—¿Cenar como una cita? —Me mira extrañada. —Algo así, como amigos, ¿no? M****a, que tonto soy. —Ok —ella sonríe y me besa, al menos no lo tomó mal. Entregamos los vestidos y nos fuimos sin comprar uno, tal vez otro día nos dediquemos a comprar en vez de follar. Llegamos al apartamento y nos arreglamos para salir a nuestra cita entre amigos. Mi corazón está roto y Sam merece a alguien sano. Llevo a Sam a un restaurante italiano de nuestras familias, el que acabamos de abrir hace unas semanas. Le hago un tour y además hablo de nuestras comidas a ver si se le apetece una de ellas, además de probar al personal. He comprado el local y he hecho algunas remodelaciones, pero sobre los empleados, lo hizo mi asistente y nadie sabe que soy el jefe, pero ahora ya lo saben, espero que no se pongan nerviosos. Luego del tour, nos indicaron nuestra mesa, Sam pidió lasaña como cena y yo pedí el Babà como postre, el mesero toma nuestra orden y se va con el menú. —¿Qué es el babà? —me pregunta el
—Solo te pedí analizar el mercado de otros aquí para evolucionar y no creo que sea un castigo, hasta lo disfrutas porque vas de compras.—De acuerdo —se rinde en nuestro juego.Solo bromeamos con esos temas, aunque no se si sea buena idea que mi madre y Sam pasen tiempo juntos, pues Sam se irá y no quiero que mi madre se haga ilusiones.—Bueno, toma y suerte escogiendo un vestido con ella, es muy indecisa y eso que todos le quedaban lindo —le soy mi tarjeta.—Tal vez ella no buscaba verse linda, por lo que necesita una opinión femenina.—Creí que la opinión de un hombre era mejor.—Ay hijo, las mujeres se visten para las mujeres, para sí mismas —se ríe mi madre.—Ok. —Me encojo de hombros. —Ehi mamma, ¿posso venire con te? —habla mi hermano Fabriccio, él no sabe mucho español, esta haciendo un curso, pero no sabe tanto.—¿Per quello? —le responde mi madre.—Quiero comprarme algunos videojuegos, mi hermano tiene pocos.—Porque los videojuegos solo son un pasatiempo Fabricci
Yo no siento nada por María, así que no negaré más lo que siento por Sam, ¡Estoy enamorado! Me enamoré de una chica perfecta para mí. ¿Cómo no me di cuenta antes? ¡Fue bastante obvio! Sobre todo en como trato a las chicas, fui un cabezota, Sam es mi angelito y me hace sentir mejor, con ella permito muchas cosas que con otras hacen que me amargue.Estoy loco por no haberme fijado antes de mis sentimientos hacia ella, pero a la vez entiendo a mí yo anterior, sufrió mucho, pero Sam me devolvió la alegría, sé que a veces debes buscar la forma de sanar solo, pero yo no quise sanar para que no me vuelvan a romper, con la primera es suficiente, si permito una segunda, pues ahí moriré, sin esperanzas de encontrar el amor del que todos soñamos.Y no es que esté herido a tal punto que deseo a cualquier persona para sanar, yo no lo busque, el destino me lo envió y Sam no es cualquiera, es mi chica y ella jamás sería como María.No quiero volver a la depresión y volver a detestar al mundo por
—Dime, ¿Cuál es el problema? —le pregunto.—Que te he tratado terrible.—Te enfocas en el pasado Ale, a partir de ahora puede hacer la diferencia si tanto te preocupa lo que hiciste, no te lamentes por lo que hiciste, comienza a resolver el presente, el pasado es pasado y solo toma lo que quieras corregir en caso de repetir.—Tienes razón, comenzaré a valorarte desde ahora —besa mi frente—, nunca sabré cuando te perderé —besa mis labios.Sus labios los mueve con desespero y deseo, como si la idea de perderme estuviera haciendo de las suyas. Yo le sigo el beso y luego nos separamos un poco, solo unimos nuestras frentes, sintiendo la respiración acelerada y caliente de nuestras bocas.—¿Puedo saber en dónde estabas? —pregunto con delicadeza.—Una amiga, se le murió su mascota, sé que es tonto, pero le tenía mucho cariño a su mascota.—Ale, eso no es tonto.—Obvio no, para mí no lo es, pero a veces siento que para los demás si lo es.—Nadie es igual, no pueden sentir lo que tú e
