Lucia desiste del tratoLlego a mi casa con un aire de derrota, pensé que con mi actitud liberada encontraría algo más que diversión y me equivoque, solo logre un gran dolor de cabeza debido a los tragos.Al siguiente día tenía una gran jaqueca, hace muchísimo tiempo no me excedía con los tragos, ya eran casi las diez de la mañana y Cristopher no se habia dignado a aparecer, se estaba sobrepasando con el descaro, tampoco podía permitir que él me siguiera viendo la cara de estúpida, así que decido escribirle, al menos para atormentarle la existencia.-Buenos días querido ¿estas bien?, ni siquiera te has dignado a avisar si estas vivoMe quedo esperando por unos diez minutos, pero nada que responde, me voy a bañar y al regresar encuentro un mensaje suyo.-Buenos días, Amanda, discúlpame, tome una ducha en el baño de la oficina temprano y sigo derecho hoy, nos vemos en la cena.Al leer su mensaje noto un cambio de actitud, no me escribe cariñosamente como lo habia hecho los últimos días,
Carlos, una excelente cura, no solo para el cuerpo, sino que también para el almaY allí estoy con él, en su pequeña pero agradable sala, él se acerca a un pequeño botiquín que tiene en su cocina, y se pone unos guantes de látex para poder limpiarme, alista todo lo necesario para hacer curación en mi rostro, también toma un vaso de agua y unas píldoras para el dolor, se acerca y me los ofrece.-Se que le debe estar doliendo la cabeza, la pelea fue bastante fuerte señora Amanda, y algo divertida- él no puede evitar que la sonrisa brote de su boca-No sé qué te pueda parecer gracioso ver a dos mujeres peleándose, pero si, ¿sabes? No sentía esa adrenalina correr por mi cuerpo hace mucho tiempo ¿es que si la viste? Como peleaba como una leona por un hombre, eso es la verdaderamente gracioso-Pero usted también lo estaba haciendo señora Amanda, es claro que usted está muy enamorada de su marido.Me tomo un sorbo de agua y guardo silencio, me habia dicho algo que en realidad no sabía si era
Entrando en depresiónSalgo tan humillada de la casa de Carlos, no puedo creer lo que acaba de pasar, cuando las cosas empezaron a darse entre los dos, me imagine que era un hombre soltero, tanta caballerosidad, no se debía más que a un acto de hipocresía, o de simple requisito por su trabajo, tome un taxi y me fui para la casa, además de estar golpeada físicamente, sentí como mi alma también fue arrastrada a un pozo profundo, solamente estaba recibiendo malos sentimientos por parte de los hombres que les permitía entrar a mi vida, si lo pensaba bien desde el momento en que tuve a Camille y su padre me abandono, comencé a conocer la desdicha que trae el hecho de amar, me sentía frustrada, no pude evitar llorar durante todo el camino.Cuando regrese a mi casa para mi sorpresa mi esposo ya estaba esperándome, no tenía buena cara, y se notaba que tenía molestias conmigo. Ya me imaginaba yo que sabía que habia estado en casa de la que ahora se suponía seria su esposa, que ridículo se escu
La otra amante de mi maridoDespués del patético y deprimente show que habia dado en casa delante de mi familia, mis empleados totalmente desnuda, sentía una depresión terrible, Cristopher trataba de consolarme a través de sus actos más descarados, la siguiente semana llegaba temprano del trabajo y se quedaba conmigo, me daba mimos, me llevaba regalos y me decía palabras como: “eres el amor de mi vida”, “soy muy afortunado de que seas mi esposa”, “no sabes cuanto te amo querida”, me preguntaba ¿Quién podía ser tan descarado para actuar de esa manera como él lo estaba haciendo?Poco a poco me fui recuperando de mi estado emocional, realmente necesitaba ir a terapia, mi cuerpo estaba colapsado, y ni hablar de mi cabeza, estaba a punto de volverme loca con tanto enredo, pero al pasar los días mi cabeza recobraba un poco esa cordura que estaba perdiendo gracias a las insolencias de mi amado marido. Pero cuando trataba de mantener las cosas en su lugar, él mismo se encargaba de hacerme la
