Linda Brown es una joven con una mente brillante, y un cuerpo voluptuoso, a sus 24 años se ha sabido ganar la vida en Nueva York, tanto con su inteligencia como con su cuerpo, vive el sueño de toda mujer independiente, tratando de vencer prejuicios, esos mismos que alagan al hombre por ser mujeriego, pero encasillan a la mujer de fácil si tiene una vida sexual muy activa, en su piso del 242 Broome valuado en 2.8 millones de dólares en el corazón de Manhattan, donde vive junto a su mejor amiga René. ¿Qué Como lo consiguió? fácil, fue el juguete de un hombre por un año, al mejor estilo Christian Grey, pero sin el final feliz de la protagonista, ella antes de conseguir ese trabajo y conocer al señor frío, como lo llamaba, había tenido una vida miserable, jamás besada por amor, solo la besaron para burlarse de ella en el colegio, blanco de todas las bromas por su sobre peso, siempre soñando con el amor, y el príncipe azul que el mundo les hace creer a las mujeres que necesitan y que algún
Apenas llegó a su edificio Linda corrió a hablar con René, necesitaba contarle con lujos de detalle lo que había sucedido en su primer día de trabajo. La joven rubia pasaba gran parte del tiempo pintando, sus cuadros, que alguna vez fueron alegres y coloridos, desde que había sobrevivido al infierno de Terry, se habían vuelto tristes y grises, aun así, no perdía las esperanzas de volver a ser lo que era antes, de poder juntar esos pequeños pedazos de su alma y volver a armarse. — Hasta que llegas, dime, me muero de curiosidad, ¿cómo son?, te juro que después que cortaste la llamada, me quedé con los nervios de punta, no puede ser que te quiera despedir, ¿te dio un por qué?— Tranquila René, mi trabajo ya está asegurado, los tengo donde quiero. Que te digo, son dos bombones que no me molestaría comer, lástima que son mis jefes.— ¡¿Y eso que?! ¡Mira lo que son! estas fotos que me enviaste, te juro ¡monje mi braga!, dime si no tienes curiosidad por contar cuantos tatuajes tiene este c
Cuando Linda llegó a su escritorio su mente, que era un poco masoquista, le seguía repitiendo esa escena en la que su mundo había cambiado por completo, una y otra vez, quizás como un recordatorio del póquer jugaba con los hombres, porque esa necesidad de tratarlos como animalitos que cuando crecían demasiado era necesario desecharlos.Por eso no noto cuando Deivid y Williams llegaron y la saludaron, ambos con ganas de ganar su apuesta y enamorarla, pero no obtuvieron respuesta alguna, ella solo estaba sentada mirando fijo un punto, con cara de haber sido testigo de un crimen, y es que así era, ella fue testigo de cómo un hombre con pocas palabras mato sus ilusiones y sueños de amor, dejándola sin nada en su interior, más que con un rencor, que no la dejaba amar.— ¡Señorita Brown!— Señor Williams, Señor Smith.Williams al verla tan perdida creyó que era su oportunidad para abordarla, él era un experto con mujeres navegando a la deriva, se presentaba como su Salvador, un timón al que
En la empresa, Williams realmente parecía un animal, nunca en su vida se había sentido tan desesperado."¿Que mierda pasa? ¿porque estoy así? No importa si Deivid la está fallando, ella no soltará un te amo, así como así, no, ella es una mujer audaz. Además, no se iría a follar con él a la primera ¿verdad?¡Te apretó las bolas y chupo tu dedo como si de tu pene se tratara, sin contar lo que hizo con tu lengua, claro que se podría ir a follar con Deivid!”El subconsciente le gritaba, que Linda hacía lo que quería sin remordimiento alguno."¡Maldición!"Si, Will estaba enloqueciendo, estaba a punto de llamar a Deivid cuando este abrió la puerta.— ¿Qué te sucede? — Deivid se sorprendió del mal aspecto que su amigo reflejaba.— &
Linda entró en aquel lujoso baño, para ver más de lo mismo, ella había recorrido varios hoteles en sus noches de conquista, exigía solo lo mejor, no se conformaba con cuartos de mala muerte, era lo que se merecía, pero ahora le parecía que todos eran más de lo mismo, ¿acaso todos llamaban al mismo diseñador?"¿Porque todos estos lugares son tan parecidos? ¿Acaso el glamur solo se puede mostrar con mármol negro y terminaciones en dorado?"Se quedó parada frente al espejo, se tomó unos minutos para recitar su mantra, repitiéndose que ella podía con cualquiera, ella podía tener al hombre que quisiera rendido a sus pies, y una vez que estuvo segura de que podría conquistar el mundo si se lo proponía, tomó el teléfono y envió un mensaje.Para: Loquita 😜🤪<
Linda seguía en el tocador en un duelo de miradas con ella misma. De esto ya hacía más de 15 minutos, trataba de quitar la loca idea de saltar del puente más cercano y terminar todo o de asegurarse que esa era la mejor opción."Mamá tenía razón, ¿quién podría enamorarse de mí?”“¡Por Dios, ni siquiera ellos me quieren!, en 3 años no me han buscado ni una sola vez, ni siquiera mi familia me extraña, solo tengo a René, pero ella debe continuar con su viaje, sí, me llorará y superara, pero ella lo logrará, conseguirá su sueño de ser una gran pintora, si tan solo pudiera garantizar que conseguirá lo que falta para terminar de pagar el departamento ella estaría bien allí.”— Solo aguanta un poco más, asegúrate el bienestar de tu amiga, se lo debes,
Deivid paso el resto del fin de semana recluido en su casa, era tanto el anhelo que estaba creando hacia Linda, que ni siquiera le pareció raro que Williams no lo llamara o no fuera a su hogar, él solo pensaba en Linda, en sus pechos bronceados moviéndose al compás de sus embestidas, como lo hizo sentir el ver su rostro cuando alcanzó el orgasmo, era tal las sensaciones que le hacía sentir que más de una vez se masturbo pensando en ella.“¡¿Maldición, parezco un crío, que hizo esa mujer conmigo?!”Para Williams la situación no era distinta, las horas pasaban y no tenía ni hambre, ni sed… nada, Will solo quería que llegara el lunes y así poder verla, se conformaba con eso, pensaba una y otra vez que documentos tenían para revisar, con que escusa la podía llamar a su oficina, como lograr convencerla de ir a alg&ua
Linda llegó temprano ese lunes, de nada le valía seguir escondiéndose, el señor frío la había encontrado, y ella no estaba dispuesta a obedecerlo, no más.“Soy fuerte, ya no puedes hacerme nada Erick, solo me preocupa René y que tú ayudes a Terry a encontrarla. Pero si la mantengo fuera del radar no tendrás nada conque amenazarme.”Si, ella estaba decidida a proteger a su amiga, y enfrentar a Erick.Deivid fue el primero en llegar, otra cosa rara para sumar a la lista casi no había podido dormir, solo quería ver esa sonrisa maravillosa que poseía su asistente.— Hola Linda.– dijo perdiéndose un minuto en el escote de la joven, para luego mirar sus labios.—Hola señor Smith.– contesto con una sonrisa pícara.— Dime Deivid, creo que después de lo que