Algo que debo reconocer aquí es que la vida disfruta mucho hacerme experimentar todo tipo de situaciones traumáticas y difíciles de superar. Porque solo eso podría explicar por qué todas las cosas me salen mal a mí.
Debido a que, de todas las extrañas maneras en la que podría conocer a mi tercer compañero, no me agrada en lo absoluto que haya sucedido justamente como pasó. Porque no es agradable que mis tres prospectos de compañeros estén reunidos así.Ya que, aunque nos encontrábamos muy lejos para poder percibir con seguridad el aroma de Robert, la mano que colgaba en el hocico de Edmond tiene los mismos tatuajes de la mano de mi anterior alfa.— ¿Te encuentras bien, Antonella? — me pregunta Mike intentando levantarme del suelo.— ¿Cómo podría sentirme bien con todo lo que está sucediendo en estos momentos?Me aferro el cuerpo del lobo, mientras esté, corre tan rápido como puede. Desgraciadamente no es tan rápido como Carolina y no puedo quejarme por ello, ya que es un beta.‘Al menos está haciendo más que tú Antonella, ya que, aunque eres una alfa, no puedes siquiera transformarte en loba, algo que es muy fácil para cualquiera que pertenece a los hombres lobos.’ Me dice mi mente.Debo reconocer que por mucho que quiero ignorar mi complejo de inferioridad, no me es posible en este tipo de situaciones, donde tanto me cuesta hacer cosas simples que cualquier mujer lobo podría realizar, pero, para mí es imposible.Sin embargo, intento concentrarme en el problema que tengo en estos momentos y es por ello, que observo como nos acercamos a la manada que hace poco abandoné. Una manada que ahora está sumida en el caos y el dolor.— ¿Qué rayos sucedió aqu&iacut
Yo soy una mujer que cree en la reencarnación, por lo que también creo que hay algunos pecados que uno comete y son tan graves que en la próxima vida uno tiene que pagar por ellos.Pero, entonces es aquí cuando me pregunto ¿qué tipo de pecado tan inmenso cometí en mi vida pasada para estar experimentando este tipo de castigos? Porque es evidente que cuando creo que mi vida no puede ser más difícil, la diosa Luna se burla de mí y me dice: “toma querida, acá hay otra razón para pensar que tu vida es difícil.”‘Lo mejor es que muera de una vez por todas antes de morir de tanta atención y preocupación.’ Me digo mentalmente.Mi cuerpo ya no parece estar en el mundo terrenal y es por eso, que levito en medio de la oscuridad. Muchos pensamientos negativos vienen a mí, pero en estos momentos lo que menos me importa es no poder convertirme en
Me quedo observando el rostro perfilado que tiene Edmond y no puedo evitar sentir como mi corazón se acelera ante lo hermoso que se ve. No sé si son las feromonas o la conexión que tenemos entre nosotros, lo que me hace verlo así, pero sin duda se ve muy atractivo.‘Quizás si nada más él fuera mi prospecto de compañero de vida, no tendría tantas confusiones.’ Me digo mentalmente.Debido a mi defecto es que Edmond se ha estado mostrando inseguro por la mujer que es su compañera de vida. Porque indirectamente, todo este trato ambiguo y contradictorio es por mi culpa.— ¿Qué voy a hacer contigo, Antonella? Siento que voy a perder el control pronto.— Yo también voy a perder el control. — susurro y me sorprendo al poder escuchar mi propia voz.— Finalmente, has despertado — dice Edmond.— Lamento mucho haberte asustado o
