Darek Adams
Reviso la hora en mi reloj y son las 1:00am, Kalen sea quedado profundamente dormido y lo dejo al lado de Litza que despierta.
—¿Te vas? —interroga en un murmullo para no despertar al pequeño berrinchudo.
—Sí, no creo vuelva a despertar —mi olor quedo impregnado en las colchas, si el niño heredo mi condición, supongo sentirá que todavía sigo a su lado por el olfato.
—Gracias por quedarte —le asiento, me retiro de su habitación y recojo mi saco en su sala. Estando fuera del apartamento reviso mi móvil que lo había dejado tirado, Leonor me ha llamado más de diez veces.
Suspiro y paso una mano por mi rostro, ella debe estar muy preocupada por mí. Subo al ascensor y marco el piso que sigue después de este, no tardo mucho como para planear una excusa, camino hasta mi puerta y abro.
Mi visión se adapta a la oscuridad, vislumbro a mi esposa recostada en el sofá, supongo se quedó dormida mientras me esperaba. Es la primera vez que llego tarde a mi hogar, Leonor no merece que le haga esto, sin embargo, ¿Qué estoy haciéndole? Oculto la verdad de que tengo un hijo para cuidarla, no quiero dañarla y hacerle creer que no es suficiente para mí.
Cuando regrese aquel año de Francia, me sentía como el peor hombre de todos, ni siquiera podía mirarla a la cara por mucho tiempo y menos hacerle el amor sabiendo que mis manos habían tocado el cuerpo de otra mujer. Trate de entender como aquellos hombres tenían una aventura y regresaban a sus casas como si nada hubiera pasado.
Dormir con una mujer que no es su esposa y luego aparentar como que la aman infinitamente, y no voy a negar que si amo a Leonor, sin embargo, ese día olvide lo mucho que la amaba. Mi única excusa para no hacerle el amor fue que estaba muy cansado, ella sabía que mentía, no era un humano y mi resistencia era sobre humana, sin embargo, Leonor fue gentil y acepto solo abrazarme toda la noche.
La primera semana fue difícil, no le habla más de lo necesario y ni me duchaba con ella, Leonor la estaba pasando muy mal en esos días y hasta llego un momento en el que se culpaba de nuestra lejanía.
Después de verla llorar varias veces entendí que le estaba haciendo mucho daño con mi indiferencia. Me propuse olvidar aquella noche la cual tache de un débil desliz, supuse que era lo que decían aquellos hombres infieles al regresar a sus hogares, le hice una linda cena romántica tratando de compensar lo que hice. Llene a mi esposa de regalos caros, viajes y sexo, le propuse tener un bebé pensando que eso reforzaría nuestro matrimonio.
Suspiro, me acerco al sofá para tomarla en brazo y llevarla hasta nuestra habitación.
—Darek —susurro.
—Duerme, Lulu —bese su frente, me deshice de mi ropa y fui a darme una ducha.
Mi vida está de cabeza, ¿Cómo voy a mantener este matrimonio con secretos? No puedo abandonar a Leonor solo porque tengo un hijo de una aventura ¿Por qué Litza quedó embarazada y mi esposa no? Son preguntas que no dejo de hacerme y de la cuales no tengo una respuesta certera.
No dejo de pensar en Litza, Kalen y Leonor, me atormenta saber que puedo perderlos y que quizás no pueda remediar el problema con mi esposa, es posible que nunca vuelva a saber de ella si descubre la verdad, sin embargo, no quiero mantener a mi hijo como un secreto
¿Qué debo hacer? No lo sé.
(…)
—Buenos días, cariño —recibo un beso en mi espalda por parte de Leonor, es fin de semana y no debo ir a la empresa—, llegaste muy tarde anoche, ¿todo bien? —interroga sentándose en el lavado.
—Quería adelantar trabajo y el lunes no estar tan agobiado —respondo, sirvo los tocinos con huevo para mí y frutas picadas para Leonor, no es de desayunarse con muchas calorías. El café es elementar para comenzar mi día y por lo tanto coloco todo lo que cocine en el desayunador, me giro a mirar a mi esposa que está metida en su teléfono—, el desayuno está listo —anuncio.
—Gracias, guapo —me guiña un ojo y baja del lavado para sentarnos en el desayunador.
Al terminar primero que Leonor me voy al baño, me deshago de mi bóxer e ingreso a la ducha, no tarda mucho mi esposa en llegar desnuda. Sonrió cuando me abraza desde atrás, me giro a mirarla y beso sus suaves labios, me muevo hasta tenerla contra el frío cristal.
Jadea.
Paseo mi mano por su cuerpo, es hermosa, Leonor también desliza su mano por mi torso hasta empuñar mi polla que endurece bajo sus caricias. Besa mi pecho y se arrodilla frente mi hombría, su gloriosa boca engulle lo que puede y hace magia con su lengua.
—Oh… nena —gruño, ella dice que eso a veces la asusta.
Suelo gruñir bastante, me controlo mucho durante el sexo y me contengo de hacerlo por ella.
