Darek AdamsObservo mis nudillos manchados por la sangre de ese bastardo, le hubiera arrancado su cabeza de haber podido hacerlo. Como se atreve a prohibirme visitar a mi hijo, me importa poco que sus lobos me enfrenten al entrar a su territorio, sin embargo, prefiero morir intentando llegar a Kalen que alejarme de él.No puedo negar que me satisface que saque a relucir su verdadero ser frente a Litza, ella está viendo que es un imbécil y que lo mejor que puede hacer es alejarse de ese bastardo. Es por eso no que no dude en gritarle que la destruiría, por el simple hecho de que cuando llegue su mate no podrá evitar caer en el deseo de tenerla como sucedió conmigo.Nunca pude resistirme a Litza cuando la vi aquella noche en Paris, no deseaba dañar a Leonor, pero es imposible no sucumbir ante tu mate. El olor que emana ella es como un perfume que nunca quieres que se termine la botella, no existe forma de negarse al encanto de tu destinada y lo he aprendido de la manera más dura posible
Tyler WilliamsNathan me mira desde una esquina, sé que tiene mucho que decir, sin embargo, sabe callar y mantener sus opiniones para él solo. Me sirvo un vaso con whisky y me dejo caer en mi sofá de cuero, muevo los cubos de hielo con un movimiento de mi muñeca y gruño.—Ya habla —lo escucho chasquear su lengua.—¿Por qué te importa tanto esa humana? Sé que es importante porque la conoces desde tu niñez, sin embargo, no es tu luna para traerla a la manada y tenerla como pareja. Esperaba que en algún momento encontrases a tu mate y dejaras de lado a esa mujer —comenta mirándome con recelo.—No quiero nadie más que a Litza, les jure a mis padres que rechazaría a mi luna por ella —le digo—, no pienso dejara —concluyo.—Mierda, viejo, no puedes estar obsesionado con esa mujer, Litza tiene un cachorro y ese hombre está vivo e intenta recuperar a su mate, ¿Por qué oponerte al destino que creo la diosa para ellos? —lo miro con rabia.—Solo debe quedarte claro que ella es mía y su cachorro t
Litza CooperÉl me besó, no puedo dejar de sentirme culpable y al mismo tiempo con una sensación en mi estómago que me provoca tanta conmoción en mi pecho, Darek alborota todo cuando lo tengo cerca. Al ver sus ojos siempre me pierdo en ellos, por lo que trato de no mirarlo fijamente y no perderme en los detalles de su cara.Toco mis labios todavía sintiendo la sensación de tener los suyos sobre los míos.—Litza, ¿estás bien? —mi padre me saca de mis pensamientos, lo miro interrogante—Te preguntaba sobre Tyler, ¿Por qué no vino contigo? —interroga.—Está ocupado con cosas de la empresa —asiente con una sonrisa.—Es un chico muy trabajador, me alegra mucho de que al fin se hayan dado una oportunidad —murmura a lo que solo asiento—. Kalen se ve muy feliz —lo miramos jugar con Zeus, el perro que compro mi padre hace un mes.—Se pasó una semana con su padre, me ha contado como pesco un pez enorme. Se divirtió mucho por lo que cuenta —le digo.—Darek me ha sorprendido mucho, no esperaba que
Darek Adams —Argelis, ¿Dónde están los documentos de la empresa alemana? —le pregunto por medio del teléfono. —Los dejes en su escritorio esta mañana —responde, miro el escritorio y no hay nada allí. —No están, ¿segura de que los dejaste aquí? —cuestiono, —¡Oh, Dios!, lo dejé en el escritorio del señor Cooper, se los llevo enseguida —suspiro. —Bien —cuelgo, mi teléfono personal timbra y es Litza, no esperaba llamada de ella por un buen tiempo, no después de haberle robado ese beso—Hola, ¿Cómo estás? —interrogo en el momento que pulso el botón verde. —¿Puedo verte? —me pregunta. —¿Cuándo? —interrogo. —Ahora, necesito verte —susurra. —Claro, envíame la dirección —cuelga y me llega un mensaje con su ubicación, me pongo de pie y tomo mi chaqueta. Saliendo de mi oficina me encuentro con Argelis que me observa confundida—. Se me presento una emergencia, revisaré esos documentos luego —le digo mientras me dirijo al ascensor, le pulso y enseguida abre, me agrada tener uno personal.
