Narra Antonella
En vano he luchado por estar lejos de Edmond, porque él parece saber dónde encontrarme aunque me esfuerce mucho en ocultarme, ¿acaso es un arte la que él ha desarrollado para estar incluso durante más tiempo?‘Debes concentrarte, Antonella, no puedes dejar que él desarme tus defensas, recuerda que se lo debes a la manada. Necesitas protegerlos.’ Me dice mi mente— Suéltame, Edmond. — No puedo, ¿acaso no te has dado cuenta que tu cuerpo está tan relajado que no puedes siquiera mantenerte en pie? — pregunta Edmond.Es verdad, sus feromonas me tranquilizan tanto que no hay manera de que yo pueda mantenerme en pie. Por lo que, le indico donde está la sala y es ahí donde me coloca, porque sé que si me lleva a la habitación, me costará que se marche… será mucho más que ahora.‘Ese EverNo quiero despedirme del amor de mi vida, pero, ¿Qué otra cosa puedo hacer? Edmond y su manada han hecho mucho por mí, este sacrificio que estoy haciendo no es algo en comparación a todo lo que ellos han hecho desde que me conocieron.— ¿Qué locura estás diciendo?— Lo que oyes, te agradezco por todo lo que me dices, pero, no podemos estar juntos.— ¿Por qué no? — pregunta Edmond como si no comprendiera que es lo mejor.‘¿Por qué no comprende que lo estoy salvando de mí? Todo ha salido mal en su vida porque atraigo la atención de personas que solo buscan hacer daño, ¿Por qué sigue sin entender ello?’ me pregunto mentalmente.— ¿Acaso no te das cuenta de todos los problemas que experimentamos? ¿No crees que es una señal de que no deberíamos estar juntos por mucho que tú sea
‘¿Acaso ha perdido la cordura?’ me pregunto mentalmente.Por mucho que él me diga que acabe con él, no me resulta agradable o posible que yo haga algo así. Prefiero vivir en agonía por querer estar con él que cargar con el dolor de asesinar al hombre que tanto amo.— ¿Estás loco?— La loca eres tú que crees posible que yo voy a dejarte ir y me quedaré sentado esperando que la vida pase o fingir que soy feliz con una mujer que no va a ser tú. — dice Edmond de inmediato.— Edmond, lo que hago es por tu bien, es lo mejor para los dos. — digo de inmediato.— Si es lo mejor para los dos, ¿Por qué no estamos bien con esta decisión egoísta que has tomado? — pregunta Edmond.Los dos estamos llorando, mirándonos con tanto anhelo que no podemos decir que el motivo de nuestra separación es no a
‘Eres alguien sorprendente, Antonella. Porque cuando tienes tantas ganas de lanzarte sobre él y pedir que no se marche, lo que estás haciendo es lo contrario.’ Me digo mentalmente.Quiero pedirle que no se vaya, deseo mucho que haya otra solución en la que ninguno de los dos se encuentre involucrado, pero, una cosa es lo que deseo y otra es la realidad. Una cruel y dura realidad.— Es una guerra que no nos compete, Antonella. Ever quiere esto, no tú.— Los estoy ayudando, aunque no estoy de acuerdo con lo que hacen, al quedarme aquí los ayudo, Edmond y eso lo hago por el bienestar de los que amo. Así que, amor mío, quédate con este sacrificio y sigamos adelante.— Eso es lo que intento, ¿acaso no comprendes que si te he buscado y quiero quedarme aquí contigo, es para poder seguir adelante? — pregunta Edmond y yo niego.La manada lo necesita, el gol
No puedo más, he luchado con mi fuerza voluntad para no besarlo y quedarme en sus brazos hasta la eternidad. Por lo que, cuando me besa, no me alejo, si no que, profundizo eso que tanto anhelaba tener durante todas estas semanas.Es él, únicamente él quien deseo en mi vida y del que no podría ser capaz de alejarme completamente. Porque aunque he intentado engañar a mi mente diciéndome que no lo quiero, no puedo hacerlo… el hilo que nos une, no se rompe y la vinculación que tengo con él, me hace sentir que no podré dejarlo por mucho que mi boca diga lo contrario.— No sabes cuanta falta me hacía esto. — dice Edmond mientras me besa.— A mí también. — susurro sintiéndome la mujer más afortunada por tener al hombre que tanto amo cerca.Las semanas que estuve sin él, fueron una completa agonía, yo lloré por mi ma
