Mía le costó dormir después de tener claro en su mente lo que ocurrió aquella noche, la discusión y las voces las reconoció perfectamente. Al menos sabía quién fue la última persona que los vio con vida y tendrá que darle explicaciones de lo ocurrido y por qué la separo de sus padres.Por más que Sofi le insistió, no quiso desayunar, tan solo quería llegar con la Psiquiatra y asegurarse que aquello no fue una mala jugada de su cabeza, porque no estaba dispuesta a dejar ni un día más a su tío en libertad. El día de ajustar cuentas había llegado.—Buenos días señores Walker —saluda la doctora en cuanto los ve entrar.Mía se sonroja, aún no está acostumbrada a ser llamada señora Walker. Gerard lo nota y eso infla más su gran orgullo.—Buenos días doctora, creo que ya recordé lo que pasó esa noche o al menos lo que más me interesa. Me gustaría asegurarme que sea un recuerdo y no una mala jugada de mi cabeza —le explica sentándose frente a ella.—La hipnosis será nuestra mejor opción para
Durante todo el proceso en que Mía está siendo valorada por el doctor de guardia, Gerard no se le despega ni un segundo. Viendo a los hombres que se acercan a ella con mala cara.—No entiendo por qué tienes que comportarte de ese modo, sé que debemos mantener las apariencias, pero tampoco lleves las cosas al extremo —Mía lo regaña, al ver como ahuyenta a un chico que se ha equivocado de cubículo.—¿Acaso te gustaría ser mi esposa de verdad? —alza una de sus cejas caminando hacia ella.Gerard se coloca entre sus piernas, acercándose todo lo que puede a ella, sus labios están a milímetros de tocarse.Mía traga grueso, aunque quiera hacerse la desentendida, no le es indiferente su cercanía, su corazón la traiciona delatando en cada palpitar como la pone.—Eres atractivo y capaz de seducir a la mujer que desees, pero te aseguro que si mis circunstancias fueran diferente, no te escogería como esposo. No eres mi tipo.Mía lo hace a un lado, baja de la camilla y sale del cubículo dejando a G
Durante el siguiente mes, Mía se comunica con Nicolás en secreto para estar al tanto del juicio de Robert y como está la situación en la empresa.Gerard ve con preocupación, como sube de a poco las acciones de la empresa, mientras que su padre lo presiona a que disuelva el matrimonio.—Disculpe señor —entra Peter a la oficina—, ya estamos listo por hoy. He enviado a su casa el smoking y un hermoso vestido para la señora Mía.Gerard lo ve sin entender y Peter le muestra la invitación a una cena a la que fueron invitados.—Gracias Peter.Gerard recoge todo y se va a casa a prepararse.Mía recibe un paquete grande y una nota:“Ponte hermosa para esta noche, fueron invitados a una cena importante. Tu momento a llegado, vuelve loco a ese hombre. Atentamente Peter.”Mía ríe por las locuras de Peter. Al abrir la caja y sacar el vestido su asombro es indescriptible. Un hermoso vestido color champan, en blonda y pedrería que tapa solo lo justo y necesario, espalda descubierta, mangas largas y
Solo quedan quince días para que el contrato termine y Mía obtenga su anhelada libertad.Mía ya hace planes para su nueva vida, está buscando donde vivir, en que colegio inscribir al niño y ayuda a Sofi a retomar su trabajo. Lo que tiene más entusiasmada a Mía, es estar al frente de la empresa de su padre como siempre debió ser.Por otro lado, Gerard anda con un genio de los mil demonios, que ni su padre ha podido soportar. Melisa ha buscado la forma de hablar con él e incluso ir a visitar a Mía, resultándole imposible.Gerard ha leído varias veces el documento a firmar, sin poder concentrarse como es debido, cansado, se levanta en busca de algo fuerte, pensando que solo así podrá concentrarse. Escucha la puerta de la oficina abrirse y la voz de su amigo.—Me he enterado de lo que has estado haciendo con Mía estas últimas semanas —Leonard lo ve desde la puerta con sus manos dentro del bolsillo, mientras se mantiene apoyado de la misma— Tan solo les quedan dos semanas, ¿así quieres aca
