El día sábado ha llegado y desde temprano se ha levantado para ayudar a su madre a tener todo para la barbacoa. Mientras que Chris y Gerard se encuentran preparando el fuego para colocar la carne.—Es agradable estar los cuatro juntos otra vez, hacía tiempo que no compartíamos así.Comenta Mía viendo a su esposo e hijo a través de las puertas corredizas que comunican al jardín.—Ya veremos en qué resulta todo este rollo —comenta pensando en todo lo que está pasando— este último año han habido muchos cambios y eso nos esta distanciando.—No te desanimes hija, ya verás que podremos buscar una solución a todo esto. Mientras, disfrutemos de este día de barbacoa.Mía agarrar las bandejas con la carne para llevarla a que la coloquen sobre las brasas, mientras que Maite lleva algo para tomar, ya que el calor se está haciendo sentir.Le entrega las bebidas a sus padres y luego se acerca a Chris.—¿Hablaste con ella?Maite aprovecha la oportunidad de preguntarle ya que sus padres están entrete
—Señor, no esperaba verlo por acá tan pronto. Bienvenido. El mayordomo lo recibe, ayudándolo con su escaso equipaje. —Wilfret —inclina levemente la cabeza hacia ¿el en modo de saludo—, solo he venido de paso, mañana debo regresar . —Aún sigue con la idea de vengar la muerte de su padre. Se atreve a preguntar. Wilfret lleva trabajando para la familia mucho antes de que los padres de Marcus se casaran, por lo que más que el mayordomo, se ha convertido en parte de la familia y la única que le queda a Marcus. —Ese ha sido mi único propósito desde que mi madre murió, hice una promesa y pretendo cumplirla. —Está dejando que su juventud se le vaya en una venganza que luego no traerá nada bueno. Wilfret ve con pesar como el último de los Brenner se hunde en la venganza en lugar de seguir adelante con su vida. —Fueron ellos quienes comenzaron la guerra y yo debo acabarla, al conseguir y recuperar lo que por derecho me pertenece —se da media vuelta, dando por terminada la conversación.
Mía observa desde la distancia lo que sucede en el jardín con las chicas y luego la reacción de Chris, su sexto sentido se activa y un mal presentimiento se aloja en su corazón. —¿Qué haces de espía? —Gerard se le acerca por detrás abrazándola, dejando un beso en su hombro desnudo. —¿Sabes si sucede algo entre los chicos? —se gira hacia él, rodeando su cuello con los brazos. —¿Algo como qué? —indaga, aunque está más interesado en otra cosa. —Laura no ha parado de llorar desde que llegó, hace un momento entró Chris y cuando le dije que estaban en el jardín lo único que ha hecho es quedarse en la cocina viendo hacia el jardín, con remordimiento, culpa. Le cuenta preocupada, tratando de tener su atención. —Que yo sepa, entre Maite y Chris las cosas van bien, entre él y Laura no lo sé. —A ella siempre le ha gustado Chris, ¿será que habló con él sobre sus sentimientos y él la rechazó? —le pregunta preocupada, Chris puede ser bastante tosco. —El pasa más tiempo contigo que conmigo, ¿
Desde que Chris le contó a sus padres sobre sus planes de boda, la tensión en la casa se ha hecho sentir, Mía aún sigue sin estar de acuerdo con esa unión.El día de la reunión entre ambas familias ha llegado, por lo que Maite le toca posponer algunos pendientes para otro día.—Hija, ¿Ya estás lista? —Gerard entra a su oficina listo para salir.—Si papá, vámonos —recoge sus cosas y va junto a su padre—. Espero que mamá no se oponga. Esto ya es bastante complicado para ellos—Ya hablé con ella, no te preocupes.Ambos se van con el chofer de Gerard y, Marcus los sigue de cerca hasta llegar a la empresa G&G tecnology.—Buenas tarde señor Walker, señorita Walker.Los saluda la recepcionista en cuanto los ve entrar.Cuando llegan a la sala de junta, el lugar que dispusieron para dicha reunión, solo están Chris y Mía, el señor Preston y Laura aún no ha llegado.—Mamá, ¿Estás bien? —se acerca a ella notando que no tiene buen semblante.—Es complicado, pero no te preocupes, lo voy a estar —de
