De regreso a la ciudadAl siguiente día como un relojito, Lucia estaba marcándole a mi marido, ni siquiera acababa de amanecer, aunque tenía un poco de sueño no me disgustaba que “seguridad empresa” hubiera llamado tan temprano, la verdad quería volver a la ciudad pronto, pero no quería que él sospechara que yo sabía algo, mi plan tenía que llegar hasta el final.Cristopher apenas medio abre sus ojos y rechaza la llamada, apaga su teléfono y se recuesta en mi pecho, ¡¿Qué?!, la idea era que contestara con su descaro como siempre lo habia hecho, no que rechazara la llamada como antes yo lo quería.- ¿No vas a contestar? Puede ser una emergencia en la empresa, llamare a mi padre para que él se haga cargo.-No es nada grave querida, debe ser alguna alarma que nuevamente se disparó, ya lo resolverán, además estoy de vacaciones.-No querido, recuerda que también es la empresa de mi padre, lo llamare de inmediato no estaré tranquila si estamos aquí y algo pasa- tomo mi teléfono y tecleo el
Mientras tanto en casa de Lucia- ¿Pero que rayos te pasa Lucia?, estaba en un viaje de negocios, me hiciste devolver sin ninguna justificación-Te parece ninguna justificación que tu hija nació hace una semana y tu no has venido a verla ¿acaso no la quieres? ¿para esto me dejaste embarazada? Para dejarme metida con dos niños pequeños sin ni siquiera que comer, ¡eres un miserable Cristopher!-Si la cuestión es de dinero, pues dime y yo lo pongo en tu cuenta lo que necesites, me interrumpiste en algo importante, esto no te lo voy a perdonar Lucia.-Pues no me perdones nada, le diré a tu esposa acerca de nosotros dos, y ya verás como es que voy a destruir tu reputación, no te va a quedar apellido para tus futuros hijos si es que piensas tener más. ¡Te lo juro!-Mira nena cálmate, es que he estado un poco ocupado, déjame reivindicarme con mi hija y contigo, esta noche me quedare cuidándolas, ven mi amor, estas alterada eso es depresión posparto.- ¡Depresión posparto y los cojones Cristo
Lucia desiste del tratoLlego a mi casa con un aire de derrota, pensé que con mi actitud liberada encontraría algo más que diversión y me equivoque, solo logre un gran dolor de cabeza debido a los tragos.Al siguiente día tenía una gran jaqueca, hace muchísimo tiempo no me excedía con los tragos, ya eran casi las diez de la mañana y Cristopher no se habia dignado a aparecer, se estaba sobrepasando con el descaro, tampoco podía permitir que él me siguiera viendo la cara de estúpida, así que decido escribirle, al menos para atormentarle la existencia.-Buenos días querido ¿estas bien?, ni siquiera te has dignado a avisar si estas vivoMe quedo esperando por unos diez minutos, pero nada que responde, me voy a bañar y al regresar encuentro un mensaje suyo.-Buenos días, Amanda, discúlpame, tome una ducha en el baño de la oficina temprano y sigo derecho hoy, nos vemos en la cena.Al leer su mensaje noto un cambio de actitud, no me escribe cariñosamente como lo habia hecho los últimos días,
Carlos, una excelente cura, no solo para el cuerpo, sino que también para el almaY allí estoy con él, en su pequeña pero agradable sala, él se acerca a un pequeño botiquín que tiene en su cocina, y se pone unos guantes de látex para poder limpiarme, alista todo lo necesario para hacer curación en mi rostro, también toma un vaso de agua y unas píldoras para el dolor, se acerca y me los ofrece.-Se que le debe estar doliendo la cabeza, la pelea fue bastante fuerte señora Amanda, y algo divertida- él no puede evitar que la sonrisa brote de su boca-No sé qué te pueda parecer gracioso ver a dos mujeres peleándose, pero si, ¿sabes? No sentía esa adrenalina correr por mi cuerpo hace mucho tiempo ¿es que si la viste? Como peleaba como una leona por un hombre, eso es la verdaderamente gracioso-Pero usted también lo estaba haciendo señora Amanda, es claro que usted está muy enamorada de su marido.Me tomo un sorbo de agua y guardo silencio, me habia dicho algo que en realidad no sabía si era
