En toda esa cumbre de emociones, unos días después de esa revelación Daryl llega a la mansión con la intención de mejorar las cosas con Zoe, porque ahora en verdad quiere intentar algo con ella.Ya no la ve como una enemiga, no del todo… porque si algo le queda es esa capacidad de ponerlo de cabeza, a él que es tan controlado, ordenado, un hombre que no se deja llevar por sus instintos.Cuando sube a la habitación, la ve caminar por el pasillo con una bata, perfectamente peinada y maquillada, se acerca a ella y le pregunta.—¿Vas a salir?—Eh, sí… se supone que contigo, yo también estoy invitada.—¿Invitada? ¿A dónde?—Vamos, no te hagas… Anabet debió decirte, hoy es el cumpleaños de mi tío y estamos invitados a una cena familiar para celebrarlo… ¿o acaso no hablan de nada más que no sea de ustedes?—En primer lugar, eso del «ustedes» hace mucho que dejó de ser, yo no tengo nada con Anabet más que el hijo que espera. Y no… no lo sabía, porque llevo días sin responderle el teléfono o l
Luego de aquella cena, Zoe se sentía abrumada con todo lo que estaba pasando. En el camino no pudo decir nada, Daryl la vio realmente mal y sabía que todo eso era por su culpa, pero tampoco podía dejar de pensar en las palabras de ella.Los días siguieron pasando, pero en lugar de alejarse de ella, intentó acercarse nuevamente. Sin embargo, Zoe le huía a estar a solas con él o a estar muy cerca, porque sabía que un mínimo toque bastaría para encender aquello que los dos estaban sintiendo.Cada vez hacía más frío y toda su ropa abrigada era de oficina, por lo que no tenía lo apropiado para salir a pasear al jardín, así que decide salir para comprar algunas cosas.Al bajar, se encuentra a Rita limpiando las fotografías que están en el pasillo, se queda mirándolas y sonríe cuando lo ve en una de las fiestas de la escuela.—Siempre fue muy guapo, alto para su edad —dice tomándola entre sus manos—. Daryl siempre fue inteligente, lleno de energía y con ganas de aprender más cada vez. Siempr
Aquellas palabras dejan a Daryl algo impactado, pero reacciona pronto.—No puedes —dice él casi sin aliento.—Sí puedo y lo haré —Zoe camina hacia el closet y comienza a sacar sus prendas—. No me quedaré a esperar una bofetada por una mujer como ella, no me quedaré a esperar a que me pegues, porque ya me has dañado emocional y psicológicamente, no voy a esperar a las agresiones físicas.—Zoe, yo no lo iba a hacer… sería incapaz…—El solo hecho de levantar la mano es suficiente para mí —toma un par de cosas más y busca otra maleta, para luego pararse a verlo a los ojos—. Ya hice bastante el papel de mártir contigo, esperando a que te des cuenta de quién soy realmente, pero eso es imposible… insistes en amar y proteger a Anabet, y lo entiendo, pero eso no quiere decir que esté dispuesta a más desplantes tuyos.—No te vayas, por favor…—Es lo mejor, vivirás más tranquilo, podrás rehacer tu vida con ella… aunque no creo que la deshicieras después de todo —va por sus libros y fotografías,
Tras quedarse un rato así, los dos abrazados disfrutando de aquel nuevo inicio, Zoe se remueve y se pone de pie otra vez.—¿Por qué te mueves? Estábamos bien así —le dice Daryl con una sonrisa.—Debo guardar mis cosas, no dormiré en una cama llena de ropa —se ríe Zoe.—Yo te ayudaré, pero no a guardar aquí, sino que para llevar todas tus cosas a mi cuarto —Zoe se queda con la boca abierta mientras él comienza a guardar algunas cosas en la maleta—. Creo que si vamos a darnos una oportunidad deberíamos hacerlo desde ahora, no quiero perder más tiempo… y un matrimonio duerme en la misma cama.—Pero, yo no…—Zoe, solo será dormir, sé que llegar a algo más contigo es algo que deberé ganarme con detalles, demostrarte que he cambiado y que eres importante para mí. No pretendo llegar a esa intimidad aún.—¿Esa intimidad? —él le toma las manos y la mira con devoción antes de hablar con una suavidad que le recuerda a ese chico de catorce años.—Zoe, soy un fiel creyente de que la intimidad no e
