Al ser Damon un vampiro, nadie se atreve a atacarlo cuando yo me marcho en busca de armas, pero, apenas me ven, se lanzan sobre mí esperando un logro que no pienso darles. Porque si ellos quieren matarme por defender a mi esposa e hijo, yo acabaré con ellos por tener la osadía de matar a mis lobos e intentar hacerle daño a mi esposa.

— ¿Están listos para morir? — pregunto con frialdad.

— Todos lo estamos, porque somos guiados por el bien del mundo y no por un capricho personal. — dice Abbas.

— Haré que sufras por lo que acabas de decir. — digo y de inmediato, le quito el seguro a una granada para lanzarla tan lejos como me es posible.

La explosión no tarda en escucharse, mientras yo me lanzo sobre los cuerpos de estos lobos que solo merecen la muerte.

‘Aquí vengaré a mis lobos… en este momento demostraré que aunque me encuentro solo,