Litza Cooper Después de que Darek me dejara en casa de mi padre, me fui a mi habitación, duche y cambia por algo más cómodo. Al revisar mi teléfono tenía varias llamadas y mensajes de Tyler, suspire leyendo algunos en los que pedía verme, no es lo que parece y que debemos hablar esto en persona. Dejo el celular sobre la mesa noche, me recuesto observando el techo de mi aposento, no puedo perdonarle una infidelidad a Ty, ni a nadie, es una raya que no permitiría a un hombre cruzar en mi vida. Al despertar lo primero que visualizo es a Kalen saltando en la cama, lo miro con mis ojos entrecerrados. —Mamá —dice para dejar de saltar y subir sobre mí, me da algunos besos por el rostro y sonrió como puedo. —¿Por qué tan contento? —cuestiono. —Abuelo me llevará a ver carreras de motos —festeja. —Oh, es genial —murmuro. —¡Sí! Lo mejor es que papá va a ir —eso sí que me sorprende, lo miro interrogante—, le dije al abuelo que lo invitara —murmura con su voz tan infantil. —Se van a divert
Darek Adams Puedo ver confusión en su mirada, ella lo sabía, Tyler le confesó que es un lobo «¿Por qué se lo habrá dicho?» Pienso. —¿Cómo sabes eso? —cuestiona, no quería contarlo de ese modo, sin embargo, tengo que tomar esta situación para decírselo. —También soy un hombre lobo, Litza —sus cejas se alzan—, no quería decírtelo hasta encontrar el momento indicado, sin embargo, ya no puedo seguir ocultándote la verdad —le digo. —Genial, resulta que todos me mientes —pone sus manos en su cintura—¿Qué más me has ocultado? —Interroga, por lo que llevo mi mirada hasta Kalen—No, no, —dice negando de manera repetitiva—Mi pequeño —susurra cubriendo sus labios al borde del colapso. —Lo siento, Litza —susurro—, no es algo que se pueda controlar o evitar, ni siquiera sé mucho de lo que soy —le digo a lo que este me mira confundida. —¿No perteneces a una manada? Tyler me hablo sobre su manada —niego. —Soy lo que llaman lobo solitario o lo era hasta que conocí a mi cachorro —murmuro con hon
Tyler WilliamsLlego a la casa de Antonella, esa maldita mujer solo llego para destruir todo lo que conseguido, Litza ahora nunca va a perdonarme por ese estúpido video que le hizo llegar. Desde un principio no debí caer en su chantaje, supuse que ella tramaba algo más, sin embargo, no espera que fuera a ir por mi relación. Su personar de servicio me lleva hasta la sala en donde la espero con mis brazos cruzados, el demonio vestido de rosa aparece en mi campo de visión portando una satánica sonrisa de que ha logrado su cometido.—Querido, no espera tenerte tan pronto en mi casa, ¿en qué puedo ayudarte? —cuestiona acercándose para besar mis mejillas, sin embargo, sujeto su cuello.—Debería acabar con tu vida por lo que has hecho, Antonella —gruño haciendo firme mi agarre en su cuello, ella ni se inmuta.—Tyler, Tyler… —flojo el agarre para dejarla soltar el veneno—, es muy probable que en mi vientre esté creciendo tu cachorro, ¿terminaras con mi vida sabiendo eso? —Cuestiona con una so
Litza Cooper Un mes después… —¡Mamá! ¡Mamá! —Corro por el pasillo hacia la cocina al escuchar su llanto—, le pasa algo al abuelo —lo escucho decir e ingreso a la sala, me arrodillo enseguida frente a mi padre que tiene su mano en su pecho. —¡Carmen! ¡Llama una ambulancia! —Grito—, papá, por favor despierta —las lágrimas no tardan en bajar por mis mejillas al ver que no reacciona—. ¡Papá! ¡Despierta! —le grito, no sé cuánto tiempo transcurre hasta que llega los paramédicos. —Aléjese señora —me separo de ellos para dejarlos trabajar mientras sujeto a Kalen mis brazos, se miran entre ellos después de revisar sus vitales y dar RCP a mi padre que no reacciona. —Lo siento mucho, señora —dice, niego con las lágrimas bajando por mis mejillas «No, no, mi padre no puede dejarme» pienso mientras lloro—. El señor ha fallecido de lo que parece ser un paro cardiaco —me informa. —Litza —la voz de Darek me hace girar e ir a refugiarme en sus brazos. —Mi papá, Darek… se fue, mi padre —lloro en