GIANNAEn un momento estaba sentado junto a mí, y al siguiente, Thomas le dio un tremendo puñetazo a Xander, que se fue hacia un lado con los ojos bien abiertos.Me levanté de un salto, pero antes de que pudiera decir algo, Tom espetó:—¿Tienes una idea de lo que acabas de decir? —Su voz sonó cruda, dura y fría, y abandonó las formalidades en un santiamén, lo que confirmó mis pensamientos sobre su molestia—, ¿tienes idea de todo lo que ha sufrido Su Majestad, quien se suponía era tu amigo, desde que ocurrió el accidente?Los ojos claros de Xander brillaron con impresión por un momento, justo en el momento en el que Tom se levantó, todavía con los puños apretados, y yo me puse a su lado. El rubio bajó la cabeza con malestar y se encogió en sí mismo.—Me lo merecía… —musitó—. Yo… lo sabía, pero no podía decirlo. Para empezar, cuando me enteré todo fue tan… irreal.Tom frunció el cejo, y pareció presto para darle otro golpe, pero tomé su brazo y lo llevé hacia atrás mientras negaba con l
GIANNAUn dolor punzante me recorrió el cuerpo y se detuvo a la mitad, luego avanzó hacia mi cabeza, y cuando abrí los ojos me encontré en un sitio que no conocía. Me sentía presa, pesada, y vi un rostro que en principio no reconocí, pero que enseguida mi mente enlazó con «Arnold».En ese mismo segundo, supe que él era doctor, y cientos de imágenes de recuerdos juntos me llegaron. Fue como si una cantidad de información considerable se hubiera descargado a mi cerebro, y supe que sí me había desmayado, y que esta era una clase de raro sueño.Debía ser importante si se filtraba en primera fila.Me encontraba en una cama y quise hablar, pero no pude, y él me hizo señas para que me quedara tranquila. Solo entonces me di cuenta de que tenía los tobillos y las muñecas atados, y de que algo me cubría la boca, así que lo miré con desesperación.El dolor se regó por todo mi cuerpo, en especial el estómago y la cabeza, y lo miré con desesperación porque no entendía nada de lo que pasaba. Me enc
GIANNAEl mundo se envolvió en negro para mí, pero esta vez no vi nada raro, sino que lo siguiente que pasó fue que desperté, y al mirar a mi alrededor me di cuenta de que estaba en un hospital. Tom me había traído al hospital.Maldita sea…—Señorita, ¿se siente bien? —escuché la pregunta del castaño.Él se veía cansado, de seguro porque no durmió en toda la noche cuidando de mí en casa de Xander.Miré alrededor un poco más, y me di cuenta de que tenía una infusión en el brazo por la que me pasaban suero o medicina.—Me duele la cabeza… —murmuré apenas audible. De hecho, me dolía bastante.—Se desmayó en el auto, por eso la traje a urgencias. Hace más o menos dos horas que llegamos. Iré a llamar al doctor.Apenas asentí con la cabeza y cerré los ojos. Además del dolor de cabeza, tenía el estómago revuelto y náuseas.Sí… quizás debí descansar más; tal vez tener todos mis recuerdos de vuelta terminó por sobrecargar mi cuerpo, pero debía intentarlo, ¿no? Necesitaba volver a Hiraeth tan p
GIANNASin embargo, aunque ya podía caminar por mí misma, como todavía me cansaba un poco, terminé internada otros días en el hospital, en donde siempre me trataron bien y se aseguraron de cuidar de mí y del bebé.—Ha aguantado bastante bien, señorita —murmuró un curioso Thomas mientras empujaba la silla de ruedas en la que me encontraba hacia la entrada del hospital.Nadie sabía que estábamos aquí, ni siquiera Xander, porque no era propicio, pero las palabras de Tom me hicieron pensar… ¡Estuve hospitalizada como tres semanas! Según los doctores, mi cerebro inflamado era muy extraño, y me hicieron algunas preguntas sobre migrañas y más; sin embargo, me vi obligada a mentir en todo eso. No podía decirles la verdad.—Si hubiese sido solo yo… créeme que me habría escapado hace tiempo, pero ya no soy solo yo en este cuerpo —murmuré y resoplé mientras me acariciaba el vientre, ese en el que apenas se veía una sombra de barriga; sin embargo, la verdad era que había ganado casi tres kilos en