Entrando en depresiónSalgo tan humillada de la casa de Carlos, no puedo creer lo que acaba de pasar, cuando las cosas empezaron a darse entre los dos, me imagine que era un hombre soltero, tanta caballerosidad, no se debía más que a un acto de hipocresía, o de simple requisito por su trabajo, tome un taxi y me fui para la casa, además de estar golpeada físicamente, sentí como mi alma también fue arrastrada a un pozo profundo, solamente estaba recibiendo malos sentimientos por parte de los hombres que les permitía entrar a mi vida, si lo pensaba bien desde el momento en que tuve a Camille y su padre me abandono, comencé a conocer la desdicha que trae el hecho de amar, me sentía frustrada, no pude evitar llorar durante todo el camino.Cuando regrese a mi casa para mi sorpresa mi esposo ya estaba esperándome, no tenía buena cara, y se notaba que tenía molestias conmigo. Ya me imaginaba yo que sabía que habia estado en casa de la que ahora se suponía seria su esposa, que ridículo se escu
La otra amante de mi maridoDespués del patético y deprimente show que habia dado en casa delante de mi familia, mis empleados totalmente desnuda, sentía una depresión terrible, Cristopher trataba de consolarme a través de sus actos más descarados, la siguiente semana llegaba temprano del trabajo y se quedaba conmigo, me daba mimos, me llevaba regalos y me decía palabras como: “eres el amor de mi vida”, “soy muy afortunado de que seas mi esposa”, “no sabes cuanto te amo querida”, me preguntaba ¿Quién podía ser tan descarado para actuar de esa manera como él lo estaba haciendo?Poco a poco me fui recuperando de mi estado emocional, realmente necesitaba ir a terapia, mi cuerpo estaba colapsado, y ni hablar de mi cabeza, estaba a punto de volverme loca con tanto enredo, pero al pasar los días mi cabeza recobraba un poco esa cordura que estaba perdiendo gracias a las insolencias de mi amado marido. Pero cuando trataba de mantener las cosas en su lugar, él mismo se encargaba de hacerme la
Lucia regresa por el tratoSin mediar palabra le pedí a Carlos que me llevara a mi casa, por ese día habían sido suficientes emociones, además tenía un tren de sentimientos encontrados, no podía creer lo que me habia dicho Carlos y mucho menos su interés por mí estaba confundido, mentalmente me sentía agotada.Me quito la ropa que llevo puesta y me recuesto sobre mi cama, tomo mi telefono y mi día no podía ser más sorprendente, veo un texto de Lucia.-Hola Amanda, sé que no estamos en buenos términos, pero necesito hablar contigo- noto que el mensaje me lo envió hace más de veinte minutos, y no estoy segura de querer responderle, así que la dejo en visto mientras pienso.Veo que también entra otro mensaje-Amanda, creo que la conversación de hoy quedo inconclusa, espero me des la oportunidad de hablar- Carlos me escribe, quería desconectar el telefono y dormir, no responderle a ninguno de los dos, pero con el tema de Lucia me causaba mucha curiosidad, así que decido responderle.- ¿Qu
Consumidos por el deseoLlegamos a ese especial lugar, en donde todo lo que se veía emanaba a erotismo, habia dos opciones para que Carlos conociera este lugar, la primera sería que hubiera venido con alguien a intimar a este sitio con él, la segunda que, en uno de esos días como conductor, trajera a una de mis lujuriosas amigas, porque estoy segura de que les encanta frecuentar lugares como estos.Él sin pensarlo dos veces me toma de la mano y seguimos a la camarera mientras nos entrega las llaves del lugar y nos da unas instrucciones, yo estaba embelesada con su roce, y me sentía como una adolescente próxima a cometer una travesura, Carlos era cinco años menor que yo, y aunque la diferencia no se notaba, habia algo dentro de mí que no dejaba de sentir vergüenza, pero no precisamente con él, sino más bien con el qué dirán, así que adoraba la intimidad del lugar.Entramos a la enorme habitación, habia un jacuzzi, una cama gigante en forma de corazón, con una decoración bastante sensua