Estoy desconcertado, ¿Qué hice? ¿Le estaba hablando en serio? Bueno, no importa… reaccionó de mis pensamientos y logro ver a Sam bajar por las escaleras, camino con prisa y al tenerla cerca, le sujeto el brazo halándola a mí haciendo que nuestros cuerpos se unan.—¿Ale? —se ve sorprendida.—Finalmente te encuentro angelito —beso su mejilla aliviado—, ahora nos vamos.Estoy contento, pero ella no, por lo que se despega de mí.—No ha terminado la fiesta, así que me quedo —se aleja de mí y termina de bajar las escaleras.Yo la sigo, la tomo de la cintura y la cargo en mi hombro.—¡Bájame! —me pide inquieta.—No angelito, nos iremos a casa porque estás demasiado ebria como para continuar en la fiesta —respondo con autoridad.—¡Ebria tus nalgas! —dice en risas— ¡I am fine! —grita como loca.—No lo estás.Con la mirada busco la salida y me dirijo a ella, mientras lucha por su libertad. Llegando al estacionamiento, alguien grita, está gente está loca.—¡Hey, idiota! Sigo mi cami
Llegamos a la residencia y bajo a Sam cargándola en mi hombro, luego a mi edificio, subimos el ascensor y al llegar a mi puerta, la bajo, colocándola a un lado mientras la sostengo para que no se me caiga.—Ale —ríe y por más que sea contagiosa, me contengo.—Angelito, deben estar durmiendo —le susurro y ella asiente como nena traviesa, nada parece indicar que me hará caso.Abro la puerta y entramos, luego cierro la puerta después de nosotros. Sam empieza a depositarme besos en mi cuello y yo nos guío cuidadosamente hacia la habitación por la oscuridad, me tropiezo con algo y me quejo, por lo que Sam se ríe más, finalmente llegamos a nuestra habitación.Abro la puerta y la luz del pasillo se enciende, yo me asusto por la sorpresa. Me volteo para disculparme por despertar a alguno de mi familia y veo a mi madre, por lo que suelto a Sam y esta se sienta en el suelo.—Que bueno que ya han llegado de la playa —me sonríe y ve a Sam, espero que no lo mal piense.—Estuvo divertido seño
—¿Qué pasó ayer? —intento recordar.—Esa es una excelente opción de película, es cómica, me gustaría verla de nuevo y contigo seguramente es mejor. —bromea y me hace reír.—No Ale, hablo de verdad, ¿Qué sucedió ayer? —insisto.—Nada de lo que debas preocuparte angelito, te cuidé muy bien, así que solo come y vístete —se levanta de su silla y besa mi frente.Ale tarda en separar sus labios de mi piel y yo lo disfruto con los ojos cerrados, doy un suspiro complacida, pero luego siento un cosquilleo, mierda, lo quiero demasiado, y aunque se despegue me siento bien con su presencia.—¿A dónde vamos? Lo veo y lo examino, sus labios me hacen quererlo más a mí.—Solo hazlo angelito, pro favor —exige con delicadeza.—Vale, mandón —bromeo—, ¿Cuánto tiempo tengo para salir? —pregunto mientras empiezo a comer.Está a punto de responderme, pero recibe un mensaje al que lee y luego su humor cambia.—Solo come y arréglate, saldremos en lo que estés lista —responde irritado.Hago lo que
—¿Me estás diciendo gorda? —la veo ofenderte y me impresiono.—Angelito, no sé de dónde sacas esas conclusiones, te dije que te ves sexy y que estás rica con todo, además que prácticamente que nadie puede contigo porque eres perfecta.Hasta yo me siento menos porque ella si parece saber lo que quiere y yo no.—Solo bromeo —se ríe.—Eres buena actuando para no ser el día del inocente —admito y ella ríe.—¿Me ayudas a quitármelo? Muerdo levemente su piel y ella se queja, pero me sonríe a través del espejo.—Claro —le respondo encantado y ella me sonríe mientras se muerde su labio muy sensual.¿Cómo no me di cuenta antes de que es el mismo vestido? Obvio, solo me concentro en ella.—Disculpe joven, pero ese vestidor está ocupado —escucho a alguien detrás de la cortina.—Lo sé.Pongo los ojos en blanco y me volteo para solo sacar mu cabeza fuera del vestidor y ver a la empleada.—Solo ayudo a mi novia con el vestido —le sonrío.—¿Algún problema con el vestido?—Se le atoró.
