Darrent llama con insistencia a Marcus, pero le desvía la llamada, activa el rastreador del teléfono que le dio y se va al lugar que le indica.Marcus sigue acostado en la cama, pensando en lo que sucede, sabiendo que sus planes se vinieron abajo. Si realmente quiere tomar venganza, solo podrá hacerlo de frente, teniendo la certeza que Maite le debe estar contando todo a su padre.Unos golpes en la puerta lo alertan, se pone un pantalón y toma su arma verificando que está cargada. Se va a la puerta viendo por la mirilla, se relaja al ver a Darrent.Al abrir la puerta lo primero que siente es el puño de Darrent en su cara, que lo deja aturdido.—¡Eres un maldito imbécil! —le escupe en la cara molesto.—Te habías tardado en venir, supongo que hasta ahora Gerard te fue con el chisme —lleva su mano a la mejilla lastimada, dirigiéndose a la cocina por un poco de hielo.—Me dijiste que lo habías deja atrás, que querías experiencia en el campo —le reclama, sintiéndose al límite de su pacienc
Después de tener toda la información de Marcus, Mía toma una decisión.—Darrent, llévame con Marcus, necesito hablar con él —le pide mientras recoge sus cosas para salir.—De ninguna manera —Gerard se pone de pie interponiéndose en su camino—, puede hacerte daño, ¿es que no te has dado cuenta el peligro que representa?—Solo veo a un niño que le quitaron sus padres, lo obligaron a temer del mundo exterior y que solo quiere recuperar su vida —le responde molesta—, te recuerdo que esa fue la vida que me tocó vivir.—Nunca intentaste matar a alguien ni vengarte —se niega a aceptarlo.—La diferencia entre él y yo es que mis padres no murieron en mis brazos, me ocultaron la realidad y cuando supe la verdad, estuve dispuesta a renunciar a ti y a esta vida ¿acaso se te olvido la discusión que tuvimos por eso?Le recuerda, esperando que la deje ir.—Voy contigo —acepta sin tener opción.—No, iré con Darrent, eres la última persona que él desea ver en este momento —estira la mano hacia él dete
Después de salir de la empresa, Maite se dirige a donde su amiga, hoy es el día de ver el diseñador y escoger el vestido de novia. Aunque la idea era que el diseñador hiciera uno para ella desde cero, debido al poco tiempo que tiene, escogerá uno del atelier, de los más exclusivos vestidos que hay disponible, petición de su abuela. Por lo que va hasta su oficina para llegar juntas al Atelier, donde su abuela ya las estará esperando. Al salir del ascensor, ve a su hermano salir de la oficina de Laura. Lo cual la sorprende, pero tiene la esperanza que se lleven mejor. —¡Que sorpresa! Pensé que te desagradaba la idea de estar haciendo el papel de novio con mi amiga —se burla, logrando que su hermano la vea con molestia. —Deja de molestar. Ve, te está esperando —hace un movimiento de cabeza hacia la oficina de Laura— y por favor, que mi abuela no le llene la cabeza con fantasías. —Sabe que se está casando con el ogro del cuento y no con el príncipe, despreocúpate por eso, hay cosas m
Mía cuelga la llamada justo cuando sale Maite y Laura del probador. Maite sale con un precioso vestido de encaje corte sirena, mientras que Laura tiene uno en razo, más romántico y sexy. —Están bellísimas —Melisa saca un pañuelo, derramando las primeras lágrimas, para luego tomarles una foto y enviarla a Mía. Laura se sube a la plataforma y se ve en el espejo, queda con las emociones a flor de piel al verse. Maite se imagina caminando con ese vestido, pero no con el hombre con el que esta prometida. —Vayan al probador —les pide el estilista— esos no son sus vestidos. Maite y Laura obedecen, se quitan el vestido y se colocan el siguiente, cada una tiene una chica que las ayuda a quietarse y ponerse el siguiente vestido. Para Maite, una falda acampanada en tul y un profundo escote corazón dejando sus hombros al descubierto. Laura tiene un vestido con pedrería en el corset, falda corte sirena con una profunda abertura en la parte de al frente. Mía llega justo a tiempo para verlas
