Liam toma los muslos de Rebecca y los separa con suavidad mientras no le quita los ojos de encima haciéndolo todo aún más seductor de lo que ya es.Él juega con ella, deslizando su mano en su interior y haciendo círculos en su clítoris con el pulgar e introduciendo su dedo índice y corazón en su interior.—Estás tan mojada y tan caliente ¡Mierda, nena! Estás completamente deliciosa —dice y retira sus dedos para llevárselos a su boca— Y sabes deliciosa también —sus ojos se oscurecen dejando ver un brillo tentador en ellos.Él baja su mano y termina de desabrochar su pantalón. Sin bajarlo, mete sus manos dentro y deja salir su miembro erecto logrando captar la mirada viciosa de Rebecca.Ella se queda observando cómo él se toca moviendo su mano hacia arriba y hacia mientras no deja de mirarla.De pronto sus movimientos se detienen y, tomando su pene por la base, le da unos golpecitos en su clítoris para provocarla haciendo que se le escape un gran gemido.A esas
La boca de Rebecca se abrió de par en par cuando escuchó lo que Liam tenía para decir. El día que estaba teniendo era realmente surrealista, casi tiene que pellizcarse para asegurarse de que todo no formaba parte de alguna especie de sueño retorcido.—Por supuesto, te ofreceré un pago mientras cumples tus últimas dos semanas en la empresa.“Me debo estar volviendo loca o esta vez, Liam sí que se ha pasado con su arrogancia. Me pasé días pidiéndole mi renuncia, acepté a ir a ese maldito viaje con él precisamente porque deseaba mi renuncia y, ¿ahora que deseo quedarme, ahora que se metió hasta en mis huesos quiere despedirme? ¿Tan desesperado está por librarse de mí?”—Liam, dime la verdad ¿está pasando algo, verdad? Porque no hay manera en la que puedas estar hablando en serio. Me tienes en un constante tira y empuja ¿Por qué?La pregunta de Rebecca lo toma por completa sorpresa. Desde esa mañana le está hablando más directo que nunca. Le ha confesado sus sentimientos una y otra vez y
Las palabras acaban de salir de la boca de la doctora y todo, las emociones, el viaje, el estrés del trabajo, se le viene encima a Rebecca ahogándola en un mar de sentimientos encontrados del cual no puede salir a flote.—¡No puede ser! —es todo lo que logra decir ella antes de echarse a llorar como una niña pequeña.¿Qué iba a hacer ahora? No había pensado en que Liam acababa de decirle que no trabajaría más en la empresa, prácticamente la estaba echando hacía unos minutos. No puede criar un bebé si no tiene trabajo.¡Demonios! Ni siquiera sabe cómo criar un bebé, y mucho menos sola. Definitivamente no se encontraba en el mejor momento para recibir una noticia como esta.La culpabilidad se le vino encima, no tenía estabilidad emocional, ni económica próximamente, tenía casi treinta años y su vida se encontraba de cabeza. “Acabo de enterarme de que seré mamá y todo lo que puedo hacer es llorar como una cría. Qué egoísta estoy siendo, hay mujeres que se pasan tod
Las palabras de Maya retumban en los oídos de Rebecca una y otra vez. No puede ser cierto eso. De pronto, todas las ideas que la pelirroja se había formado en su cabeza cambiaron en apenas un abrir y cerrar de ojos.La sorpresa es lo primero que la golpea, luego, el dolor la reemplaza, sintiéndose como si hubiese sido atropellada por cientos de autos.Su cerebro comenzó a trabajar a toda velocidad.“Es esa la razón que se esconde detrás de todo el mal comportamiento de Liam hacia mí? ¿Es por eso que desde que regresamos del viaje? ¡Mierda! Quizás esto se remonte más atrás, quizás, Margot haya sido la razón por la que nos marchamos del Gran Cañón, tal vez ya esto le venía dando vueltas en la cabeza a Liam y decidió estar con ella.Ahora le encuentro sentido a todo, sus malos tratos, todas las veces que me ignoró, los deseos de echarme de la empresa. Todavía no entiendo cómo me asombro de ser tan idiota.Ya me lo había prometido a mí misma, que no iba a caer más en sus jugarretas, que