Los días se van pasando en la mansión Marchetti y la manera de ser de Daryl con Zoe ha cambiado por completo, se preocupa por cómo se siente y procura hacerla reír, los dos están como dos recién casados y eso los tiene en una burbuja bastante resistente.Al menos de momento.Aunque eso es sencillo de mantener porque ella no salía de la casa, entonces para él no hay riesgo de que ella mire a otro lado, pero también sabe que hay un enemigo allí mismo. Sin embargo, también sabe que Zoe lo ama, aunque no se lo diga, por razones obvias.Él llega cada día temprano para cenar con Zoe, le cuenta sus logros del día y ella le da consejos sobre los proyectos que están desarrollando. Simplemente, su complemento, la mujer que necesita a su lado, la que lo impulse con amor y devoción, pero sin dejarle hacer lo que quisiera con ella.Se han mantenido sin tener intimidad, aunque ganas no les faltan.Zoe no está lista para eso, porque involucra un enorme compromiso emocional para ella y no quiere lleg
La unión de sus labios con los de Zoe le parece insuficiente, sus manos van a su cintura, para luego acercarla a su cuerpo, mientras su lengua explora la boca de su esposa… su mujer.Aquella invasión a su cuerpo, le provoca a Zoe miles de sensaciones desconocidas. Un gemido sale de su boca y eso descontrola por completo a Daryl, que la pega aún más contra su cuerpo, como si quisiera fusionarse con el delicado cuerpo de la mujer frente a él.Sin pensarlo más, la toma por la cintura, la obliga a que rodee su cadera con sus piernas y la lleva a la cama. El fuego se ha encendido en los dos y solo algo externo podría apagarlo.Con una necesidad descontrolada, recorre el cuello de Zoe, hasta llegar al borde de la blusa, que deja ver el nacimiento de sus senos. Ella arquea el cuerpo y entierra los dedos en el cabello de Daryl cuando él muerde uno de sus pezones sobre la tela.La boca de Daryl vuelve a buscar la de Zoe, esta vez acompañado de un movimiento que frota su erección contra la inti
Luego de que Daryl le dejara claro a Anabet que no lo buscara más, Zoe se sentía más tranquila, podía al menos estar segura de que su esposo se estaba tomando las cosas más en serio con ella y que estaba dispuesto a darse una oportunidad. Tras la salida escandalosa de Anabet ese día, Daryl le dijo con dulzura que no se preocupara, porque lo que estaba sintiendo era de verdad y en serio quería conocerla mejor. Después de eso, habían terminado lo que habían iniciado. Pero no solo eso había cambiado. Para Daryl, la ayuda que Zoe le había dado era muy valiosa, tanto que no dejaba de consultar con ella algunas cosas que la empresa requería, pero ya no quería que lo hiciera desde la casa, la necesitaba en la empresa, cerca de él… y lejos de Sanders. Zoe estaba creyendo en él, por lo tanto estaba depositando toda su confianza en Daryl. Pero Daryl no se sentía igual, a pesar de que sus sentimientos eran fuertes hacia ella, todavía estaba la nube del olvido. Su mente le decía que ella era
Varios días después, en completo silencio ella ve a Daryl terminar de vestirse y los dos salen con rumbo a la entrada de la casa en silencio tomados de la mano. —Prometo que haré todo lo más rápido posible, para regresar a casa contigo —le dice Daryl mientras abraza y besa a Zoe para despedirse. —Haz lo que tengas que hacer con tranquilidad —le dice ella con dulzura—, mientras me llames cada vez que puedas, me quedaré tranquila. Se aferran en un abrazo que quisieran extender lo suficiente para no tener que separarse, pero hay cosas que no se pueden postergar y la revisión de algunos proyectos es una de ellas. Daryl se sube al auto y ella se queda observando cómo su esposo se marcha a la filial de Francia a resolver algunos asuntos, revisar proyectos y, al parecer, solucionar algunos problemas, pero sin decirle cuáles para no preocuparla. Como es domingo, Zoe decide irse a la habitación para volver a dormir un rato más, está cansada porque la noche fue una despedida íntima por la