Después de la reunión con Laura y su padre, todo los demás días fueron un caos organizando todo, no solo para el Aniversario de la empresa sino también la fiesta de compromiso para Chris y Laura.Melisa estaba sorprendida con la noticia, no esperaba que Chris tomara una decisión de ese tipo, pero después de conocer el trasfondo, se pone a la par de Mía y apoya Laura en lo que necesite.—Laura, ya nosotros habíamos acordado usar flores naturales ¿hay algunas que te gusten especial? —le pregunta Melisa pasándole el catálogo de la floristería.—Me gustarían los tulipanes, me recuerdan a mi madre —le pasa el catalogo abierto donde muestran los tulipanes.—¿Has pensado en algún diseño para tu vestido? —se sienta al lado de ella, continuando con el interrogatorio— tengo un diseñador que se encargó del vestido de Mía, él puede diseñar el tuyo y, si me lo permites, me encantaría regalártelo.—Habíamos acordado algo pequeño, entre las personas más allegadas, no creo que un vestido de diseñador
Marcus estaciona frente a su apartamento, apaga el carro y se gira hacia ella notándola un poco nerviosa.—¿Estas segura de esto? —indaga, haciendo acopio de todo su autocontrol.—Sí, vamos —confirma girando hacia él, sintiéndose ansiosa.Maite baja del carro esperando por él.Marcus sale del carro y se dirige donde está ella, tomando su mano y guiándola hasta el apartamento.En cuanto cruzan la puerta, Marcus la toma por la cintura levantándola al tiempo en que Maite rodea la cadera con sus piernas. Unen sus labios con desesperación, con urgencia, necesitando más.Marcus camina con ella acuesta hasta la cama, soltándola junto a esta.—Esta es la última oportunidad para arrepentirte —le advierte sin dejar de tocarla, acariciarla, dejándole saber cuánto la desea.—No lo haré —responde decidida sin dejar de verlo a los ojos—, te quiero a ti.Escuchar aquello hace que Marcus pierde la poca cordura que le quedaba. Arremete contra sus labios mientras que deja caer por sus brazos aquel vest
A la mañana siguienteMaite sale temprano de casa sin siquiera pasar a saludar a sus padres por el comedor, tan solo quiere acabar con todo esta locura y que de uno u otro modo, las cosas se solucionan antes de ella firmar.—Buenos días, señorita Maite, ¿no desayunará? —le pregunta la ama de llaves al verla caminar apresurada a la puerta.—Buenos días, comeré por fuera, infórmale a mis padres por favor —le pide sin detenerse.Al salir de casa se encuentra de frente con Marcus, deteniéndose de golpe sin saber qué hacer, su corazón late con fuerza, mientras que las lágrimas amenazan por salir. Cierra los ojos por un segundo, tragándose todo el dolor y endureciéndose.—Buenos días señorita Walker o ¿debería decir futura señora de Carusso?Las palabras salen cargadas de veneno de la boca de Marcus, clavándose en el pecho de Maite, lastimándola sin piedad.—No es lo que piensas, te lo juro —intenta explicar, pero se detiene al recordar que no puede decir nada.—Explícamelo entonces, no soy
Maite se va a su habitación evitando ser vista por alguien, especialmente por Ángelo y se encierra. Le ha empezado un fuerte dolor de cabeza debido a tantas cosas que rondan por su cabeza.Mía sale del trabajo temprano, con intenciones de ir a la oficina de su hija, pero le informan que ha llegado a casa, por lo que se dirige allá.—Buenas tardes señora Walker —la recibe la ama de llaves.—Buenas tardes, ¿mi hija está en casa? —le pregunta al no ver a Marcus por los alrededores.—Sí, se encuentra en su habitación.Mía se dirige escalera arriba, esperando que su hija no se cierre y quiera contarle todo. Toca la puerta y con cuidado entra a la habitación, acercándose a la cama.—Sé que estas despierta —se sienta a un lado, quitándole el brazo de sus ojos—, necesitamos hablar.—Ya todo está hablado, no hay marcha atrás —se sienta en la cama, abrazando la almohada.—¿Qué te dijo para que cambiaras de opinión? ¿Qué hay de tus teorías en cuanto a Ángelo? ¿Realmente quieres irte a Italia? —l