—No es necesario, ya se me está pasando el malestar, esperemos a mañana, no es necesario armar tanto drama —le resta importancia.Mía sabe que esto suele ocurrirle cuando no recibe el tratamiento a tiempo. Los dolores de cabeza y los vómitos es parte del proceso. Por lo que se dice así misma que resista un poco más. Tiene que ser fuerte.—Mía, estas mal —la sostiene con cuidado, temiendo que en cualquier momento se desmaye. Con cuidado la lleva a la cama— necesitas atención médica, al menos deja que llame al doctor de la familia, te ayudara con los vómitos y el dolor ¿está bien?En el estado en que esta, no desea hacer nada que la altere y empeore su situación.—Bien.Accede al comprender que no se quedara tranquilo.Para decir que solo es un contrato lo que los une, Gerard empieza a demostrar sus verdaderos sentimientos.Gerard busca su teléfono y mientras que espera que el doctor conteste, va por Sofi, pensando que quizás ella sepa manejar la situación mejor que él.—¿Qué sucede? —S
Gerard se asegura que Mía este dormida y se va a su despacho a revisar el correo, ya deberían estar listos los resultados. Busca ansioso el correo del doctor y lo abre, cuando lee la palabra Negativo, siente un gran alivio, más no se fía. Busca el número del doctor que le hizo el procedimiento para realizarse un chequeo.Una vez resuelto ese detalle, sube a la habitación a descansar.Los días siguientes fueron realmente duros para Mía, el examen toxicológico revelo que su falta de memoria era provocada, así que le administraron un tratamiento para revertir los efectos que aun sigue teniendo. Las migrañas fueron disminuyendo de apoco, más no se fueron enseguida.Las pesadillas han sido más intensa, pero más de lo mismo. Por lo que en la siguiente consulta, iniciaran con hipnosis para desbloquear aquello que no permite que los recuerdos lleguen como debería.Gerard la deja en casa y se va a la oficina, debido a las consultas de Mía se ha retrasado bastante en el trabajo.Por si fuera po
Mía le costó dormir después de tener claro en su mente lo que ocurrió aquella noche, la discusión y las voces las reconoció perfectamente. Al menos sabía quién fue la última persona que los vio con vida y tendrá que darle explicaciones de lo ocurrido y por qué la separo de sus padres.Por más que Sofi le insistió, no quiso desayunar, tan solo quería llegar con la Psiquiatra y asegurarse que aquello no fue una mala jugada de su cabeza, porque no estaba dispuesta a dejar ni un día más a su tío en libertad. El día de ajustar cuentas había llegado.—Buenos días señores Walker —saluda la doctora en cuanto los ve entrar.Mía se sonroja, aún no está acostumbrada a ser llamada señora Walker. Gerard lo nota y eso infla más su gran orgullo.—Buenos días doctora, creo que ya recordé lo que pasó esa noche o al menos lo que más me interesa. Me gustaría asegurarme que sea un recuerdo y no una mala jugada de mi cabeza —le explica sentándose frente a ella.—La hipnosis será nuestra mejor opción para
Durante todo el proceso en que Mía está siendo valorada por el doctor de guardia, Gerard no se le despega ni un segundo. Viendo a los hombres que se acercan a ella con mala cara.—No entiendo por qué tienes que comportarte de ese modo, sé que debemos mantener las apariencias, pero tampoco lleves las cosas al extremo —Mía lo regaña, al ver como ahuyenta a un chico que se ha equivocado de cubículo.—¿Acaso te gustaría ser mi esposa de verdad? —alza una de sus cejas caminando hacia ella.Gerard se coloca entre sus piernas, acercándose todo lo que puede a ella, sus labios están a milímetros de tocarse.Mía traga grueso, aunque quiera hacerse la desentendida, no le es indiferente su cercanía, su corazón la traiciona delatando en cada palpitar como la pone.—Eres atractivo y capaz de seducir a la mujer que desees, pero te aseguro que si mis circunstancias fueran diferente, no te escogería como esposo. No eres mi tipo.Mía lo hace a un lado, baja de la camilla y sale del cubículo dejando a G
