Adelanto del capítulo de mañana.
Desde que Chris le contó a sus padres sobre sus planes de boda, la tensión en la casa se ha hecho sentir, Mía aún sigue sin estar de acuerdo con esa unión.El día de la reunión entre ambas familias ha llegado, por lo que Maite le toca posponer algunos pendientes para otro día.—Hija, ¿Ya estás lista? —Gerard entra a su oficina listo para salir.—Si papá, vámonos —recoge sus cosas y va junto a su padre—. Espero que mamá no se oponga. Esto ya es bastante complicado para ellos—Ya hablé con ella, no te preocupes.Ambos se van con el chofer de Gerard y, Marcus los sigue de cerca hasta llegar a la empresa G&G tecnology.—Buenas tarde señor Walker, señorita Walker.Los saluda la recepcionista en cuanto los ve entrar.Cuando llegan a la sala de junta, el lugar que dispusieron para dicha reunión, solo están Chris y Mía, el señor Preston y Laura aún no ha llegado.—Mamá, ¿Estás bien? —se acerca a ella notando que no tiene buen semblante.—Es complicado, pero no te preocupes, lo voy a estar —de
Después de la reunión con Laura y su padre, todo los demás días fueron un caos organizando todo, no solo para el Aniversario de la empresa sino también la fiesta de compromiso para Chris y Laura.Melisa estaba sorprendida con la noticia, no esperaba que Chris tomara una decisión de ese tipo, pero después de conocer el trasfondo, se pone a la par de Mía y apoya Laura en lo que necesite.—Laura, ya nosotros habíamos acordado usar flores naturales ¿hay algunas que te gusten especial? —le pregunta Melisa pasándole el catálogo de la floristería.—Me gustarían los tulipanes, me recuerdan a mi madre —le pasa el catalogo abierto donde muestran los tulipanes.—¿Has pensado en algún diseño para tu vestido? —se sienta al lado de ella, continuando con el interrogatorio— tengo un diseñador que se encargó del vestido de Mía, él puede diseñar el tuyo y, si me lo permites, me encantaría regalártelo.—Habíamos acordado algo pequeño, entre las personas más allegadas, no creo que un vestido de diseñador
Marcus estaciona frente a su apartamento, apaga el carro y se gira hacia ella notándola un poco nerviosa.—¿Estas segura de esto? —indaga, haciendo acopio de todo su autocontrol.—Sí, vamos —confirma girando hacia él, sintiéndose ansiosa.Maite baja del carro esperando por él.Marcus sale del carro y se dirige donde está ella, tomando su mano y guiándola hasta el apartamento.En cuanto cruzan la puerta, Marcus la toma por la cintura levantándola al tiempo en que Maite rodea la cadera con sus piernas. Unen sus labios con desesperación, con urgencia, necesitando más.Marcus camina con ella acuesta hasta la cama, soltándola junto a esta.—Esta es la última oportunidad para arrepentirte —le advierte sin dejar de tocarla, acariciarla, dejándole saber cuánto la desea.—No lo haré —responde decidida sin dejar de verlo a los ojos—, te quiero a ti.Escuchar aquello hace que Marcus pierde la poca cordura que le quedaba. Arremete contra sus labios mientras que deja caer por sus brazos aquel vest
A la mañana siguienteMaite sale temprano de casa sin siquiera pasar a saludar a sus padres por el comedor, tan solo quiere acabar con todo esta locura y que de uno u otro modo, las cosas se solucionan antes de ella firmar.—Buenos días, señorita Maite, ¿no desayunará? —le pregunta la ama de llaves al verla caminar apresurada a la puerta.—Buenos días, comeré por fuera, infórmale a mis padres por favor —le pide sin detenerse.Al salir de casa se encuentra de frente con Marcus, deteniéndose de golpe sin saber qué hacer, su corazón late con fuerza, mientras que las lágrimas amenazan por salir. Cierra los ojos por un segundo, tragándose todo el dolor y endureciéndose.—Buenos días señorita Walker o ¿debería decir futura señora de Carusso?Las palabras salen cargadas de veneno de la boca de Marcus, clavándose en el pecho de Maite, lastimándola sin piedad.—No es lo que piensas, te lo juro —intenta explicar, pero se detiene al recordar que no puede decir nada.—Explícamelo entonces, no soy
