Jann lo lleva a su casa, esperando que su mal humor se le quite después de una buena siesta.—Señor, bienvenido a casa —lo recibe el mayordomo.—Wilfret, ¿alguna novedad? —le pregunta dejándose caer sobre el sillón.—Un paquete ha llegado para usted esta mañana —le entrega un sobre— ¿desea algo para tomar?—Tráele un café, ha tomado demasiado —Jann se adelanta sentándose frente a él.—Pensé que te irías al dejarme aquí —gruñe molesto.—Era lo planeado, pero quiero saber que te han enviado —se inclina hacia él con curiosidad.—Lo veo mañana, como has dicho, estoy pasado de copas.—Que molesto eres, vamos ábrelo, quizás y es la respuesta que estas esperando —lo anima, tentado a quitarle el sobre y abrirlo el mismo— ¿te imaginas que Gerard no sea él asesino? Podrías luchar por la chica y casarte con ella.—Estás viendo muchas películas románticas —se le queda viendo como si le hubiera salido un tercer ojo.—Todo es posible, aun no te han confirmado la identidad del asesino —le recuerda,
New York El dia ha llegado, Laura se ha encontrado muy nerviosa ni Maite ha podido calmarla. Todas se encuentran en suite del hotel que escogieron para celebrar la boda. Es uno de los más pequeños y alejados de la ciudad de la Walton & Walton. —Calma amiga, después de todo no será tan malo, es unos instantes tendrás a la cuñada más genial del mundo. Comenta Maite para al menos sacarle una sonrisa. —La próxima semana estarán de este lado y lo vas a entender —Laura no ha podido ingerir bocado y sin embargo tiene el estómago revuelto. —No nos tocó fácil amiga, pero al menos estamos juntas en esto —le da un fuerte abrazo, teniendo cuidado con su vestido— no llores, mira que en un momento vienen por nosotras para las fotos y no quiero que salgas feas. —Bien, disfrutemos de este día, no sé si será el último que pasemos juntas. Unos toques en la puerta las interrumpen, entrando Mía a la suite. —Maite, ve si ya está listo todo para las fotos —le pide a su hija para quedar sola con La
Laura siente como Chris aprieta sus manos para que reacciones, voltea a mirar a Maite que aún permanece a su lado y vuelve a fijar la vista en Chris.—Señorita Preston —el oficiante le habla, animándola a dar una respuesta.—Sí, acepto.—Las alianzas por favor —les indica para que cada uno le coloque el anillo al otro.—Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.Chris ve al oficiante con cara de pocos amigos, unas horas antes le había pedido que omitiera esa frase, ahora tendría que besarla. Lo hace rápido, esperando que sea suficiente con eso.Ambos se giran hacia sus invitados recibiendo los aplausos y las felicitaciones por parte de las pocas personas que fueron invitadas.Mía y Melisa se muerden la lengua para no decir nada de lo sucedido, cuando ambas estuvieron a punto de ponerse de pie y oponerse a la boda, pero esa decisión no es de ellas, sino de Chris y Laura y ahora tendrán que asumir las consecuencias de sus decisiones.—¿Me puedes explicar que rayos te paso? —le
Ángelo ve como Marcus se la lleva y ella no pone resistencia, por lo que molestó se va adentro en busca de Gerard, teniendo en mente una idea, aunque no será la mejor, al menos no será el único en pasar un mal rato está noche.—¿Ángelo que te ha sucedido?Le pregunté a Mía sorprendida al verlo llegar a la mesa. Toma un poco de hielo, lo pone en la servilleta de papel y se la pasa.—Marcus está aquí y se la ha llevado, intente oponerme pero he recibido un golpe de su parte, no pude hacer nada para evitarlo.Les explica a la familia, satisfecho por su reacción.—¿Cómo es posible? no tiene permitido la entrada a este lugar.Gerard se pone de pie de forma inmediata y se va a donde le indica Ángelo que los vio alejarse.—Ustedes tres, vengan conmigo inmediatamente y contacten al jefe de seguridad del hotel.Les ordena a los tres encargados de seguridad del salón.A medida que avanza por el estacionamiento, escucha sus voces, por lo que se deja guiar por ella hasta llegar a donde se encuent
