El dolor que ha estado en mi cuerpo vuelve con tanta intensidad que es Edmond quien me agarra en sus brazos antes que caiga completamente al suelo debido al dolor tan grande que experimento.
Edmond, llora y me habla, pero, para mí todo pasa tan lento que solo puedo acariciar mi vientre implorándole a la reina luna que no permita que algo le suceda a mi bebé.— ¡Charlotte! — grita Edmond.— ¡Aquí estoy! — dice ella mientras varios chicos colocan toallas sobre mis piernas y Charlotte rompe mis pantalones.— Debemos marcharnos ahora mismo. — dice George, pero, los Nymwere que vinieron a detener a Ever, niegan y sin dudarlo un solo momento, se colocan frente a uno de los aliados, dejando en el olvido cualquier posibilidad de que se marchen de aquí.— No van a irse de aquí, si realmente quieren cambiar de opinión sobre la revolución y todas esas cosas, deEl dolor me invade porque comprendo que dice esa mirada. Edmond siente impotencia porque no pueda ayudarme de otra forma. Le duele saber que por mucho que él quiera ayudarme para que nuestro hijo se encuentre bien, lo único que puede hacer es arrodillarse para que alguien más lo realice.— Edmond…— ¿Qué fue lo que sucedió? — pregunta Carolina reemplazando a Edmond.— Fallé en proteger a mi manada… falle a mi hijo y esposa, porque cuando debí enfrentarme a Damon y Ever, lo único que hice fue mantener mi mano en el vientre de mi esposa, mientras ella agotaba todo su cuerpo destruyendo a esos bastardos, eso fue lo que sucedió. — dice Edmond con impotencia.— ¡Antonella, calma tus emociones! — grita Charlotte.Sabiendo en el peligro que me encuentro yo intento concentrarme en todas esas técnicas para calmarme que conozco y h
Edmond no es un hombre que se queda sentado esperando que la vida pase o que alguien más solucione las cosas. Porque incluso en lo que él no puede solucionar, implora a los que si pueden que lo realicen.Eso demuestra cuanto le importo. Pero, eso no es suficiente para él, porque un hombre que está acostumbrado a siempre proveer y solucionar los temas de seguridad o que perturban a los suyos, le afecta que solo pueda arrodillarse para que otros hagan lo que él no puede.‘Mi esposo es lo más confiable para mí, sin embargo, ¿Cómo podría quitar algo que no tengo la más remota idea de cómo lo coloque?’ me pregunto mentalmente.— ¿Qué has dicho? — pregunta Charlotte.— No sé cómo hacerlo. Ni siquiera sabía que protegía a mi hijo de esa forma. — digo angustiada.— Oh, no puede ser. ¿Cóm
Decir que sufro únicamente cuando tengo a todos al tanto de mi bienestar, seria mentirme. Porque ver que incluso los Nymwere que apenas conocí hoy me ayudan con su sangre, me ayuda a sentirme feliz y complacida.— Tú no vas a darle sangre, hace dos días estuviste bebiendo. Eso no es bueno para ella. — dice uno de los Nymwere que conocí apenas hoy.— Jean tampoco puede, él fuma.— ¿Qué tiene que ver que fume con mi sangre?— Todo. — responden los chicos al unísono.Mientras ellos discuten sobre quien será mi mejor donador, yo siento que soy solo una tubería que recibe la sangre por un lado y la suelta por otro, sin tener la posibilidad de aferrarme a ese preciado líquido que tanto necesito.Aunque todo esta destruido a mi alrededor, tengo a todos pendiente de lo que necesito o simplemente, se alejan para no estorbar o cuidar de alguna a
La hostilidad es evidente y yo reconozco que no estoy en condiciones de desafiar a alguien, porque si peleo podría costar la vida de mi hijo o ponerme en un peligro donde también podría morir, pero, quedarme callada solo le daría motivos a ellos para pensar que fui yo.Por eso, uso mi mejor arma ahora y que al usarla no consumiría tanto mi energía, la cual es el dialogo pasivo agresivo, para no dejarme amenazar de ellos sin desatar un nuevo enfrentamiento donde evidentemente Edmond, Carolina y Mike no ganarían.— ¡¿Tú?!— ¿Qué pasa? ¿No te agrada que hable mal de ti?— ¡Por supuesto que no!— Oh, perdón, pensé que como lo hacías, también lo soportabas.El enojo supera niveles peligrosos en él, pero, no puedo simplemente quedarme callada cuando todo sería más sospechoso. Por lo que, me af
