piden ser comidos y estas elegantes manos que aspiran a darme abrazos, deben ser suaves al tacto.
¿Qué está sucediendo? Me convierto en sentimientos? Por supuesto que no. Haré todo para besarla esta noche y poder olvidarlo justo después.
¿No veo lo que tiene más que los demás? Para hacerme sentir estas sensaciones únicas y locas. No quiero sentir eso.
- Buenos será Amore Mio, yo es Auracio para servirte, eres hermosa.
- Gracias, mi nombre es Ariane y aquí está mi mejor amiga Marianne.
- Enchante, de hecho, soy Marianne, gracias Champagnes.
- Todo el placer es para mí, dijo John, espero que te diviertas.
- Sí, es divertido, tengo la impresión de que son caballeros esperados.
- No te preocupes, ten cuidado.
- Tengo la impresión de que nos matarán con los ojos.
- Estas son solo miradas, no te harán nada, a riesgo de perder tu vida.
- Indulto ?
- No prestes atención a John, bromea.
- Nunca estoy bromeando.
Ariane
El presunto Auracio esto se mueve al acercarse a mí y le pide a Marianne que le dé su lugar.
- No te pierdas las bragas, señor.
- Sé lo que quiere y te quiero.
Él se instala a mi lado y soy Assalli por su perfume, me invaden este olor a hombre alfa que me hace estremecer. Está tan cerca que nuestras manos lo tocan y tengo escalofríos que enrutan todo mi cuerpo.
Para ocultar mi desorden, le hago la primera pregunta que me pasa por la cabeza.
- ¿Qué estás haciendo en la vida señor?
- Llámame Auracio, hago la exportación de importaciones.
- Y tú ? ¿Podemos ser sintonizados?
- Sí, estoy buscando trabajo, acabo de terminar mis estudios.
- ¿No eres un poco joven, para haber terminado los estudios? ¿Cuántos años tienes veinte años, veinte años? Si no es demasiado indiscreto.
- No, no es indiscreto, tengo diecinueve años, no demasiado joven para trabajar, pero ciertamente demasiado joven para ti. Si te ofendes. ¿Cuántos años tiene?
- Anotas un punto, tengo cuarenta años.
- No los haces.
- Gracias, John, ¿puedes dejarnos solos por un tiempo?
- Ok, diga John, levantándose con él, la amiga de Ariane.
- Finalmente solo, dijo Aulicio, acercándose a mí. Conociendo su mano en mi muslo, acariciándome lentamente.
Me trago porque esta caricia me da el púlpito de pollo, mi cuerpo lo pide como sed en el desierto.
Se inclinan hacia mis oídos, siento su respiración en mi golpe antes de sentir sus labios en mi oído que lame retrasadamente. Cierro los ojos y saboreo el momento, es una sensación indescriptible y única, me cuelgo como un drogadicto que toma su dosis después de varios días de falta.
- Te quiero y estoy listo para hacer cualquier cosa para llegar allí, ¿dime tu precio?
- Qué ?
Antes de darme cuenta de la bofetada, todos lo escucharon. Se vuelven hacia nosotros, todos me miran como si hubiera matado a alguien. Es solo una bofetada muy pequeña, se lo mereció. Estoy tan enojado. ¿A quién me lleva?
El shock
Auracio
Recibo la primera bofetada en mi vida. Permanezco congelado por la conmoción, nadie ha usado toda mi vida. ¿A quién atrapó?
Aflojé mis manos alrededor de su golpe y sus abrazos.
- ¿Qué te está llevando?
Me enderezo con ella, su cuello todavía en mi mano, la presiono contra la pared detrás de ella.
- Solo porque te quiera que te vas a permitir libertades, otros murieron por menos de eso.
- No te dejo faltar al respeto, no soy una puta.
- Todas las mujeres son putas, excepto que las prostitutas asumen.
- Especies de rata de alcantarillado, deja ir.
Ella trata de aflojar mis dedos inquietando, haciendo que mis sentidos burbujeen por su fricción.
Presiono mi piscina contra ella haciéndola sentir mi tercer pie. Deja de moverse comprendiendo lo que está pasando, sus mejillas son rojas, con los ojos muy abiertos, sin aliento.
- ¿Qué es ... que estás haciendo? Un tipo de paciente, perverso narcisista, ¿no me dice eso? No ! No tienes tres pies, ¿verdad?
- No Mi Amore, no tengo tres pies, es solo el pequeño Auracio quien quiere probarte, me digo a mí mismo en sus labios que me presionó para que los probara, que me han llamado desde que la vi.
Sus labios son jugosos como frutas maduras, las devordo como una hambre, estoy en el paraíso, no en el infierno, ya no sé, ya no sé dónde estoy.
En el paraíso porque saboreo este momento mágico y en el infierno porque quiero sumergirme en ella, nadar en su pequeño coño apretado, meloso a voluntad.
Ella trata de luchar, para escapar de mi toque, no la dejo hacerlo, lo aprieto aún más, solo somos uno.
