Litza Cooper Después de que Darek me dejara en casa de mi padre, me fui a mi habitación, duche y cambia por algo más cómodo. Al revisar mi teléfono tenía varias llamadas y mensajes de Tyler, suspire leyendo algunos en los que pedía verme, no es lo que parece y que debemos hablar esto en persona. Dejo el celular sobre la mesa noche, me recuesto observando el techo de mi aposento, no puedo perdonarle una infidelidad a Ty, ni a nadie, es una raya que no permitiría a un hombre cruzar en mi vida. Al despertar lo primero que visualizo es a Kalen saltando en la cama, lo miro con mis ojos entrecerrados. —Mamá —dice para dejar de saltar y subir sobre mí, me da algunos besos por el rostro y sonrió como puedo. —¿Por qué tan contento? —cuestiono. —Abuelo me llevará a ver carreras de motos —festeja. —Oh, es genial —murmuro. —¡Sí! Lo mejor es que papá va a ir —eso sí que me sorprende, lo miro interrogante—, le dije al abuelo que lo invitara —murmura con su voz tan infantil. —Se van a divert
Darek Adams Puedo ver confusión en su mirada, ella lo sabía, Tyler le confesó que es un lobo «¿Por qué se lo habrá dicho?» Pienso. —¿Cómo sabes eso? —cuestiona, no quería contarlo de ese modo, sin embargo, tengo que tomar esta situación para decírselo. —También soy un hombre lobo, Litza —sus cejas se alzan—, no quería decírtelo hasta encontrar el momento indicado, sin embargo, ya no puedo seguir ocultándote la verdad —le digo. —Genial, resulta que todos me mientes —pone sus manos en su cintura—¿Qué más me has ocultado? —Interroga, por lo que llevo mi mirada hasta Kalen—No, no, —dice negando de manera repetitiva—Mi pequeño —susurra cubriendo sus labios al borde del colapso. —Lo siento, Litza —susurro—, no es algo que se pueda controlar o evitar, ni siquiera sé mucho de lo que soy —le digo a lo que este me mira confundida. —¿No perteneces a una manada? Tyler me hablo sobre su manada —niego. —Soy lo que llaman lobo solitario o lo era hasta que conocí a mi cachorro —murmuro con hon
Tyler WilliamsLlego a la casa de Antonella, esa maldita mujer solo llego para destruir todo lo que conseguido, Litza ahora nunca va a perdonarme por ese estúpido video que le hizo llegar. Desde un principio no debí caer en su chantaje, supuse que ella tramaba algo más, sin embargo, no espera que fuera a ir por mi relación. Su personar de servicio me lleva hasta la sala en donde la espero con mis brazos cruzados, el demonio vestido de rosa aparece en mi campo de visión portando una satánica sonrisa de que ha logrado su cometido.—Querido, no espera tenerte tan pronto en mi casa, ¿en qué puedo ayudarte? —cuestiona acercándose para besar mis mejillas, sin embargo, sujeto su cuello.—Debería acabar con tu vida por lo que has hecho, Antonella —gruño haciendo firme mi agarre en su cuello, ella ni se inmuta.—Tyler, Tyler… —flojo el agarre para dejarla soltar el veneno—, es muy probable que en mi vientre esté creciendo tu cachorro, ¿terminaras con mi vida sabiendo eso? —Cuestiona con una so
Litza Cooper Un mes después… —¡Mamá! ¡Mamá! —Corro por el pasillo hacia la cocina al escuchar su llanto—, le pasa algo al abuelo —lo escucho decir e ingreso a la sala, me arrodillo enseguida frente a mi padre que tiene su mano en su pecho. —¡Carmen! ¡Llama una ambulancia! —Grito—, papá, por favor despierta —las lágrimas no tardan en bajar por mis mejillas al ver que no reacciona—. ¡Papá! ¡Despierta! —le grito, no sé cuánto tiempo transcurre hasta que llega los paramédicos. —Aléjese señora —me separo de ellos para dejarlos trabajar mientras sujeto a Kalen mis brazos, se miran entre ellos después de revisar sus vitales y dar RCP a mi padre que no reacciona. —Lo siento mucho, señora —dice, niego con las lágrimas bajando por mis mejillas «No, no, mi padre no puede dejarme» pienso mientras lloro—. El señor ha fallecido de lo que parece ser un paro cardiaco —me informa. —Litza —la voz de Darek me hace girar e ir a refugiarme en sus brazos. —Mi papá, Darek… se fue, mi padre —lloro en