La alarma se encienden ante todo lo que podría hacer Edmond con los exclusivos, por eso agarro su rostro para que se concentre en mí y me diga todo eso que está planeando su perversa mente.— ¿Qué rayos vas a hacer con los explosivos?— Creo que la funcionalidad de ese tipo de herramientas está en el nombre, ¿No lo crees? — pregunta Edmond sonriendo.— Edmond, por favor, dime que no vas a utilizar los explosivos en el alfa Robert o en mi tercer compañero.— No, querida, no tengo pensado asesinar a Robert. Pero ahora que lo mencionas, diría que es buena idea acabar con la vida de tu tercer prospecto de compañero utilizando los explosivos.El deseo de golpearme la boca por haber sido tan tonta al darle ideas a un hombre que no necesita de ello, hace que levanté mi mano, pero rápidamente la bajo, porque lo que me interesa ahora no es regañarm
Quiero quejarme porque me ha llamado cobarde, pero no puedo defenderme sin quedar en evidencia porque realmente no soy capaz de decirle lo que mis pensamientos han dicho recientemente.— No sé de qué hablas. — digo fingiendo ignorancia.— Sí lo sabes, pero como toda cobarde, no te atreves a reconocerlo. — dice Edmond.— Tienes una imaginación muy grande, Edmond.— No es imaginación, querida, simplemente estoy leyendo lo que tus ojos me muestran.‘Estúpidos ojos que me delatan.’ me digo mentalmente.— No utilices los explosivos, Edmond. — digo recordando lo importante.— Oh, querida, solo te estaba informando lo que ya se decidió. — dice Edmond.— ¿Podrías dejar de ser rígido e irracional en este asunto tan importante?— El problema aquí es que tú puedes vincularte a t
No logro comprender lo que él quiere decir, ya que yo no me siento diferente. Bueno, debo de reconocer que pude percibir el aroma de ese alfa árabe desde lejos. Pero, no sé si simplemente fue un golpe de suerte o realmente mejoré.— No lo creo, no podía oler algo hasta que abrieron la puerta. — susurro.— Eso es normal, todo el castillo ha sido reforzado para que nadie fuera de éste pueda percibir el aroma que hay en su interior si no hay una sola ventana o puerta abierta. — explica Edmond.— ¿Eso cuando le hicieron?— No te diste cuenta de ello, porque nosotros estábamos follando como unos conejos insaciables sin dejar de ser los alfas que liberaban sus feromonas sin poder tener el control de ellas. — informa Edmond.La vergüenza me invade completamente, al igual que el recuerdo donde me informan que los hombres lobos que trabajan o viven en el castillo, t
Observo al hombre frente a mí, no hay manera de que yo pueda sentir algo diferente que no sea excita siempre, aunque su mirada me muestra peligro y sus feromonas emanan una oscuridad que me informa que debería alejarme, lo que hacen es atraerme, pero, a la vez me advierten que la oscuridad se apoderaría de mí, porque eso es Edmond.‘¿Qué debería hacer?’ Me preguntó mentalmente sin poder moverme, porque esos ojos rojos perversos me lo impiden.— ¿Por qué eres tan cruel?— Oh, querida, solamente fue un entrenamiento, porque ahora que he mencionado esos bastardos que se atrevieron a causarte daño, lo que voy a hacer es intentar que el mago acelere el proceso de sanación de los bastardos a los que lastimé y los mandé al borde de la muerte.— ¿Piensas perdonarlos? — pregunto y no puedo evitar sentir un poco de decepción po
‘¿Por qué siento que a cada rato estoy en peligro inminente cuando Edmond está cerca?’ Me preguntó mentalmente.Aunque soy consciente que no es un hombre que sería capaz de causarme el daño que el alfa Robert acostumbraba a realizarme o permitía que lo demás lo hicieran, no puedo evitar sentirme en peligro porque él puede someterme de otra forma.— No, querida, de la única forma que quiero verte arrodillada es para hacerme una mamada y ahora no estoy de humor para una. Así que, responde mi pregunta, Antonella Waldorf. — dice Edmond con una voz salvaje y peligrosa.— Edmond…Su mano se concentra en mi cuello y camina peligrosamente hacia mí. Al punto en el que yo retrocedo hasta que una pared me recibe. Estoy en peligro, de eso no tengo duda, pero no es porque él pueda ahorcarme porque quiere matarme, sino porque sus feromonas ademá