El día ha llegado es momento de sacar a la luz los secretos y revelar nuevamente el pasado solo espera de que sea suficiente para que Marcos entienda la realidad que hay detrás de todo esto y no lo vea como una mera forma de evitar que lo maten.—Debería ser yo quien le entregue esos documentos, no tú, sería provocarlo —Mía se siente muy nerviosa, no sabe cómo se den las cosas.—No te voy a seguir exponiendo al peligro, has hecho demasiado, deja que a partir de ahora yo me encargué.La agarra por la cintura acercando sus labios a los de ella, dándole un dulce beso, esperando que se sienta mejor.—Ve con Darrent, él lo conoce y podrá controlarlo si las cosas se salen de control —continua, no estará tranquila hasta saber que todo termino bien.—Estaremos en mi edificio, en mi empresa, en mi oficina, ¿realmente crees que él sea tan idiota como para matarme allí? —le pregunta tratando que se tranquilice.—La sed de venganza y la rabia nos pueden hacer perder la razón, tú lo sabes bien, a
Gerard se le queda viendo, como se deja caer en el vacío de la venganza, espera que Darrent que se encuentra al lado sepa lidiar con esto sin que Marcus pierda lo poco que le queda.—De todas formas no lo iba a hacer, no me corresponde a mí revelar tu identidad y más sabiendo lo delicado del asunto, aunque deberías de hablarlo con Maite antes de regresar.Recuerda escuchar a su hija confesarle que lo ama, por lo que le gustaría que las cosas entre ellos queden claras antes de que cada uno tome su propio rumbo.—No será necesario —niega, no quiere dirigirle la mirada, mucho menos estar con ella en un lugar solos.—Te voy a poner las cosas claras —se acerca a él, asegurándose que lo escuche y entienda— como deseas seguir con tu venganza y no quiero que mi hija se vea en vuelta en esto, después que salgas de aquí, no te quiero cerca de ella o presentare cargos en tu contra. Así que aprovecha bien esta ultima vez y que ella se entere por ti.—No te preocupes por eso, no le tengo miedo ir
Después de lo sucedido, Ángelo decidió tomar el juego en sus manos y empezar a mover las piezas, ya no estaba dispuesto a seguir esperando a que Maite o Félix cumplieran con su parte del trato.Con lo que contrató a la mejor organizadora de Nueva York, dándole especificaciones y organizando todo para que su familia este presente para la fiesta de compromiso y pocos días después sería la boda.—Bien, con esta información que me está dando puede empezar a trabajar hoy mismo me pondré en ello, solo necesito que me entregue el número de contacto de su prometida para ultimar ciertos detalles —le pide sacando su teléfono para agendar el número.—En cuanto mi mamá aterrice en Estados Unidos, puede conversarlo con ella, quiero que esto sea una sorpresa para mi prometida —se excusa con la chica al ver que lo mira un tanto confundida.—Bien, perfecto —lo ve un tanto dudosa, pero decide no insistir en el asunto.La chica se marcha, por lo que aprovecha el momento para llamar a la casa de sus pad
Maite sube junto a sus padres al carro que los llevara al salón donde se llevara a cabo el teatro que ha montado Ángelo. Mientras se dirigen al lugar, Maite se escribe con Laura, que le informa que también van saliendo.—Creo que llegaremos todos juntos, Laura y Chris van saliendo —le informa a sus padres.—Mis padres ya están llegando —comenta Gerard guardando su teléfono en el bolsillo.Al cruzar a la calle donde se encuentra el gran salón, pueden ver todo el alboroto que hay, quedando sorprendidos.El carro donde van Melisa y Félix se unen a la fila detrás de ellos.—Ángelo no mentía cuando dijo que sería a todo lo alto, ni nuestras galas tienen tanta cobertura como tu compromiso —comenta Mía sorprendida.En el carro de atrás, Melisa ve con asombro todo lo que a preparado Ángelo, bajan del carro al mismo tiempo en que lo Hacen Mía y Gerard.Los reporteros se acercan a ellos, Melisa le dirige una mirada a su esposo sin importarle que alguno de los reporteros pueda captar aquella mir