GIANNADespués de un rato de procesar aquello, Tom insistió en preparar algo de comer, y merendamos. Él se fue a explorar la casa en busca de cualquier posible peligro o lugar por el que podrían asaltarnos mientras yo lavaba los trastes, y luego me guio hacia un pequeño estudio en la segunda planta, al final casi oculto de todo y todos.—Vaya, es pequeño, que raro —murmuré.Era un cuarto chico con apenas una mesita y varios archiveros, y poseía un olor curioso a humedad, además de una portátil sobre la mesa.—No es prudente que toquemos los archivos de momento.—Queremos pruebas de que mis padres me vendieron a Logan, Melania o Jacob, ¿no?Esas eran las personas mencionadas en mis recuerdos. Tom asintió, y lo primero que hice fue tomar la laptop.—Iré a la habitación. Me pareció ver una caja fuerte en el fondo del vestidor.—Claro —apunté.Él se marchó, y yo me centré en encender la laptop, que ni contraseña tenía. El escritorio era normal, un fondo predeterminado, pero cuando entré a
GIANNAUnos paramédicos y la policía vinieron a buscarnos y nos sacaron del auto. Acto seguido, terminé en una ambulancia para un chequeo, y llegó un policía. Tom estaba a mi lado, pues no tenía ni un rasguño, cumpliendo su papel.—Señorita, algunos testigos dicen que el auto chocado venía siguiéndolos con un arma.—Así es… Nosotros íbamos al aeropuerto, tenemos que tomar un vuelo a California, y de repente apareció este auto y se nos vino encima… él tenía un arma y… —Respiré hondo, pues todavía me sentía un poco mareada—. Tom es buen conductor, de no ser por él, probablemente estaríamos muer.tos, ¡él incluso nos disparó!El detective asintió con la cabeza y resopló.—¿Conocía a alguna de las personas que iban en el auto?—Sí. El que apuntó y disparó es Logan Tanner, él iba a en el asiento trasero, junto a la ventana.—¿De dónde lo conoce?—Lo conocí cuando trabajaba en un restaurante en California. Él era un cliente y… siempre me pedía salir, y hacía insinuaciones asquerosas. —Resopl
GIANNANo pude evitar llorar, y no me importó quien me viera y quien no. Extrañaba tanto a este hombre, lo añoré por tantos días… y ahora estaba aquí, postrado en esta cama con tanto en su espalda y en todas partes; y luego de desahogarme, solo lo miré.—Vik… tienes que despertar pronto, ¿sí? —murmuré tan bajito como pude—. Tengo mucho que decirte. Despierta pronto, por favor…Pero ya llevaba muchos días en ese estado, veinticuatro para ser exactos. Sabía que esto no era una película, que él no reaccionaría solo porque yo estuviera aquí, pero de verdad me gustaría que así fuera… quería decirle tanto, deseaba decirle que ya tenía todos mis recuerdos, que no me rompí, que me encontraba bien, que solo fue como asentar miles de cosas, que ya recordaba toda nuestra historia y su amor.Amaba a este hombre, ahora podía decirlo con todas sus letras. Lo amaba demasiado.Sin embargo, no pude seguir ignorando la presencia de una figura imponente que me miraba con soslayo de a ratos. Ella no pare
CAMERONLuego de que todo fue negro, sobrevino una espiral de dolor inimaginable, una tor.tura que solo podría comparar con el peor de los rencores, y en medio no pude evitar pensar en Laurice, en si ella pasó por lo mismo.Las imágenes se agolparon en mi cabeza y no pude evitar rememorarlo todo.Sentí las manos tocando mi cuerpo, el agua helada contra mi piel, el cu.chillo cortar, cortar y cortar sin contemplaciones mientras yo tenía los ojos tapados y las manos atadas y, de repente, el horror llegó ante mí.—¿Quizás debería saborearlo un poco? Los de su especie suelen ser buenos.Después de quién sabe cuántos días de pasar hambre y sed, de aguantar golpes e insultos, alguien nuevo, además de los dos o tres de siempre, apareció en la escena. Yo estaba muy mareado, casi inconsciente, pero no pude evitar pensar que conocía ese tono.De repente, sentí una mano posarse sin espera en mi entrepierna, y un nuevo terror me invadió.Y lo que vino luego no fue un consuelo.No le bastó hacerlo