Abandoné sus labios por un momento para descender hacia su pecho, sus senos erectos, orgullosos que llaman a mis dedos, tomo el final entre mis dedos, los alicates, las prensas como la toronja muy madura, gimió, se detiene, sus ojos cerrados y saborea el momento. Sus senos están hechos para mis manos, creados para ellos para que se sonrojen a voluntad.
Los presiono, me desborzan un poco de mis manos, las consigo cada vez más, siento que el calor saca de su coño, voy a los muslos que me acaricío, son suaves, vuelvo a su Mont Venus, extendí la barrera de su ropa interior, me acaricia de manera delicada su pubis, ella giró con fuerza, los equipos mi dedo.
- Estás bien empapado para mí, para mi cola, déjame llenarte esta noche, déjame perderme en ti, huir en el fondo de ti, hacerte mía, probarte, chuparte, pasarás la mejor noche de tu vida.
Susurro en su oído:
- Te dije que todas las mujeres son putas, entonces, ¿cuál es tu precio? Dime que lo termine, ¿cuánto quieres pasar la noche conmigo?
Ella se congela e intenta abofetearme, agarro su mano, le pongo un beso.
- No te enojes, no te juzgo, los dos lo queremos.
- Imofera, fea, bastardo, ¿tu madre no te ha enseñado a hablar con las mujeres?
ArianeEstoy obsesionada con todas estas sensaciones desconocidas, increíbles, voluptuosas, sensacionales... En fin, no tengo palabras para describir lo que siento, es vertiginoso. Mi cuerpo está atravesado por un fuego ardiente que solo pide ser apagado o expandirse hasta la última terminación nerviosa. Ya no me pertenece.Siento sus dedos sobre mis pechos, que se elevan implorándole más, suplicándole que continúe, ansiosos de sus caricias. Estoy perdida, ¿cómo me llamo? No sé quién soy ni dónde estoy. Todo lo que importa es esa sensación que me enloquece. Por favor, no te detengas, tengo tantísimas ganas... Ja, ja, ja... Alívame, mi bello corcel. ¡Sí! Mi mente está a la deriva, es tan delicioso.Siento su mano rozando el interior de mis muslos, subiendo hacia mi centro. Estoy hirviendo, la respiración entrecortada, suspendida, esperando, rogando por más. Sus dedos me acarician y mi jugo brota como una fuente, inundando sus dedos. Se detiene, saboreando el momento.—Estás bien empapa
Ariane—Mantente tranquila.Él continúa besándome, una mano agarra mi muslo, apretándolo, mientras la otra sostiene mi cabeza, sometiéndome a su invasión en mi boca. No puedo soportarlo más: respondo a su beso con pasión. Aunque no soy muy experimentada, he besado a algunos chicos, sé más o menos qué hacer.Como si eso lo impulsara, atrapa mi lengua, la chupa, juega con ella, después muerde mi labio inferior, lo lame, desciende por mi barbilla, por mi garganta... Gimo, intento detenerlo, pero estoy consumida por un fuego ardiente.La parte baja de mi vientre duele, clama por alivio. Siento su miembro bajo mí, me froto contra él; él gruñe, sus manos recorren todo mi cuerpo, mientras su boca baja hacia mis pechos, que parecen haber sido excluidos del festín.—Parad, por favor, no podéis seguir aquí, no estamos solos.Como si me despertaran de un sueño, lo empujo bruscamente y trato de respirar.Me aparto de él, y él me deja hacer.—No te acerques más a mí o, si no...—¿Y qué harás, mi a
Capítulo 9: ¿Qué voy a hacer?ArianeMe estoy dando una ducha rápida, la ducha es magnífica, grande para ser de un avión. Me seco, la cabeza en las nubes, porque aún no puedo entender lo que ha pasado, pasando de ser una persona libre a una secuestrada en el transcurso de una noche, secuestrada, presa. Me pregunto¿Qué va a ser de mí? ¿De nosotros? Porque llevé a la que me sirve de hermana en mis locuras. La veo entrar en la habitación con una cara de funeral.- Te pido perdón, querida, por una vez debí haberme contenido, ser discreta. ¿Qué nos va a pasar ahora? ¿Quién es ese hombre? ¿Para que me secuestra en Las Vegas sin temor a nada, sin que nadie se atreva a intervenir? Estoy condenada, estamos condenadas.- No hace falta que me lo digas.Ella me susurra al oído- ¡Es un mafioso! ¿Y el jefe de todos los mafiosos de Italia?Siento un escalofrío.- ¿Qué? ¿Estás bromeando, verdad? ¿Es para asustarme, es eso?- ¿Crees que podría bromear en un momento así?- No.- Siempre te he dicho q
