Marcus estaciona frente a su apartamento, apaga el carro y se gira hacia ella notándola un poco nerviosa.—¿Estas segura de esto? —indaga, haciendo acopio de todo su autocontrol.—Sí, vamos —confirma girando hacia él, sintiéndose ansiosa.Maite baja del carro esperando por él.Marcus sale del carro y se dirige donde está ella, tomando su mano y guiándola hasta el apartamento.En cuanto cruzan la puerta, Marcus la toma por la cintura levantándola al tiempo en que Maite rodea la cadera con sus piernas. Unen sus labios con desesperación, con urgencia, necesitando más.Marcus camina con ella acuesta hasta la cama, soltándola junto a esta.—Esta es la última oportunidad para arrepentirte —le advierte sin dejar de tocarla, acariciarla, dejándole saber cuánto la desea.—No lo haré —responde decidida sin dejar de verlo a los ojos—, te quiero a ti.Escuchar aquello hace que Marcus pierde la poca cordura que le quedaba. Arremete contra sus labios mientras que deja caer por sus brazos aquel vest
A la mañana siguienteMaite sale temprano de casa sin siquiera pasar a saludar a sus padres por el comedor, tan solo quiere acabar con todo esta locura y que de uno u otro modo, las cosas se solucionan antes de ella firmar.—Buenos días, señorita Maite, ¿no desayunará? —le pregunta la ama de llaves al verla caminar apresurada a la puerta.—Buenos días, comeré por fuera, infórmale a mis padres por favor —le pide sin detenerse.Al salir de casa se encuentra de frente con Marcus, deteniéndose de golpe sin saber qué hacer, su corazón late con fuerza, mientras que las lágrimas amenazan por salir. Cierra los ojos por un segundo, tragándose todo el dolor y endureciéndose.—Buenos días señorita Walker o ¿debería decir futura señora de Carusso?Las palabras salen cargadas de veneno de la boca de Marcus, clavándose en el pecho de Maite, lastimándola sin piedad.—No es lo que piensas, te lo juro —intenta explicar, pero se detiene al recordar que no puede decir nada.—Explícamelo entonces, no soy
Maite se va a su habitación evitando ser vista por alguien, especialmente por Ángelo y se encierra. Le ha empezado un fuerte dolor de cabeza debido a tantas cosas que rondan por su cabeza.Mía sale del trabajo temprano, con intenciones de ir a la oficina de su hija, pero le informan que ha llegado a casa, por lo que se dirige allá.—Buenas tardes señora Walker —la recibe la ama de llaves.—Buenas tardes, ¿mi hija está en casa? —le pregunta al no ver a Marcus por los alrededores.—Sí, se encuentra en su habitación.Mía se dirige escalera arriba, esperando que su hija no se cierre y quiera contarle todo. Toca la puerta y con cuidado entra a la habitación, acercándose a la cama.—Sé que estas despierta —se sienta a un lado, quitándole el brazo de sus ojos—, necesitamos hablar.—Ya todo está hablado, no hay marcha atrás —se sienta en la cama, abrazando la almohada.—¿Qué te dijo para que cambiaras de opinión? ¿Qué hay de tus teorías en cuanto a Ángelo? ¿Realmente quieres irte a Italia? —l
Maite busca a Marcus por toda la casa sin éxito, teme que las amenazas de Ángelo surtieran efecto y se haya marchado así no más.Va al estacionamiento, esperando encontrar su moto o alguno de los chicos que le pueda dar razón.—Debí buscarlo enseguida —dice exasperada para sí, viendo a su alrededor.—¿A quién debiste buscar? ¿A tu novio? —Marcus le llega por detrás asustándola.—Necesitamos hablar —le pide acercándose a él.—No tenemos nada de qué hablar —niega, alejándose de ella.—Los escuche, en el despacho de mi padre —revela dándole alcance y colocándose frente a él.—Entonces deberías quitarte del medio, alejarte de mí —le advierte, mostrándose frio.—Merezco una explicación, fue demasiado real como para creer que solo me utilizabas —lo ve a los ojos, en busca de arrepentimiento o algún sentimiento que le pueda dar esperanza.—Eres demasiado inocente, por eso siempre te utilizan. Cristian, tu padre, tu abuelo… todos a tu alrededor —se burla con una sonrisa en sus labios, tratand
