Orion se internó en el inmenso bosque a toda velocidad, persiguiendo el seductor aroma de su mate. Cuando finalmente avistó la camioneta negra entre los árboles, se transformó en su forma humana. Ares, con sus ojos oscuros centelleando de rabia, avanzó con pasos decididos hacia donde Nick se encontraba junto a Gina, al verlo como la tocaba la ira ardía en sus venas mientras sus manos se crispaban en puños tensos.Helena, al divisar la llegada de Ares y la energía que emanaba de su semblante, comprendió de inmediato que la situación se había descontrolado por completo. Sin hacer ruido, sintiendo que era lo mejor para su propia seguridad, retrocedió cautelosamente y se adentra en la densidad del bosque, desvaneciéndose entre la espesura como una sombra en la noche.Nick giró bruscamente al escuchar una voz que resonó en el lugar y su rostro se contrajo de rabia al encontrarse con Ares.—Vaya, vaya, ¿a quién tenemos aquí? El Gamma de la reina —espetó Nick con un tono hostil.Una carcajad
Gina presionaba sus labios contra el cuello de Ares, desencadenando una reacción instantánea que lo hacía estremecer. Cada beso, cada caricia de sus labios encendía la pasión en él. Atravesó la extensa pradera a toda velocidad, dejando atrás las tierras del sur. Gina estaba frente a él, sus cuerpos rozaban, y la hombría de Ares palpitaba al sentir la proximidad de su entrepierna. Sus corazones laten al unísono, acelerados por el aroma embriagador de las feromonas de Gina, como cerezos en plena floración.Recorrieron varios kilómetros hasta adentrarse en un bosque de una belleza indescriptible. El lugar estaba rodeado de flores y un río de aguas cristalinas serpenteadas por el paisaje. Ares detuvo el carro frente a una cabaña y, con cuidado, bajó con su pequeña loba enroscada a su cuerpo.Gina sentía un vapor que emanaba de su cuerpo, su zona íntima se contraía con anticipación, y su respiración se volvía agitada. Al ser descendida del carro, levantó la cabeza y sus ojos se deleitaron
La mansión era un completo caos. Eros dio instrucciones a sus soldados para que retiraran a los muertos que no pertenecían a su manada de su territorio. Mientras tanto, Danna corría de un lado a otro, abrumada por la tristeza causada por la pérdida de varios de sus cachorros en el combate. En medio de la confrontación Memnón resultó herido, al recibir la noticia Danna salió corriendo para estar a su lado. —Mi cachorrito, aguanta. Fíjate que tienes a un pueblo que te necesita —Danna lloraba, sintiendo cómo su corazón se retorcía al ver al lobo morir lentamente ante sus ojos. La herida que Memnón tenía era profundamente grave y la sangre de su cachorra no lo podía curar, el lobo había sufrido tanto para proteger a los sirvientes que se ocultaban dentro de la mansión. El animal emitió un último gruñido antes de cerrar los ojos. El lugar se llenó con los sollozos de las personas presentes; algunos estaban sorprendidos de que la bestia que solía jugar con los niños, la misma que recorría
Al salir el sol, el humano y sus hombres se adentraron en los confines de las tierras de los lobos. Mientras el humano esperaba la llegada de Sander y Nick, encendió un cigarrillo y dejó que el humo se elevase en espirales. Sin embargo, el cigarrillo se desprendió de sus labios en un gesto involuntario cuando quedó inmóvil, estaba petrificado por el espectáculo que se desplegaba ante sus ojos: en la montaña se aparecían lobos, tanto en su forma humana como en su aspecto animal. En un abrir y cerrar de ojos, sus hombres reaccionaron con rapidez y extrajeron sus armas de fuego, apuntando firmemente hacia los lobos que se cernían sobre ellos.Eros, al frente de su grupo de guerreros, descendió majestuosamente de la montaña y avanzó sin temor alguno hacia el humano. Su presencia imponente dominaba el paisaje.—Tú debes de ser el humano que proporcionaba armas de plata a los traidores a cambio de nuestras mujeres lobas —resonó su voz con estruendo en el lugar, haciendo que los hombres se m
