Carolina, está llorando, por lo que, imploro que sean buenas noticias porque su llanto está acompañado de una sonrisa. Por eso, corro hacia ella para agarrarla de los brazos y exigir una respuesta.
— ¡¿Realmente es ella?! — pregunto angustiado.— ¡Sí! ¡Se encuentra en Pensilvania! — dice Carolina y yo maldigo por encontrarme tan lejos ahora.— ¡Solicita un avión y un helicóptero, debo salir del mar ahora mismo!— Pero, está lleno de Nymwere, es lo que nos informan.— No me importa si quieren matarme, solo pediré que me dejen verla una última vez. Solo eso. — digo angustiado.Carolina se marcha para hacer lo que le he pedido y el beta Neville que vino a darme la noticia anteriormente me sonríe al describirme la información. Por lo que, escucho detalladamente todo para planear un rescate, aunque dudo qAunque quiero correr hacia donde él se encuentra y suplicarle que me deje ver a Antonella, mis patas no quieren responder y por eso, me transformo en un humano que sufre por el frio y la nieve que hay a mi alrededor.— Sin duda, ustedes son sorprendentes. — dice Ever y yo lloro ante el alivio que siento por encontrarme a un Nymwere.— Finalmente los he encontrado. — digo percibiendo el aroma de él e incluso, un tenue aroma de mi esposa en Ever.— Realmente no los comprendo, parece que les encanta hacerse las cosas difíciles. — dice Ever.— Mi esposa, ¿Cómo se encuentra mi esposa? — pregunto preocupado.Ever niega suspirando profundo, se nota que no le agrada siquiera un poco que me encuentre aquí, pero, para mí es lo más increíble que me puede suceder, porque si Ever está aquí, Antonella se encuentra cerca.‘Después d
No digo algo más porque no quiero molestar a Ever, quien me hace subir a un auto donde hay un leve aroma de Antonella, que tanto extrañaba percibir. Por eso, sonrío complacido por lo que solo su olor causa en mí.‘Estoy sanando de algo que no sabía cómo curar.’ Me digo mentalmente.— A ustedes les gusta complicarse mucho la vida. — dice Ever.— Somos inexpertos en el amor y aunque nos amamos inmensamente, la inexperiencia nos hace herirnos aunque esa no era nuestra intención. — susurro.— Bueno, tienes razón, pero, ¿Qué culpa tienen los demás? Antonella, no está de buen humor. Nadie se le acerca si no es para entrenar, porque está… incontrolable y dudo que solo sea por el embarazo. Así que, ten cuidado.Busco en mi mente las mejores palabras para expresar lo que siento, porque si no hago las cosas bien, no me lo p
Narra AntonellaEn vano he luchado por estar lejos de Edmond, porque él parece saber dónde encontrarme aunque me esfuerce mucho en ocultarme, ¿acaso es un arte la que él ha desarrollado para estar incluso durante más tiempo?‘Debes concentrarte, Antonella, no puedes dejar que él desarme tus defensas, recuerda que se lo debes a la manada. Necesitas protegerlos.’ Me dice mi mente— Suéltame, Edmond.— No puedo, ¿acaso no te has dado cuenta que tu cuerpo está tan relajado que no puedes siquiera mantenerte en pie? — pregunta Edmond.Es verdad, sus feromonas me tranquilizan tanto que no hay manera de que yo pueda mantenerme en pie. Por lo que, le indico donde está la sala y es ahí donde me coloca, porque sé que si me lleva a la habitación, me costará que se marche… será mucho más que ahora.‘Ese Ever
No quiero despedirme del amor de mi vida, pero, ¿Qué otra cosa puedo hacer? Edmond y su manada han hecho mucho por mí, este sacrificio que estoy haciendo no es algo en comparación a todo lo que ellos han hecho desde que me conocieron.— ¿Qué locura estás diciendo?— Lo que oyes, te agradezco por todo lo que me dices, pero, no podemos estar juntos.— ¿Por qué no? — pregunta Edmond como si no comprendiera que es lo mejor.‘¿Por qué no comprende que lo estoy salvando de mí? Todo ha salido mal en su vida porque atraigo la atención de personas que solo buscan hacer daño, ¿Por qué sigue sin entender ello?’ me pregunto mentalmente.— ¿Acaso no te das cuenta de todos los problemas que experimentamos? ¿No crees que es una señal de que no deberíamos estar juntos por mucho que tú sea