El hombre cuyo nombre desconozco, deja de dudar de mí o al menos no lo demuestra verbalmente, ya que, se queda en silencio. Es por eso, que me concentro en sentir el latir frenético del corazón de Edmond, mientras su calidez me envuelve.— Me siento agotada.— No sé si puedas dormir, buscaré a alguien que te atienda en casa para que no te sientas mal, amor.— Puedes dormir, eso no le hará daño a tu bebé, si no que, le ayudará a reunir toda la energía que te has agotado en esos enfrentamientos.— ¿Seguro que le ayudará?— También sé un poco de medicina, así que, la uso para practicar magia curativa aunque no es mi fuerte. — dice el hombre.‘Solo espero no necesitar la ayuda de ese hombre, ya que, no me inspira confianza.’ Me digo mentalmente.Edmond habla con él, explicándole todo lo q
Aunque me siento agotada, me niego a dormirme por el temor de que algo malo suceda mientras estoy dormida. Además, el Nymwere que viene conmigo me revisa constantemente, para saber cómo se encuentra mi bebé e incluso, se marcha con Edmond.Pero, Carolina me entretiene tanto con las cosas que han hecho en mi ausencia, que ni siquiera tengo tiempo para hablar con él. Además, si es algo que me va a preocupar, lo mejor es no saberlo, ya que, temo no controlar mis emociones y que algo malo le pase a mi bebé.— Realmente te he extrañado. Tenía miedo de no volverte a ver, ya que, como toda una mujer desquiciada te fuiste a la guarida de los Nymwere a rescatar al rey alfa.— Debía hacerlo sin exponerlos. Ustedes habían sacrificado mucho para llevarlos a un lugar donde sin duda, perderían la vida y yo no me hubiese perdonado eso.— Aun así…— Era lo mejo
Meses despuésDecir que mi vida ha cambiado mucho es poco para todas las cosas maravillosas que he vivido. La manada me ha ayudado a relajarme, prepararme para el nacimiento de mi bebé y juntos sanar del dolor que experimentamos por no disfrutar esto con los lobos que murieron por el odio que no merecíamos.Los problemas con los prospectos de pareja, ya no existen, las diferencias que presentaba por no ser una loba normal, han quedado en el pasado, al ser esas diferencias, lo que me ayuda a proteger a mi manada.Todo el amor de Edmond, me ha ayudado a sanar de las culpas que teníamos sobre todo, incluso, lo que no habíamos hecho.La dictadura, los intentos de acabar con mi vida o las dudas sobre nuestro matrimonio, solo son partes de nuestra historia que ni siquiera quiero olvidar, porque cada momento difícil o bueno, me ayudó a comprender que merecía todo esto… que todo lo logrado ahora requiri&oacut
El agua fría sobre mi cuerpo, me hace despertar moviendo mis extremidades por miedo a ahogarme. Pero, no estoy en el agua, en realidad, estoy en mi cama improvisada en el suelo, siendo nuevamente pisoteada por la prometida del alfa de la manada: Eliza Koart.— Por fin despierta la bella durmiente, pensé que tendría que llamar a nuestro alfa para que te diera el beso que te despertaría del mágico sueño en el que estabas, princesa.— Si fuera una princesa, diría que te has equivocado de historia, porque parezco más cenicienta, pero, en la parte que es maltratada por sus hermanastras y su madrastra.— Antonella, tú no tienes hermanastra.— Parece que nadie lo sabe, porque todos están desesperados para tratarme como esas hermanastras. — digo con enojo.Eliza, se burla y coloca su pie en mi pecho, enterrando su tacón aguja en mi piel. Aunque quiero defenderme, no es posible, será la luna de la manada en la que desgraciadamente pertenezco.— ¿Qué pasa, pequeña basura? ¿Quieres golpearme? —