—Aunque me cambies de tema, sé que tengo razón —sonríe victorioso.—Piensa lo que quieras —me reí.—¿Entonces no tendremos sexo? —Si lo tenemos, te daría la razón, entonces no.—Por favor amor, normalicemos esto…—¿Qué cosa?—Tener sexo luego de una leve discusión.—¿Quién te entiende? —le pregunto, él besa mi hombro y luego ríe—. Ve a ver la película, yo me quiero duchar.—¿Cómo? ¿No la veremos juntos?—No quiero que me esperes, además… eso lo hacen los novios y, tú y yo aún no somos novios…—Pronto lo seremos angelito, solo que quiero que sea algo que merezcas. —me da un piquito en los labios y no puedo estar más feliz de escuchar eso.Mi corazón late con fuerza, finalmente ambos queremos lo mismo.—De acuerdo —acepto con una sonrisa.—Te esperaré en la cama, espero no preocuparme.—Solo voy a ducharme, ni que fuera a hacer algo malo.—Podrías tocarte sin queso vea. —Se encoge de hombros.—¿Te sentirías traicionado? —pregunto de forma burlona.—Y celoso —agrega, lu
—Trataré de no sonar tan celoso cuando lo vea.Caminamos hacia él ascensor, esperamos su llegada y nos adentramos en él.—¿Y que van a hacer? —me pregunta.—Hablar, ir al museo.—Yo pude haberte acompañado si querías ir —murmura y yo lo veo, creo que Ale de novio es muy intenso—. ¿Qué? ¿Crees que solo pienso en sexo, no? Además me conociste en un grupo de lectores.—¿Y que te gusta leer?—¿La verdad? De amores tóxicos con mucho sexo.—Y como que lees tanto que hasta ya aplicas para ser un personaje literario —bromeo y me ve serio.—Oye..—Lo siento.—No angelito. —Me toma de la cintura y me acerca a él—. Yo lo siento, trato de esforzarme para que esto funcione, lucho contra mis demonios para ser mejor para ti.—Entiendo.—No discutamos más.—Yo no lo hice en ningún momento —le doy otro beso.El ascensor abre finalmente y descendemos de él. —Nos vemos más tarde —me dice en despedida y me deja las llaves—. Por si no estoy en casa.—Pero Ale… —me interrumpe.—Son una co
—Hijo, ya todos… —Mi madre se acerca y se enoja cuando ve a María—. ¿Qué hace ella aquí? —Ya se iba, ¿No, María? —le da media sonrisa.Toda mi familia está aquí, así que debe irse. Es el cumpleaños de mi abuela y es como mi segunda madre, le tengo un amor inmenso a ella, estoy agradecido por todas sus enseñanzas junto con el abuelo. Cada tío, tía, primos, cada miembro de la familia tiene un papel en las empresas familiares en Italia, así de unidos somos y es por eso que no quiero que María esté aquí, no quiero que pasemos un mal rato.Fui escogido tanto por el abuelo antes morir y por la familia de liderar la empresa, todos estuvieron de acuerdo y es porque desde muy pequeño he estado dando ideas para que los negocios surjan y me he ganado el puesto. En nuestra familia, la opinión de los pequeños se toman en cuenta.—Joven Libertella —me llama un empleado de la posada.—¿Si? —Hay una señorita afuera dice que es invitada suya, pero no tiene invitación —me informa.—Vale.El e
Pasa el tiempo en la reunión y no nos dirigimos la palabra, eso me hace sentir mal.—¿Me das un poco de agua? —me pide María dándome media sonrisa.Nos encontramos en una mesa asignada cerca de la piscina hablando entre las familias, algunos felicitándome por volver con María, mi madre casi me mata con la mirada cuando María anunció nuestro regreso.—Claro —le responde a María.Me levanto y camino a la cocina, pero algo me hace desviarme, escucho unos llantos cerca y los busco, provienen del baño, toco la puerta y pregunto;—¿Está todo bien? Sea quién sea, no se escucha bien. La puerta se abre y veo a Sam, se sorprende y se limpia las lágrimas.—Angelito…Me rompe el corazón al verla así.—Estoy bien —sonríe, casi se iba, pero la detuve.—Llorar está bien, pero ¿Por qué lo haces? ¿Pasó algo malo? Si alguien lo hizo, le partiré la cara —me enoja el hecho de pensarlo.—¿Vas romperte la cara entonces? —pregunta irónica y se suelta de mi agarre y se va.Joder, claro tonto, es