Mía se levanta de la cama un poco antes de que amanezca, recoge sus cosas y se envuelve en su bata. Ya está lista para salir de la habitación, se gira hacia él para verlo por última vez. Se a vencido el contrato, por lo que ya no tiene nada que hacer allí.Al entrar a la pequeña casa de atrás, encuentra a Sofi ya levantada sacando las maletas y demás cosas, por lo que Mía sube rápido a la habitación para darse una buena ducha y alistarse.En el momento exacto en el que va a entrar al carro, escucha su voz detrás de ella.—Mía, espera.Su corazón salta por la expectación. Debe de reconocer que muy en el fondo espera que la detenga, que desee empezar de cero y tener algo con ella.—Toma, es el último pago por tus servicios —le hace entrega de un sobre—, espero que puedas tener la vida que siempre quisiste.Al escuchar aquellas palabras su corazón cae a sus pies rompiéndose en miles de pedazos como cristal.—Gracias, buena suerte con tu empresa y que tus hoteles se sigan expandiendo tal
Desde que Mía tomo el mando de la empresa, ha recibido innumerables propuestas, hasta de empresarios que por años se han negado trabajar con ellos. Por lo que los directivos están más que felices de su decisión.—Sobrina —Nicolás entra a la oficina— ya me voy, es tarde, también deberías regresar a casa.—La hora se me ha ido en un abrir y cerrar de ojos —dice sorprendida al ver la hora.—Es lo que pasa cuando la presidenta de la empresa empieza a ser reconocida y en vez de ir por clientes, ellos vienen a nosotros. Eres la sensación del momento.—Exageras, solo hago mi trabajo —recoge sus cosas y sale junto a su tío.Nicolás la acompaña hasta el carro, aunque cuentan con buena seguridad, aun piensa que para Mía, no es suficiente.—Deberías tener chofer, así podrías descansar durante el viaje de regreso —le vuelve a mencionar.—Prometo ponerme en ello después de la gala —sube al carro y se ajusta el cinturón— te aviso al llegar. Descansa.Aunque trataba de mostrarse tranquila y que podí
Después de la gala, Gerard se ha encontrado a Mía a cada reunión a la que asiste. Verla desenvolverse de forma natural y simpatizar con los presentes menos con él, es como si no existiera para ella y eso lo pone de un humor de perros. Abren la puerta de su oficina sacándolo de sus pensamientos, es su padre, últimamente verlo por la empresa no es algo grato, siempre hay una queja, orden o sugerencia que acatar. —¿A que debo tu presencia? —lo ve impasible, camina hacia él con sus facciones rígidas. —Desde que ella apareció, te has comportado como un crio reclamando su dulce, cuando te ha dejado claro que no desea nada contigo —se sienta frente a él cruzando las piernas— lo mejor que hiciste fue separarte de ella, eso no lo puedes olvidar. Busca una mujer decente y que sepa muy bien su lugar. —No vamos a empezar otra vez con el tema, me case cuando presionaron, me divorcie tiempo después, ahora no vengas a exigir nada, te recuerdo que el presidente de esta empresa soy yo. Ni sé qué ha
El día de la consulta ha llegado y Mía se siente muy feliz, Ansiosa y al mismo tiempo asustada de que Gerard se dé cuenta de alguna manera de que su madre esta con ella y haciendo que.Sabe, que por mucho que se esfuerce, en algún momento lo sabrá. Viviendo en la misma ciudad, asistiendo a las mismas reuniones y mismos amigos, es un milagro que aún no lo haya notado.Al llegar al hospital, se detiene unos segundos en la entrada para tomar valor y camina a donde está la consulta de obstetricia. Para su alivio, solo ve a la señora Melisa sentada en la sala te espera.—Hola —al verla entrar, se pone de pie para recibirla con un fuerte abrazo—, estoy muy emocionada de ver a mi nieta o nieto y escuchar su corazoncito latir.Melisa está más emocionada que el día de la boda y eso a Mía la conmueve, que alguien va a amar a su bebé y que no será un estorbo.—Hola Melisa, en casa esperan ansiosos la noticia, así que espero que colabore y se deje ver. Voy anunciarme y regreso.Mía se acerca dond