»Ven aquí cariño —la detengo, me encargo de levantarla y esta enreda sus piernas en mi cintura. Dirijo mi polla a su sexo e ingreso lento disfrutando ver su rostro contraerse mientras la penetro, lo disfruta y me encanta complacerla.
Le doy pequeñas embestidas, nos besamos y la torturo con lentitud.
—Más, más… —suplica.
Muerdo su labio inferior y la complazco embistiéndola con rapidez.
Grita de placer llenando el baño con sus gemidos, el agua cae sobre nuestros cuerpos, Leonor gime mientras se acerca a su orgasmo y puedo sentir como su sexo aprieta mi polla. Se corre diciendo mi nombre, doy mis últimas embestidas y lleno su interior con mi semen.
Sonríe e igual lo hago, beso su frente y luego su nariz.
—¿Todo bien? —pregunto mientras la bajo con cuidado.
—Magnifico —expresa, me abraza y luego me encargo de lavar su cabello, Leonor y yo disfrutamos el bañarnos juntos, es una manera de decirnos que todo está bien entre nosotros y que nos amamos más que nunca.
Ese día nos fuimos a casa de mis padres, me pude convertir en lobo y correr durante varias horas. Regrese a la hora de la cena, y nos quedamos a dormir en la mansión Adams, ellos disfrutaba de nuestra presencia en la casa. Volví a hacerle el amor a mi esposa y a la mañana siguiente también antes de regresar al apartamento, no pude evitar sentir algo de nostalgia, Kalen seguro debió extrañarme, mi hijo me importa bastante y no sé cómo puedo incluirlo en mi vida sin dañar a mi Leonor.
Litza Cooper A veces mi hijo hacia rabietas que no podía controlar, no deja de llorar por cualquier mínima cosa, me toco hasta dejarlo desnudo por varias horas pensando que quizás la ropa le incomodaba. Vi la gloria cuando me recosté varios minutos y se quedó dormido, no quise ni moverlo del lugar en donde se rindió durante un par de hora. Espera ver a Darek hoy, sin embargo, nunca llego a ver a Kalen, creo que hasta mi hijo lo extrañaba, ya que mientras jugaba no dejaba de mirar la puerta del apartamento. —No creo que venga, pequeño —a veces creo que hijo es una especie de humano subdesarrollado, ya que hace un tierno puchero cuando le digo eso—, pero tú y yo nos divertiremos en un parque —añado puedo notar como su rostro se ilumina. Kalen tiene casi tres meses en unas dos semanas, no entiendo como puede ser tan inteligente siendo aún tan pequeño. Este nació con un buen peso y tamaño, es de esos niños que lo ves y piensas que tiene más mes de lo que te dicen sus madres. Tomo a m
Darek Adams—Para ser un niño de tan solo casi tres meses es muy inteligente —anuncia Elía que me comenta que se pasó este domingo con su nieto viendo un maratón del rey león. A parte de ser el hombre más infiel, también debo añadir que soy el más hipócrita—, Kalen es impresionante —añade.—Lo es —murmuro, no puedo dejar de mirar la foto de mi hijo en el móvil de su abuelo.Mis padres desean tanto tener un nieto, y me siento pésimo saber que tengo un hijo el que ellos ni siquiera conocen, ¿Cómo puedo seguir comportándome de este modo? Continuo mi vida como si fuera la más normal y cada día me lleno de secretos.—No entiendo como hay hombres que pueden abandonar a sus hijos —eso sin duda fue una patada a mis pelotas, yo era ese hombre del que hablaba—, mi hija nunca ha querido darme detalles del padre de Kalen, sin embargo, no la presiono. Solo espero que ese bastardo nunca se aparezca porque creo que lo mato —añade.Trago saliva.—¿Le envío mi secretaria los informe? —pregunto para c
Litza Cooper Debo estar loca, ni siquiera dude en responderle un sí con mucha seguridad en mis palabras, Darek no dijo nada más y mucho menos me mostro una expresión que de note molestia o reclamo. Tampoco esperaba que se enojara por eso, no hay una mínima brecha entre nosotros y mientras más claro le deje las cosas menos problemas tendré. Encontrármelo fue una coincidencia enorme y pues Kalen es su hijo, no tengo intensión de alejarlo porque es su derecho estar a su lado. Tampoco es como que deseara tener algo con Darek, no voy a negar que este sea un hombre guapo y que para tener 35 años se ve bastante, pero no estoy interesada en tener una relación ahora mismo. Mi mayor deseo es dedicarle un poco más de tiempo a Kalen y luego iniciar una carrera universitaria, culminar y ya ver que hago después de lograr todo mis sueños, no necesito una figura masculina en vida por el momento... bueno no más que la de mi bebé, es el único hombre que requiero. Pienso en Tyler, se nota interesado e