ꟷMartin, creo que este no es el mejor momento para discutir ese tema, creí que ya habíamos llegado un acuerdo sobre eso, además, te necesito ahora más que nunca. Si no necesitas nada más…estoy un poco ocupado, en caso de que no lo hayas notado ꟷle responde Liam.En su tono de voz queda más que claro que está molesto. Antes de que Rebecca interrumpiera en la oficina ya él estaba teniendo una discusión bastante acalorada, esto era lo menos que él se esperaba,ꟷPues yo creo que es el momento perfecto, y, déjame decirte, si crees que voy a limpiar todo tu desastre ahora que te vas a casar con otra mujer, estás muy equivocado, no me conoces en lo absoluto.ꟷ¡¿Casarse con otra mujer?! ꟷexclama Margot.ꟷAdiós, Liam ꟷdice Rebecca y sale corriendo.Azota la puerta de la oficina detrás de ella y sale directo hacia los elevadores con las lágrimas casi saliéndoles de sus ojos a su gusto y pensando que pedirá que luego le envíen sus cosas a su apartamento.Las puertas del elevador por fin se abren
La mano de Liam se desliza por el cuello de ella tomando su cabello antes de inclinar su cara para cubrir sus labios con los suyos. Los labios de él están calientes contra los de ella, fríos y húmedos por todas las lágrimas que han caído sobre ellos y besarlo no es más que una dulzura deliciosa después de tanta tortura. Rebecca no podía explicar como el beso se sentía tan bien, como si no debiera besar a nadie más que a él, como si fuese lo correcto de hacer en vez de alejarse corriendo de él y de la tentación. A pesar de todas las interrogantes que la estaban rondando, lo que menos tenía explicación era cómo la misma persona que la estaba lastimando, la misma que le provocó todo su dolor, era la única capaz de brindarle consuelo y tranquilidad. Lo deseaba tanto que, sin importar cuánto supiera que ese beso luego será para peor, no lo puede evitar. Una eternidad en el infierno por unos segundos en el cielo, ese era el trueque que estaba dispuesta a aceptar. El estúpido corazón de
Con esa respuesta, él da rienda suelta a sus deseos y sus dedos largos hacen círculos en su clítoris.De un momento a otro, él se mueve para recolocarse y jugar con la entrada de ella y, luego, desliza dos dedos en su interior. Un gemido de placer se escapa de entre los labios carnosos de la pelirroja.ꟷEstán tan húmeda, nena.Liam le mordisquea el cuello y ella jadea mientras los dedos de sus pies se aprietan. De pronto, los dedos de él salen de ella húmedos y los desliza entre sus glúteos. Se mueve en círculos, pasando un dedo en ese espacio tan reducido y apretado.ꟷSujétate fuerte, nena ꟷle susurra él al oído mientras con su otra mano libre, agarra su miembro y lo sacude entre los muslos de ella, golpeándole su entrada toda viscosa por sus jugos en forma amenazadoraꟷ Estás tan jodidamente deliciosa.Sin dejar de tocar su agujero apretado, desliza su pene sobre los labios empapados de ella, lo que permite que este resbale con facilidad con un sonido que s
Él la obliga a arrodillarse mientras la guía con su mano agarrada a su cabello. El piso frío se le clavó en las rodillas a ella y empezó a respirar con pesadez y agitadamente cuando vio su miembro duro y rígido ya preeyaculando.ꟷAbre la boca ꟷle indicó él.Unas palpitaciones llenas de ganas de lo que estaba a punto de ocurrir se abrieron paso dentro de ella como si tuvieran vida propia.ꟷOblígame ꟷle respondió ella con un brillo en la mirada, si él la volvía loca, ella haría lo mismo con él en un escenario diferente.A Liam se le encendió la mirada. La agarró por el cuello y apretó hasta que ya ella no pudo aguantar más. Abrió la boca para respirar u consiguió coger una bocanada de aire antes que él le metiera su pene en la boca.La lujuria se apoderó de ella a pesar de las arcadas. Notó el grosor de su miembro entre las paredes de su garganta y la saliva le resbalaba por la comisura de los labios hasta la barbilla.Los sentimientos guardados, las sensacione