AuracioMi piloto nos pide que nos abrochemos los cinturones, el avión va a aterrizar.Por fin estoy en casa. Bajamos después del aterrizaje y, tras recoger mi precioso paquete, la veo: está allí, tan hermosa, dormida, tan inocente, tan tranquila, tan callada.Acaricio suavemente su rostro. ¡Qué hermosa es! Mi corazón da un salto en mi pecho cuando mis dedos entran en contacto con su piel. ¿Cómo una cosita tan pequeña puede aullar tanto, como un robot al que no se le puede apretar el botón de detener?¡Hay que volver rápido para aliviarme un poco con otra, aunque me hubiera gustado que fuera con ella! Pero nunca he obligado a una mujer a estar conmigo, y no voy a empezar hoy.El día que la folle, no podrá caminar durante una semana. Voy a tener paciencia, soy muy paciente cuando se trata de acechar a una presa.Porque ella es mi presa, una hermosa gacela que me tomaré mi tiempo para saborear bien. ¡Ñam! Ella lo va a sentir pasar.Mis cuatro coches están estacionados en línea india; mi
Capítulo 1 – Fin de cursoArianeMe despierto con una energía que me recorre el cuerpo como una corriente eléctrica. Hoy no es un día cualquiera: es mi último día de clases. Por fin.Déjame presentarme. Me llamo Ariane Akon Leslie, tengo 19 años y estoy terminando la carrera de Gestión Empresarial. Ha sido un camino largo, lleno de desafíos, pero lo he recorrido con la frente en alto. No tuve atajos. Nada me fue regalado. Todo me lo gané.Mis amigos dicen que soy hermosa. Tengo una figura de reloj de arena, piel morena y un cabello liso que me cae en cascada hasta la mitad de la espalda. Me gusta cuidar mi cuerpo, pero sé que mi verdadero valor no está en lo físico. Soy ambiciosa, determinada. Quiero más.Hoy debo recoger mi diploma, así que no pierdo el tiempo. Salgo de mi habitación, me ducho con agua caliente, dejo que el vapor relaje mis músculos y luego desayuno algo rápido. El día me espera.Vivo en un piso compartido con mi mejor amiga, Marianne. Aunque ahora debería estar de v
Capítulo 2 – AurácioAurácioMi jet aterriza en Las Vegas tras varias horas de vuelo. Nos recibe el mismísimo Sanguinario en persona, una señal clara de cuánto valora nuestra colaboración. No esperaba tanto de su parte, lo admito.Pasamos por el detector de metales. Nos registran con minuciosidad; en este negocio, la confianza jamás excluye el control. Una vez terminadas las formalidades, nos saludamos con un apretón de manos.—Buenas noches. Bienvenido. Espero que hayas tenido un buen viaje.—Muy bien, gracias.—Por favor, sígueme.Frente a nosotros, diez vehículos alineados. Subimos al que ocupa el centro.—He privatizado un edificio entero para alojarte a ti y a tus hombres.¿Te parece bien?—Ya tenía mis propios arreglos, pero en aras de la confianza, acepto. Gracias.—Te dejaré descansar. Nos vemos a las 10 p. m. en mi club.—Perfecto. Me parece bien.Permanezco en el coche unos minutos, esperando la confirmación de mi teniente de que todo está en orden. Cuando me da luz verde, d
El clubAriane- despiértate dormilona..- puta, déjame dormir un poco, tengo mucho sueño, no he podido cerrar un ojo en toda la noche.- si queremos ir de compras hoy, ¡es ahora, ya es mediodía!- ¿Qué? No puede ser.- ¡Oh, sí, Marianne! Entonces levántate y ve a lavarte, yo me encargo del desayuno.- gracias, ¿qué haría sin ti?- Siempre me hago esa misma pregunta... Ella se levanta y se dirige a la ducha. Yo voy a la cocina a preparar un buen risotto. Me encanta ese plato.Marianne y yo nos conocemos desde hace cuatro años, es decir, desde la muerte de mi madre, el conductores borracho era su tío, a quien ella estaba muy apegada. Sus padres todavía viven, pero ella prefirió quedarse conmigo para que nos apoyáramos durante este duelo.Yo ya no tenía nadie con quien vivir, sus padres siempre estaban entre dos aviones. Ella prefirió vivir conmigo porque siempre estaba sola, cada mes sus padres le envían dinero, que comparte conmigo. ¿Creen que no le quiero? Pues no, sí lo necesito y n
Capítulo 4 – Reunión (2)AuracioBajo para encontrarme con John Smith. Nos espera en la limusina, acompañado, como siempre, por mujeres impresionantes. Me acomodo frente a él mientras dos bellezas se acurrucan a sus costados.—¿Bien descansado? —pregunta con una sonrisa relajada.—Lo suficiente —respondo, directo.—Te presento a mis actuales compañeras: Abril y Bretaña.—Buenas noches, señor —dicen a coro.—Buenas noches, bellezime.John chasquea los dedos, y dos mujeres más se acercan a mí: una rubia con curvas letales, la otra pelirroja, con unos ojos verdes que parecen leer el alma.—Para ti, hermano. Megs y Tisha.—Encantado —respondo mientras me evalúan con descaro.—Estás delicioso —susurra Tisha.—Te cuidaremos bien —añade Megs, relamiéndose los labios.—Me parece encantador —digo, conteniendo una sonrisa.El conductor arranca. Veinte minutos después, escoltados, llegamos a un restaurante elegante. Nos ubican en una mesa reservada, apartada del resto. A cada lado, las mujeres n