Lucia regresa por el tratoSin mediar palabra le pedí a Carlos que me llevara a mi casa, por ese día habían sido suficientes emociones, además tenía un tren de sentimientos encontrados, no podía creer lo que me habia dicho Carlos y mucho menos su interés por mí estaba confundido, mentalmente me sentía agotada.Me quito la ropa que llevo puesta y me recuesto sobre mi cama, tomo mi telefono y mi día no podía ser más sorprendente, veo un texto de Lucia.-Hola Amanda, sé que no estamos en buenos términos, pero necesito hablar contigo- noto que el mensaje me lo envió hace más de veinte minutos, y no estoy segura de querer responderle, así que la dejo en visto mientras pienso.Veo que también entra otro mensaje-Amanda, creo que la conversación de hoy quedo inconclusa, espero me des la oportunidad de hablar- Carlos me escribe, quería desconectar el telefono y dormir, no responderle a ninguno de los dos, pero con el tema de Lucia me causaba mucha curiosidad, así que decido responderle.- ¿Qu
Consumidos por el deseoLlegamos a ese especial lugar, en donde todo lo que se veía emanaba a erotismo, habia dos opciones para que Carlos conociera este lugar, la primera sería que hubiera venido con alguien a intimar a este sitio con él, la segunda que, en uno de esos días como conductor, trajera a una de mis lujuriosas amigas, porque estoy segura de que les encanta frecuentar lugares como estos.Él sin pensarlo dos veces me toma de la mano y seguimos a la camarera mientras nos entrega las llaves del lugar y nos da unas instrucciones, yo estaba embelesada con su roce, y me sentía como una adolescente próxima a cometer una travesura, Carlos era cinco años menor que yo, y aunque la diferencia no se notaba, habia algo dentro de mí que no dejaba de sentir vergüenza, pero no precisamente con él, sino más bien con el qué dirán, así que adoraba la intimidad del lugar.Entramos a la enorme habitación, habia un jacuzzi, una cama gigante en forma de corazón, con una decoración bastante sensua
De vuelta a la guerra con CristopherSalgo rápidamente de la bañera del jacuzzi, ante la mirada divertida de Carlos, que me guiña un ojo cuando sin querer lo volteo a mirar y está perdido en los movimientos de mis nalgas, me sonrojo, me siento como una pequeña, no como la adulta que ya era y que tenía miles de responsabilidades , y eso parecía que me estaba cobrando factura , veo mi telefono y tengo más de diez llamadas perdidas, unas cinco de Camille y otras cinco de Christopher, sin contar con las llamadas del telefono fijo de la casa … mierda ¿Qué paso?, mi cara de felicidad en dos segundos se transforma automáticamente en pánico, Carlos se da cuenta y sale del jacuzzi rápidamente a mi búsqueda, me tiende rápidamente una toalla en mi espalda, mientras llamo a mi hija.- ¡Hola, mamá! ¿Dónde carajos estás? -La voz de Camille se escuchaba entrecortada- ¿Qué paso Camille? ¿estas bien? ¿Santiago está bien? - me llevo la mano a la boca esperando la peor respuesta de su parte, mientras
Ahora es Cristopher quien me persigueDespués de la dura discusión que habia tenido con Cristopher, estaba más enojada que nunca con él, aunque pude decirle en su cara la verdad de las cosas, se habia tomado el atrevimiento de romper mi telefono, algo que era sagrado para mí, era una falta de respeto lo que estaba haciendo, y por lo visto entre los dos venia una guerra dura, tuve que salir a comprar otro telefono y dejar encargada a mi empleada de mi hijo, salí en mi auto, porque ni siquiera tenía forma de comunicarme con Carlos, lo necesitaba en ese momento, mi marido tenía razón, Yo Amanda Beller, tenía un amante, pero me hacía sentir mujer, me hacía sentir querida, admirada, lo que por muchos años mi marido omitió por estar buscando por fuera lo que siempre en casa tuvo conmigo, mi amor fue tan incondicional, que me faltaba el aire de solo pensar lo injusto que él fue conmigo.Voy llegando a la tienda de teléfonos, pero me siento incomoda, es como si alguien me estuviera observando