—¡¿Se enamoró de él?! —Pregunta con algo de asombro, por lo mayor que es para ella— pensé que solo era un capricho o para molestar a papá.—¿Tu sabias que ellos estaban saliendo juntos? —Gerard lo ve sorprendido, se pone de pie pasando sus manos por el cabello.—Amor, creo que eras el único que no se había dado cuenta —Mía se le queda viendo preocupada— después de todo, pasaban más tiempo junto de lo normal.Gerard voltea hacia su esposa sin poder creer que ella también lo sabía y no le había dicho nada.—En fin, retomando el tema de Maite —Chris retoma el tecontinua antes de su padre se enfrasque en una discusión sin sentido— le he pedido a Andrés que haga una compra venta de acciones.—¿Compra venta? ¿Qué tienes en mente? —pide Gerard sin comprender.—Voy a comprar las acciones de Maite en su totalidad —les cuenta— si el interés de Ángelo es apropiarse de las acciones de ella, lo dejare sin nada, no tendrá poder aunque el acuerdo que hizo con el abuelo le otorga acciones, no será su
Jann lo lleva a su casa, esperando que su mal humor se le quite después de una buena siesta.—Señor, bienvenido a casa —lo recibe el mayordomo.—Wilfret, ¿alguna novedad? —le pregunta dejándose caer sobre el sillón.—Un paquete ha llegado para usted esta mañana —le entrega un sobre— ¿desea algo para tomar?—Tráele un café, ha tomado demasiado —Jann se adelanta sentándose frente a él.—Pensé que te irías al dejarme aquí —gruñe molesto.—Era lo planeado, pero quiero saber que te han enviado —se inclina hacia él con curiosidad.—Lo veo mañana, como has dicho, estoy pasado de copas.—Que molesto eres, vamos ábrelo, quizás y es la respuesta que estas esperando —lo anima, tentado a quitarle el sobre y abrirlo el mismo— ¿te imaginas que Gerard no sea él asesino? Podrías luchar por la chica y casarte con ella.—Estás viendo muchas películas románticas —se le queda viendo como si le hubiera salido un tercer ojo.—Todo es posible, aun no te han confirmado la identidad del asesino —le recuerda,
New York El dia ha llegado, Laura se ha encontrado muy nerviosa ni Maite ha podido calmarla. Todas se encuentran en suite del hotel que escogieron para celebrar la boda. Es uno de los más pequeños y alejados de la ciudad de la Walton & Walton. —Calma amiga, después de todo no será tan malo, es unos instantes tendrás a la cuñada más genial del mundo. Comenta Maite para al menos sacarle una sonrisa. —La próxima semana estarán de este lado y lo vas a entender —Laura no ha podido ingerir bocado y sin embargo tiene el estómago revuelto. —No nos tocó fácil amiga, pero al menos estamos juntas en esto —le da un fuerte abrazo, teniendo cuidado con su vestido— no llores, mira que en un momento vienen por nosotras para las fotos y no quiero que salgas feas. —Bien, disfrutemos de este día, no sé si será el último que pasemos juntas. Unos toques en la puerta las interrumpen, entrando Mía a la suite. —Maite, ve si ya está listo todo para las fotos —le pide a su hija para quedar sola con La
Laura siente como Chris aprieta sus manos para que reacciones, voltea a mirar a Maite que aún permanece a su lado y vuelve a fijar la vista en Chris.—Señorita Preston —el oficiante le habla, animándola a dar una respuesta.—Sí, acepto.—Las alianzas por favor —les indica para que cada uno le coloque el anillo al otro.—Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.Chris ve al oficiante con cara de pocos amigos, unas horas antes le había pedido que omitiera esa frase, ahora tendría que besarla. Lo hace rápido, esperando que sea suficiente con eso.Ambos se giran hacia sus invitados recibiendo los aplausos y las felicitaciones por parte de las pocas personas que fueron invitadas.Mía y Melisa se muerden la lengua para no decir nada de lo sucedido, cuando ambas estuvieron a punto de ponerse de pie y oponerse a la boda, pero esa decisión no es de ellas, sino de Chris y Laura y ahora tendrán que asumir las consecuencias de sus decisiones.—¿Me puedes explicar que rayos te paso? —le