Siento que he dormido un siglo… realmente he hibernado sin importarme en lo absoluto si los chicos sacan a Edmond o si él se ha marchado. Nada de eso me importa, porque aunque lo reprimí durante mucho tiempo, logré liberarme.‘Ya ni para que arrepentirme, cuando lo que más deseo es que algo así vuelva a suceder.’ Me digo mentalmente.— Es momento de volver a tu vida vacía. — susurro con tristeza.— ¿Por qué estaría vacía, querida? — pregunta alguien detrás de mí y yo tensiono mi cuerpo, porque no creí posible que él todavía estuviera aquí.— E-Edmond… — susurro aturdida.— Aquí estoy, amor. — responde él moviendo levemente su mano en mi vientre.— ¿Qué haces aquí?— Descansando contigo, para así tener toda la ene
Cinco meses despuésEdmond ha cumplido en su promesa de quedarse conmigo y trabajar como corresponde con su manada. Por lo que, con la protección de los Nymwere, los vampiros no han molestado a mi manada y la manada ha florecido después de tantas muertes.Además de eso, Edmond ha estado conmigo, me ha ayudado a calmar al bebé cuando me causa muchas nauseas. Así que, mi vida es buena. Por lo menos, mi relación con Edmond, se ha fortalecido más, mi bebé crece saludablemente y la manada se encuentra bien.Las cosas y seres que me importan, están bien. Pero, seguimos bajo el yugo de Ever y el grupo de locos que siguen causando problemas ante los Nymwere que se niegan a ser parte de esta locura.Aunque hasta el momento no ha habido muertes, no me sorprende que en un futuro cercano las cosas cambien. Ya que, Ever se ha vuelto más hostil y por eso, los vampiros han intentado matarlos en muchas
Edmond me evita tanto como puede desde que le dije mi plan, pero, aunque ha logrado equilibrar nuestra relación estando con los chicos y sus obligaciones con la manada, dudo que pueda hacer eso con el problema que tenemos con Ever y su grupo.‘Solo muriendo Ever es que podría derrumbarse esta organización.’ Me digo mentalmente.— Edmond…— No, ya te dije que pienso al respecto.— No podemos hacerlo de otra forma. Estuve de acuerdo contigo cuando hablaste de dividirlos por medio de la duda, pero, eso no ha dado resultados y ya no puedo esperar más.Edmond maldice culpándose porque aún nos encontramos aquí. Pero, ¿Cómo podría culpando cuando es evidente que estos desgraciados tienen una mente tan fuerte que no dan espacio a la duda entre ellos?— Antonella, no voy a poner en riesgo a nuestro hijo por esto.— Si no piensas hacer esto
El agua fría sobre mi cuerpo, me hace despertar moviendo mis extremidades por miedo a ahogarme. Pero, no estoy en el agua, en realidad, estoy en mi cama improvisada en el suelo, siendo nuevamente pisoteada por la prometida del alfa de la manada: Eliza Koart.— Por fin despierta la bella durmiente, pensé que tendría que llamar a nuestro alfa para que te diera el beso que te despertaría del mágico sueño en el que estabas, princesa.— Si fuera una princesa, diría que te has equivocado de historia, porque parezco más cenicienta, pero, en la parte que es maltratada por sus hermanastras y su madrastra.— Antonella, tú no tienes hermanastra.— Parece que nadie lo sabe, porque todos están desesperados para tratarme como esas hermanastras. — digo con enojo.Eliza, se burla y coloca su pie en mi pecho, enterrando su tacón aguja en mi piel. Aunque quiero defenderme, no es posible, será la luna de la manada en la que desgraciadamente pertenezco.— ¿Qué pasa, pequeña basura? ¿Quieres golpearme? —