Maite se va a su habitación evitando ser vista por alguien, especialmente por Ángelo y se encierra. Le ha empezado un fuerte dolor de cabeza debido a tantas cosas que rondan por su cabeza.Mía sale del trabajo temprano, con intenciones de ir a la oficina de su hija, pero le informan que ha llegado a casa, por lo que se dirige allá.—Buenas tardes señora Walker —la recibe la ama de llaves.—Buenas tardes, ¿mi hija está en casa? —le pregunta al no ver a Marcus por los alrededores.—Sí, se encuentra en su habitación.Mía se dirige escalera arriba, esperando que su hija no se cierre y quiera contarle todo. Toca la puerta y con cuidado entra a la habitación, acercándose a la cama.—Sé que estas despierta —se sienta a un lado, quitándole el brazo de sus ojos—, necesitamos hablar.—Ya todo está hablado, no hay marcha atrás —se sienta en la cama, abrazando la almohada.—¿Qué te dijo para que cambiaras de opinión? ¿Qué hay de tus teorías en cuanto a Ángelo? ¿Realmente quieres irte a Italia? —l
Maite busca a Marcus por toda la casa sin éxito, teme que las amenazas de Ángelo surtieran efecto y se haya marchado así no más.Va al estacionamiento, esperando encontrar su moto o alguno de los chicos que le pueda dar razón.—Debí buscarlo enseguida —dice exasperada para sí, viendo a su alrededor.—¿A quién debiste buscar? ¿A tu novio? —Marcus le llega por detrás asustándola.—Necesitamos hablar —le pide acercándose a él.—No tenemos nada de qué hablar —niega, alejándose de ella.—Los escuche, en el despacho de mi padre —revela dándole alcance y colocándose frente a él.—Entonces deberías quitarte del medio, alejarte de mí —le advierte, mostrándose frio.—Merezco una explicación, fue demasiado real como para creer que solo me utilizabas —lo ve a los ojos, en busca de arrepentimiento o algún sentimiento que le pueda dar esperanza.—Eres demasiado inocente, por eso siempre te utilizan. Cristian, tu padre, tu abuelo… todos a tu alrededor —se burla con una sonrisa en sus labios, tratand
Se levantan temprano y sin ánimo de ingerir un bocado, ambas salen de casa. Laura se ofrece a llevarla y la insta a llamar a su hermano.Laura estaciona frente a la casa.—¿Esas lista para lo que vas hacer? —Laura apaga el carro girando hacia ella.—Sí, Chris ya viene para acá —deja escapar un largo suspiro, intentando drenar los nervios.—Puedo quedarme —se ofrece, sabiendo que puede ser una fuente de apoyo para ella.—No te preocupes, esto se pondrá muy feo y no quiero que te encuentres en medio, además que Chris me mataría —prefiere mantenerla al margen y que no tenga que escoger bandos.—Llámame, quiero saber cómo termino todo.Maite baja del carro y se aleja para que su amiga se vaya, una vez que la ve partir, respira profundo y entra a la casa.—Es la segunda vez que pasas la noche afuera y no avisas, ¿me puedes explicar que sucede?Se encuentra a Gerard del otro lado de la puerta con los brazos cruzados.—Sí, ahora puedo explicar una parte de ello, vamos al despacho.Maite cami
Darrent llama con insistencia a Marcus, pero le desvía la llamada, activa el rastreador del teléfono que le dio y se va al lugar que le indica.Marcus sigue acostado en la cama, pensando en lo que sucede, sabiendo que sus planes se vinieron abajo. Si realmente quiere tomar venganza, solo podrá hacerlo de frente, teniendo la certeza que Maite le debe estar contando todo a su padre.Unos golpes en la puerta lo alertan, se pone un pantalón y toma su arma verificando que está cargada. Se va a la puerta viendo por la mirilla, se relaja al ver a Darrent.Al abrir la puerta lo primero que siente es el puño de Darrent en su cara, que lo deja aturdido.—¡Eres un maldito imbécil! —le escupe en la cara molesto.—Te habías tardado en venir, supongo que hasta ahora Gerard te fue con el chisme —lleva su mano a la mejilla lastimada, dirigiéndose a la cocina por un poco de hielo.—Me dijiste que lo habías deja atrás, que querías experiencia en el campo —le reclama, sintiéndose al límite de su pacienc