Meses después, Danna se encontraba en su habitación, con los pies notoriamente hinchados, lo que preocupó profundamente a Eros. Con creciente inquietud, decidió llamar al médico para que la examinara en la mansión. Mientras Danna se acercaba al baño, sintió una urgencia incontrolable de orinar. Sin embargo, en ese momento, experimentó una sensación incómoda: un líquido comenzó a escurrirse por sus piernas, seguido de una punzada dolorosa en su zona íntima, lo que hizo que su rostro se contrajera de dolor. —¿Qué está pasando? ¿Qué te sucede, mi amor? —preguntó Eros, alarmado. Se encontraba cerca de la ventana y, al ver la expresión de dolor en el rostro de Danna, corrió hacia ella. Sin perder un segundo, la tomó de la mano y la llevó hasta la cama. —Nuestra bebé se está adelantando, este embarazo es diferente a cuando llegó Eos —dijo Danna, mientras volvía a experimentar el mismo dolor. Eros entró en un estado de pánico, su mano derecha instintivamente se posó en su sien y comenzó a
Maya se despertó mareada y confundida. Con cuidado, se levantó de la cama y caminó tambaleándose hacia el baño. Se sentía extraña, como si algo hubiera cambiado en su cuerpo de la noche a la mañana. Al mirarse en el espejo, notó con sorpresa que sus senos estaban notablemente más grandes. Incrédula llevó sus manos a sus caderas y confirmó que también se habían vuelto más anchas. Asombrada y con el corazón galopando a toda velocidad Balbuceo.—Diosa Selene, esto no puede ser, ¿será que estoy embarazada?En medio de la confusión y el desconcierto, unas lágrimas cargadas de miedo y ansiedad comenzaron a brotar de sus ojos, rodando desesperadamente por sus mejillas mientras ella se deslizaba lentamente contra la fría pared, su cabeza se hundió entre sus rodillas mientras sus manos la rodeaban en un abrazo protector.Su mente estaba llena de dudas y temores mientras recapacitaba sobre su relación.—Si hemos tenido discusiones. Por qué no me deja recorrer la montaña sola ni entrenar con lo
Maya se aferró a su cuello y sintió un espasmo que recorrió su interior hasta que se liberó.Duncan, al sentir el líquido caliente recorrer su hombría, sintió que perdía el control y dio varias embestidas salvajes para liberarse. Su hombría se sacudió dentro ella, expulsando hasta la última gota de semen. Con la respiración agitada, se lanzó a un lado de la cama y la atrajo hacia él.—Mi amor, no puedo soportar la idea de estar lejos de ti. Te amo más de lo que puedo expresar con mis palabras. Eres la luz que ilumina mi vida —Expresó con un suspiro profundo, sus ojos reflejaban tristeza mientras luchaba por mantener la compostura, con una mirada nostálgica, continuó—. Mis padres murieron cuando apenas era un cachorro, y fue mi querida tía Eurides quien me acogió en su hogar. En algún momento, ella me propuso la idea de viajar al extranjero para estudiar, cómo hizo Eros, pero me negué rotundamente. Mi corazón estaba aquí, en la frontera de los lobos, donde presenciaba como valientes lo
—Mi amor, apúrate, ya debemos presentarnos en la manada —expresó Ares con voz viril mientras metía las maletas en el carro. Gina dio unos pasos hacia él, enroscó sus delicadas manos en su cintura y apoyó su cabeza en su pecho mientras le susurraba. —Este lugar se convirtió en mi hogar, los meses que vivimos aquí fueron los más maravillosos de mi vida. —Ella tenía la mirada perdida en ese hermoso rincón mágico, donde su amor floreció por su mate, como la vegetación en primavera. Ares entrecerró los ojos y esbozó una tierna sonrisa, estirando su mano derecha para acariciar el mentón de Gina, obligándola a mirarlo. —Para mí también fueron los momentos más románticos y apasionados que he experimentado, —susurró él con ternura—. Si dependiera de mí, viviríamos juntos aquí, en medio de este bosque mágico. Pero tenemos un compromiso con la reina, llevan dos meses esperándonos en la manada Amanecer, y debo ver a mis guerreros y asegurarme de que todo esté en orden. Gina asintió con compre