Darek Adams Dos semanas después… No puedo evitar sentirme bien por tener a Litza desde hace dos semanas en mi casa, sin embargo, las razones por la que sucedió no son de mi agrado, Elías falleció de un paro cardiaco y es algo que ha sido sorpresivo, doloroso y lamentable. Estos días hago todo para sacarle una sonrisa y despejar su mente, Kalen se lo ha tomado bien para su edad, le he prometido jugar con él y lo cumplo e incluso he traído a Zeus. He querido organizar una cena para Litza y aprovechar para pedirle que se quede aquí en mi casa, le lleve a Kalen a mis padres y así podemos tener una noche solo para nosotros. Aprovecho que ella está en la universidad para organizar el patio trasero con velas cubierta para evitar que se apaguen, tendí una manta roja cerca de la alberca y gracias mi madre aprendí a cocinar. Tengo empleados, pero le di libre y me encargue de todo, prepare un dulce de naranja y fresas, mientras que de cenar camarones bañados en una salsa de bechamel, con un
Litza Cooper Estiro mi cuerpo entre las sábanas blancas, palpo a mi lado y abro un solo ojo dándome cuenta de que estoy sola en la cama, ¿dónde estará Darek? Me pregunto al no verlo a mi lado, sin embargo, mi pregunta es respondida al verlo ingresar en bóxer cargando una bandeja. Este me da una linda sonrisa, se ve tan radiante y sexi que me hace dudar de sea este hermoso hombre solo para mí. —Si me traes desayuno de esa manera a la cama todos los días, no me arrepentiré nunca de vivir aquí —su sonrisa se amplía como si eso fuera posible, se sienta a mi lado mientras deja el desayuno en la mesa de noche. —Buenos días, nena —se posa con su torso sobre mí para poder darme un beso, suspiro enterrando mis dedos en su sedoso cabello—. Si me ves con esos ojos cada mañana, no dejaré que escapes de esta habitación —ronronea, me parece un extraño sonido, sin embargo, no me molesta, lo hace ver tan tierno. —No te cansas nunca —digo, recordando que anoche fue bastante intensa. —Imposible c
Darek AdamsUn año después…Nunca me había dado cuenta de lo rápido que pasa el tiempo y los cambios tan grandes que han pasado en mi vida. Cada mes paso al lado de Litza me he sentido fuerte, invencible, con agilidades más finas de las usuales, es como si todo mis sentidos se hubiese subdesarrollado, volviéndome poderoso. También me he convertido en un empresario más exitoso, ya que Litza me ha cedido control sobre las acciones de Elías Cooper, ella no es empresaria y tampoco desea irse por esa área.Su interés va más como organizadora de eventos, le he cedido ese control en las empresas y ella se encarga de manejar cada fiesta de inauguración o benéfica que tengamos. Otras industrias también han contratado sus servicios provocando que tenga buenas ganancias, le ayudo cada vez que está muy apretada y ha contratado ya un equipo para tener menos obligaciones. Aunque algunas veces es algo imposible porque ama su trabajo, Kalen y yo somos el complemento añadido a su felicidad, no me inco
Darek Adams—Shh… —le hago seña para que guarde silencio, me concentro en escuchar y escucho varios pasos en la propiedad—, no estamos solo —mascullo muy bajo para que solo ella pueda escucharme, Litza tiembla mientras que hago se ponga de pie y no puedo evitar que mis ojos de lobos se presenten.Tomo su mano para hacerla caminar detrás de mí, mis músculos se tensan, no sé cuántos vampiros pueden estar en la casa y la última vez que pelee con uno casi termino muerto, me aterra no poder proteger a Litza en este momento.—Perrito, perrito… —escucho que dice de alguna zona de la casa—, sé que puedes escucharme, bestia asquerosa —dice—. Me he tardado tres años en encontrarte, sin embargo, ya lo hice y he venido a hacerte pagar —comenta.Escucho sonido de cosas romperse, supongo están en la sala.—Darek —susurra asustada al sentir como pasos se acercan hacia nosotros.—Pase lo que pase, prométeme que te irás de aquí…—No, no pienso dejarte —interrumpe, la miro con seriedad.—Litza, prométe