Capítulo 41

Estoy desconcertado, ¿Qué hice? ¿Le estaba hablando en serio? Bueno, no importa… reaccionó de mis pensamientos y logro ver a Sam bajar por las escaleras, camino con prisa y al tenerla cerca, le sujeto el brazo halándola a mí haciendo que nuestros cuerpos se unan.

—¿Ale? —se ve sorprendida.

—Finalmente te encuentro angelito —beso su mejilla aliviado—, ahora nos vamos.

Estoy contento, pero ella no, por lo que se despega de mí.

—No ha terminado la fiesta, así que me quedo —se aleja de mí y termina de bajar las escaleras.

Yo la sigo, la tomo de la cintura y la cargo en mi hombro.

—¡Bájame! —me pide inquieta.

—No angelito, nos iremos a casa porque estás demasiado ebria como para continuar en la fiesta —respondo con autoridad.

—¡Ebria tus nalgas! —dice en risas— ¡I am fine! —grita como loca.

—No lo estás.

Con la mirada busco la salida y me dirijo a ella, mientras lucha por su libertad. Llegando al estacionamiento, alguien grita, está gente está loca.

—¡Hey, idiota!

Sigo mi cami
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