Durante el siguiente mes, Mía se comunica con Nicolás en secreto para estar al tanto del juicio de Robert y como está la situación en la empresa.Gerard ve con preocupación, como sube de a poco las acciones de la empresa, mientras que su padre lo presiona a que disuelva el matrimonio.—Disculpe señor —entra Peter a la oficina—, ya estamos listo por hoy. He enviado a su casa el smoking y un hermoso vestido para la señora Mía.Gerard lo ve sin entender y Peter le muestra la invitación a una cena a la que fueron invitados.—Gracias Peter.Gerard recoge todo y se va a casa a prepararse.Mía recibe un paquete grande y una nota:“Ponte hermosa para esta noche, fueron invitados a una cena importante. Tu momento a llegado, vuelve loco a ese hombre. Atentamente Peter.”Mía ríe por las locuras de Peter. Al abrir la caja y sacar el vestido su asombro es indescriptible. Un hermoso vestido color champan, en blonda y pedrería que tapa solo lo justo y necesario, espalda descubierta, mangas largas y
Solo quedan quince días para que el contrato termine y Mía obtenga su anhelada libertad.Mía ya hace planes para su nueva vida, está buscando donde vivir, en que colegio inscribir al niño y ayuda a Sofi a retomar su trabajo. Lo que tiene más entusiasmada a Mía, es estar al frente de la empresa de su padre como siempre debió ser.Por otro lado, Gerard anda con un genio de los mil demonios, que ni su padre ha podido soportar. Melisa ha buscado la forma de hablar con él e incluso ir a visitar a Mía, resultándole imposible.Gerard ha leído varias veces el documento a firmar, sin poder concentrarse como es debido, cansado, se levanta en busca de algo fuerte, pensando que solo así podrá concentrarse. Escucha la puerta de la oficina abrirse y la voz de su amigo.—Me he enterado de lo que has estado haciendo con Mía estas últimas semanas —Leonard lo ve desde la puerta con sus manos dentro del bolsillo, mientras se mantiene apoyado de la misma— Tan solo les quedan dos semanas, ¿así quieres aca
Mía se levanta de la cama un poco antes de que amanezca, recoge sus cosas y se envuelve en su bata. Ya está lista para salir de la habitación, se gira hacia él para verlo por última vez. Se a vencido el contrato, por lo que ya no tiene nada que hacer allí.Al entrar a la pequeña casa de atrás, encuentra a Sofi ya levantada sacando las maletas y demás cosas, por lo que Mía sube rápido a la habitación para darse una buena ducha y alistarse.En el momento exacto en el que va a entrar al carro, escucha su voz detrás de ella.—Mía, espera.Su corazón salta por la expectación. Debe de reconocer que muy en el fondo espera que la detenga, que desee empezar de cero y tener algo con ella.—Toma, es el último pago por tus servicios —le hace entrega de un sobre—, espero que puedas tener la vida que siempre quisiste.Al escuchar aquellas palabras su corazón cae a sus pies rompiéndose en miles de pedazos como cristal.—Gracias, buena suerte con tu empresa y que tus hoteles se sigan expandiendo tal
Desde que Mía tomo el mando de la empresa, ha recibido innumerables propuestas, hasta de empresarios que por años se han negado trabajar con ellos. Por lo que los directivos están más que felices de su decisión.—Sobrina —Nicolás entra a la oficina— ya me voy, es tarde, también deberías regresar a casa.—La hora se me ha ido en un abrir y cerrar de ojos —dice sorprendida al ver la hora.—Es lo que pasa cuando la presidenta de la empresa empieza a ser reconocida y en vez de ir por clientes, ellos vienen a nosotros. Eres la sensación del momento.—Exageras, solo hago mi trabajo —recoge sus cosas y sale junto a su tío.Nicolás la acompaña hasta el carro, aunque cuentan con buena seguridad, aun piensa que para Mía, no es suficiente.—Deberías tener chofer, así podrías descansar durante el viaje de regreso —le vuelve a mencionar.—Prometo ponerme en ello después de la gala —sube al carro y se ajusta el cinturón— te aviso al llegar. Descansa.Aunque trataba de mostrarse tranquila y que podí