Darek Adams Hoy fue el mejor de mis días, ni siquiera recordaba la última vez que me sentía tan completo después de aquella noche en la que dormí con Litza. Disfrute cada hora junto a Kalen y ella, pero toda esa felicidad se fue en un segundo cuando llego ese hombre, Tyler Williams, mis ganas de golpearlo por acercarse tanto tuve que reprimirla. Mis instintos animales se despertaron, era como si estuviera en peligro o como si tuviera que defender algo en ese momento y yo estaba de acuerdo con mi sensación. Pude oler algo diferente a los demás, no había captado nada tan diferente en otros humanos, Tyler sin duda es como yo. Su mirada revelo lo que suponía y creo este también supo lo que yo soy, ya que se mostró sorprendido y luego se mantuvo alerta, sin embargo, me enojo bastante notar la estúpida sonrisa que se formó en su boca cuando Litza le pidió hablar en privado. Gruño, con mi frente apoyada en el frío cristal de la ducha. El agua fría recorre cada uno de mis músculos tenso,
Litza Cooper No sabía que utilizar para mi salida con Tyler, me dijo que fuera cómoda y no me quedo de otra que colocarme un jean, top blanco con un broche dorado en el centro y una tira larga debajo. Un beneficio que gano mi cuerpo al convertirme en madre fue el volumen tanto en mis senos, glúteo y piernas… y claro no puedo tirarme en el olvido, me inscribí en un gimnasio y tonifique bastante bien. Mi padre conserva mi habitación tal y como la he dejado, me observo en mi espejo de cuerpo completo y me gusta lo que veo, me considero una mujer que siempre es decidida en todo y desde joven he sido madura, no por tener un hijo a temprana edad más bien por mi papá que ha sido un hombre directo y me ha enseñado de todo en mi corta vida, le estoy muy agradecida. Abandono mi habitación con destino a la sala principal en donde mi padre conversa con Tyler mientras Kalen está sobre sus piernas comiendo galletas, me mira y extiende sus manos hacia a mi provocando que la atención de ambos homb
Darek Adams El fin de semana me lo pase con mis padres, ellos están deseosos de conocer a Kalen. Saber que no me juzgan por esto me quita un enorme peso de encima, no quiero cargar mi vida de secretos, el peso en mi conciencia disminuye un poco, pero todavia no es suficiente como para estar tranquilo. Un corazón latiendo me hace detener mi mano antes de tocar el pomo de la puerta de mi apartamento, no es mi madre. Olfateo percibiendo un olor conocido, me da mucha sorpresa y abro la puerta encontrándola caminando de un lado a otro en la sala. En su rostro se planta una enorme sonrisa, me muestro sorprendido aunque ya sabía que estaba allí. —Leonol —digo su nombre con sorpresa, ella corre hasta mí y la atrapo entre mis brazos mientras sus piernas envuelven mi cintura. —Mon amour! (¡Mi amor!) —exclamó en francés para luego plantar sus labios sobre los míos, lo extraño es que por un breve segundo mi cuerpo intento apartarse, sin embargo, mis pensamientos cuerdos me obligaron a corres
Litza Cooper Antes de la tormenta… Desperté sofocada por el calor, sentía que en cualquier momento me iba a morir, me moví tratando de conseguir el lado frío de la cama, sin embargo, solo recibí un ¿gruñido? Se cree animal o algo por el estilo ¡Maldito, Tyler! —Si continuas moviéndote vas provocarme una puta erección —lo escucho decir con su voz ronca. —¡Pervertido! —chillo forzando para que me suelte, lo hace y me siento para fulminarlo con mi mirada, Tyler estira su fornido cuerpo para luego pasar un brazo por detrás de su cabeza. —No puedo creer lo hermosa que te ves recién despierta —dice con una sonrisa en su boca, mis mejillas enseguida se calientan. —Cállate, idiota —suelto y chasquea su lengua. —Siempre matando momentos agradables —bufa antes de salir de la cama e ingresar al baño, creo que se ofendió «Maldito dramático» pienso. Busco mi teléfono para irme hacia el balcón, la vista es impresionante aunque Las Vegas de noche es más hermosa, sin embargo, el cie
Darek AdamsDespierto por algunas patadas en mi costado, el olor de mi cachorro me hace abrir mis ojos y observarlo mientras que Kalen me da una hermosa sonrisa. Es como si me dijera buenos días papá, le dejo una caricia en su mejilla, balbucea y patalea a más no poder con bastante fuerza.—Despertaras a tu madre —susurro, el corazón de Litza se escucha lento al igual que su respiración, lo que me confirma que sigue profundamente dormida. Observo la mesita de noche y apenas son las seis de la mañana, suspiro al caer en cuenta que debo volver a mi realidad en la que tengo una esposa a la cual deje abandonada en medio de una noche de tormenta.Es probable que hoy no asista a la empresa, y mucho menos el personal asistirá por los estragos del clima. La conversación con mis padres repercute en mi memoria, Litza tiene que saber que estoy casado, le debo a ella esa verdad y dejar de estar jugando a escondida la familia feliz.—¿Qué tanto piensas? —su voz me saca abruptamente de mis pensamie