—¿Cenar como una cita? —Me mira extrañada. —Algo así, como amigos, ¿no? M****a, que tonto soy. —Ok —ella sonríe y me besa, al menos no lo tomó mal. Entregamos los vestidos y nos fuimos sin comprar uno, tal vez otro día nos dediquemos a comprar en vez de follar. Llegamos al apartamento y nos arreglamos para salir a nuestra cita entre amigos. Mi corazón está roto y Sam merece a alguien sano. Llevo a Sam a un restaurante italiano de nuestras familias, el que acabamos de abrir hace unas semanas. Le hago un tour y además hablo de nuestras comidas a ver si se le apetece una de ellas, además de probar al personal. He comprado el local y he hecho algunas remodelaciones, pero sobre los empleados, lo hizo mi asistente y nadie sabe que soy el jefe, pero ahora ya lo saben, espero que no se pongan nerviosos. Luego del tour, nos indicaron nuestra mesa, Sam pidió lasaña como cena y yo pedí el Babà como postre, el mesero toma nuestra orden y se va con el menú. —¿Qué es el babà? —me pregunta el
—Solo te pedí analizar el mercado de otros aquí para evolucionar y no creo que sea un castigo, hasta lo disfrutas porque vas de compras.—De acuerdo —se rinde en nuestro juego.Solo bromeamos con esos temas, aunque no se si sea buena idea que mi madre y Sam pasen tiempo juntos, pues Sam se irá y no quiero que mi madre se haga ilusiones.—Bueno, toma y suerte escogiendo un vestido con ella, es muy indecisa y eso que todos le quedaban lindo —le soy mi tarjeta.—Tal vez ella no buscaba verse linda, por lo que necesita una opinión femenina.—Creí que la opinión de un hombre era mejor.—Ay hijo, las mujeres se visten para las mujeres, para sí mismas —se ríe mi madre.—Ok. —Me encojo de hombros. —Ehi mamma, ¿posso venire con te? —habla mi hermano Fabriccio, él no sabe mucho español, esta haciendo un curso, pero no sabe tanto.—¿Per quello? —le responde mi madre.—Quiero comprarme algunos videojuegos, mi hermano tiene pocos.—Porque los videojuegos solo son un pasatiempo Fabricci
Yo no siento nada por María, así que no negaré más lo que siento por Sam, ¡Estoy enamorado! Me enamoré de una chica perfecta para mí. ¿Cómo no me di cuenta antes? ¡Fue bastante obvio! Sobre todo en como trato a las chicas, fui un cabezota, Sam es mi angelito y me hace sentir mejor, con ella permito muchas cosas que con otras hacen que me amargue.Estoy loco por no haberme fijado antes de mis sentimientos hacia ella, pero a la vez entiendo a mí yo anterior, sufrió mucho, pero Sam me devolvió la alegría, sé que a veces debes buscar la forma de sanar solo, pero yo no quise sanar para que no me vuelvan a romper, con la primera es suficiente, si permito una segunda, pues ahí moriré, sin esperanzas de encontrar el amor del que todos soñamos.Y no es que esté herido a tal punto que deseo a cualquier persona para sanar, yo no lo busque, el destino me lo envió y Sam no es cualquiera, es mi chica y ella jamás sería como María.No quiero volver a la depresión y volver a detestar al mundo por
—Dime, ¿Cuál es el problema? —le pregunto.—Que te he tratado terrible.—Te enfocas en el pasado Ale, a partir de ahora puede hacer la diferencia si tanto te preocupa lo que hiciste, no te lamentes por lo que hiciste, comienza a resolver el presente, el pasado es pasado y solo toma lo que quieras corregir en caso de repetir.—Tienes razón, comenzaré a valorarte desde ahora —besa mi frente—, nunca sabré cuando te perderé —besa mis labios.Sus labios los mueve con desespero y deseo, como si la idea de perderme estuviera haciendo de las suyas. Yo le sigo el beso y luego nos separamos un poco, solo unimos nuestras frentes, sintiendo la respiración acelerada y caliente de nuestras bocas.—¿Puedo saber en dónde estabas? —pregunto con delicadeza.—Una amiga, se le murió su mascota, sé que es tonto, pero le tenía mucho cariño a su mascota.—Ale, eso no es tonto.—Obvio no, para mí no lo es, pero a veces siento que para los demás si lo es.—Nadie es igual, no pueden sentir lo que tú e