‘¿Acaso ha perdido la cordura?’ me pregunto mentalmente.Por mucho que él me diga que acabe con él, no me resulta agradable o posible que yo haga algo así. Prefiero vivir en agonía por querer estar con él que cargar con el dolor de asesinar al hombre que tanto amo.— ¿Estás loco?— La loca eres tú que crees posible que yo voy a dejarte ir y me quedaré sentado esperando que la vida pase o fingir que soy feliz con una mujer que no va a ser tú. — dice Edmond de inmediato.— Edmond, lo que hago es por tu bien, es lo mejor para los dos. — digo de inmediato.— Si es lo mejor para los dos, ¿Por qué no estamos bien con esta decisión egoísta que has tomado? — pregunta Edmond.Los dos estamos llorando, mirándonos con tanto anhelo que no podemos decir que el motivo de nuestra separación es no a
El agua fría sobre mi cuerpo, me hace despertar moviendo mis extremidades por miedo a ahogarme. Pero, no estoy en el agua, en realidad, estoy en mi cama improvisada en el suelo, siendo nuevamente pisoteada por la prometida del alfa de la manada: Eliza Koart.— Por fin despierta la bella durmiente, pensé que tendría que llamar a nuestro alfa para que te diera el beso que te despertaría del mágico sueño en el que estabas, princesa.— Si fuera una princesa, diría que te has equivocado de historia, porque parezco más cenicienta, pero, en la parte que es maltratada por sus hermanastras y su madrastra.— Antonella, tú no tienes hermanastra.— Parece que nadie lo sabe, porque todos están desesperados para tratarme como esas hermanastras. — digo con enojo.Eliza, se burla y coloca su pie en mi pecho, enterrando su tacón aguja en mi piel. Aunque quiero defenderme, no es posible, será la luna de la manada en la que desgraciadamente pertenezco.— ¿Qué pasa, pequeña basura? ¿Quieres golpearme? —
‘Antonella, no has salido de un problema cuando estás en otro, ¿acaso hoy vas a morir?’ me pregunto mentalmente mirando todo a mi alrededor.La oscuridad no me asusta, he vivido siempre en la oscuridad y la suciedad, por lo que, la considero mi compañera fiel, pero, ahora no puedo decir que me siento cómoda, ya que, el bosque desconocido y una voz tan tenebrosa es lo que me acompaña.— Lo siento mucho, no entré con la intención de ofenderlo.— Aun así lo has hecho, pequeña.— M-me marcharé. — digo con la voz entrecortada.— Dije que mataría a cualquiera que se atreviera a interrumpir el descanso de mi alfa. — dice el hombre que no puedo ver, por lo que, corro tan rápido como puedo.Retrocedo con temor e imploro que mi vida no acabe esta noche, sabiendo que si he luchado tanto por sobrevivir en una manada que es el mismo infierno, no puedo morir ahora que faltan minutos para cumplir mis veinte años y con ello, conocer mi loba. Porque yo sí tengo mi loba.— ¡Busquen a esa defectuosa ant
Soy una mujer lobo defectuosa, de eso no hay dudas, porque ni siquiera ahora puedo conocer a mi espíritu lobo, pero, ¿Por qué tengo otro defecto? ¿Acaso me gané la lotería de los defectos o que sucede?— ¿Qué está sucediendo?— Ven aquí, Antonella. — ordena mi alfa y yo me estremezco.— Señor…— Es una orden, ¿acaso vas a desobedecer a tu alfa?— ¿Usted lo sabía? — pregunto angustiada.— ¿Te sorprende tanto que una huérfana tan poca cosa y defectuosa sea la pareja destinada de este alfa? — pregunta mi alfa transformándose en humano, para mostrarme que mi hilo del destino, está conectado a su dedo anular.Es verdad… realmente es mi pareja destinada… bueno, una de mis parejas destinadas. Pero, ¿Por qué razón? Se supone que uno nada más tiene una sola pareja destinada. Entonces…— No lo entiendo.— ¡Yo tampoco entiendo porque me castigaron de esta forma! Pero, tranquila, serás útil como tapete para limpiarme los pies, esa será tu forma de pagarme por la condena que tengo que vivir por se