Se levantan temprano y sin ánimo de ingerir un bocado, ambas salen de casa. Laura se ofrece a llevarla y la insta a llamar a su hermano.Laura estaciona frente a la casa.—¿Esas lista para lo que vas hacer? —Laura apaga el carro girando hacia ella.—Sí, Chris ya viene para acá —deja escapar un largo suspiro, intentando drenar los nervios.—Puedo quedarme —se ofrece, sabiendo que puede ser una fuente de apoyo para ella.—No te preocupes, esto se pondrá muy feo y no quiero que te encuentres en medio, además que Chris me mataría —prefiere mantenerla al margen y que no tenga que escoger bandos.—Llámame, quiero saber cómo termino todo.Maite baja del carro y se aleja para que su amiga se vaya, una vez que la ve partir, respira profundo y entra a la casa.—Es la segunda vez que pasas la noche afuera y no avisas, ¿me puedes explicar que sucede?Se encuentra a Gerard del otro lado de la puerta con los brazos cruzados.—Sí, ahora puedo explicar una parte de ello, vamos al despacho.Maite cami
Darrent llama con insistencia a Marcus, pero le desvía la llamada, activa el rastreador del teléfono que le dio y se va al lugar que le indica.Marcus sigue acostado en la cama, pensando en lo que sucede, sabiendo que sus planes se vinieron abajo. Si realmente quiere tomar venganza, solo podrá hacerlo de frente, teniendo la certeza que Maite le debe estar contando todo a su padre.Unos golpes en la puerta lo alertan, se pone un pantalón y toma su arma verificando que está cargada. Se va a la puerta viendo por la mirilla, se relaja al ver a Darrent.Al abrir la puerta lo primero que siente es el puño de Darrent en su cara, que lo deja aturdido.—¡Eres un maldito imbécil! —le escupe en la cara molesto.—Te habías tardado en venir, supongo que hasta ahora Gerard te fue con el chisme —lleva su mano a la mejilla lastimada, dirigiéndose a la cocina por un poco de hielo.—Me dijiste que lo habías deja atrás, que querías experiencia en el campo —le reclama, sintiéndose al límite de su pacienc
Después de tener toda la información de Marcus, Mía toma una decisión.—Darrent, llévame con Marcus, necesito hablar con él —le pide mientras recoge sus cosas para salir.—De ninguna manera —Gerard se pone de pie interponiéndose en su camino—, puede hacerte daño, ¿es que no te has dado cuenta el peligro que representa?—Solo veo a un niño que le quitaron sus padres, lo obligaron a temer del mundo exterior y que solo quiere recuperar su vida —le responde molesta—, te recuerdo que esa fue la vida que me tocó vivir.—Nunca intentaste matar a alguien ni vengarte —se niega a aceptarlo.—La diferencia entre él y yo es que mis padres no murieron en mis brazos, me ocultaron la realidad y cuando supe la verdad, estuve dispuesta a renunciar a ti y a esta vida ¿acaso se te olvido la discusión que tuvimos por eso?Le recuerda, esperando que la deje ir.—Voy contigo —acepta sin tener opción.—No, iré con Darrent, eres la última persona que él desea ver en este momento —estira la mano hacia él dete
Después de salir de la empresa, Maite se dirige a donde su amiga, hoy es el día de ver el diseñador y escoger el vestido de novia. Aunque la idea era que el diseñador hiciera uno para ella desde cero, debido al poco tiempo que tiene, escogerá uno del atelier, de los más exclusivos vestidos que hay disponible, petición de su abuela. Por lo que va hasta su oficina para llegar juntas al Atelier, donde su abuela ya las estará esperando. Al salir del ascensor, ve a su hermano salir de la oficina de Laura. Lo cual la sorprende, pero tiene la esperanza que se lleven mejor. —¡Que sorpresa! Pensé que te desagradaba la idea de estar haciendo el papel de novio con mi amiga —se burla, logrando que su hermano la vea con molestia. —Deja de molestar. Ve, te está esperando —hace un movimiento de cabeza hacia la oficina de Laura— y por favor, que mi abuela no le llene la cabeza con fantasías. —Sabe que se está casando con el ogro del cuento y no con el príncipe, despreocúpate por eso, hay cosas m