En cuanto abre los ojos, Zoe dedica ese pensamiento único a sus seres amados que no están con ella y se va directo a la ducha.Al salir, se viste con un pantalón ligero y ancho, una blusa ajustada y una chaleca de hilo. Se calza unos zapatos bajos, para estar cómoda mientras se dedica a revisar la bolsa de valores.Va leyendo las noticias y así la encuentra Rita, que le lleva el desayuno, pero se ve más ansiosa que de costumbre.—¿Pasa algo?—No me gusta el chisme, pero al pasar por fuera de la habitación del señor, oí a la bruja gritar y llorar.Zoe se pone de pie enseguida, justo en el momento en que Anabet entra hecha una furia.—¡Tú hiciste que me echara! ¡¡Maldita!! —Zoe le hace un gesto a Rita para que se retire, la muchacha lo hace, pero no para escapar, sino para ir por alguien que socorra a Zoe.—¿Te corrieron? Pero si eres su amor, ¿cómo es posible que eso ocurra? —le dice Zoe con burla, para ocultar la sorpresa por la decisión de Daryl… por primera vez la eligió a ella.—¡¡
Así, con algo de orden en su vida, los días de Daryl comienzan a pasar igual de lentos, pero con menos complicaciones, aunque eso solo en el plano personal, porque en la empresa está teniendo algunos problemas.Tantos, que su padre se regresa desde Francia y se sienta con él en la sala, a revisar las condiciones de uno de los proyectos inmobiliarios más importantes que quieren desarrollar en Italia, pero que está teniendo serios problemas para iniciarse.—No entiendo, todo estaba bien —dice Osvaldo.—Me temo que si no hacemos algo, pronto perderemos a dos socios sumamente importantes. El problema es que la autoridad es quien está deteniendo el proyecto.—¿Te han dicho algo al respecto? —en ese momento aparece Zoe, que se queda parada en la puerta.—Lo siento, no sabía que estaban ocupados —se gira para retirarse, pero Osvaldo la detiene.—No te preocupes, no es nada secreto. Solo problemas con algunas cosas.—¿Algo en lo que pueda ayudar? —pregunta ella acercándose y Osvaldo solo le s
Daryl la lleva a la cama, sus labios intentan probar el cuerpo de la mujer, el mismo que no deja de emanar aquel aroma que lo enloquece. Sus dedos buscan abrir los botones de su blusa, mientras su lengua lame su lóbulo. Un jadeo sale de la boca de Zoe, arquea su cuerpo, dejando expuesto su pecho para que Daryl pueda explorarlo mejor, pero esta vez su consciencia la regaña. «Has dejado que te humille mil veces, ¿y ahora te vas a entregar así como así?». Zoe abre los ojos en el momento en que Daryl se aparta para quitarse el saco del traje, pero ella lo empuja, se pone de pie y se aleja de él, tomando aire desesperadamente. Cierra los ojos para tratar de controlarse, el hombre llega hasta ella, le besa un hombro desnudo y ella lo aparta. —No, esto no está bien… —se pasa las manos por el cabello y Daryl la gira para verla a la cara—. Tú no me amas, esto no está bien. —Eso no es lo que me estabas demostrando hace unos segundos, no te resistas… —le dice con voz ronca. —¡No! No quiero
Mientras Daryl se pasa a esos días entre un ir y venir de sus remordimientos, con sus pensamientos dedicados a Zoe y en el lamento por haberla tratado de la manera en que lo hizo, Zoe solo se dedica a su trabajo secreto, pensando en que algún día podrá salir de su prisión y llevar a cabo todas esas cosas que soñó, como aquella biblioteca comunitaria y enseñar a los niños de escasos recursos a tomar sus oportunidades para salir adelante.Ella tiene la firme convicción de que dentro de los niños y jóvenes con menores recursos, hay muchas mentes brillantes que podrían aportar a la sociedad distintas habilidades.Bien, podría estar escondido un científico importante o algún médico reconocido, tal vez un artista, un pintor, un músico o un bailarín, alguien que le dé vida a este mundo y haga a las personas que admiren su talento, olvidar lo turbio que se vuelve esté cada día.Ella quiere que los niños y jóvenes tengan las mismas oportunidades que ella tuvo, Pero ya que no tiene la fortuna d
En toda esa cumbre de emociones, unos días después de esa revelación Daryl llega a la mansión con la intención de mejorar las cosas con Zoe, porque ahora en verdad quiere intentar algo con ella.Ya no la ve como una enemiga, no del todo… porque si algo le queda es esa capacidad de ponerlo de cabeza, a él que es tan controlado, ordenado, un hombre que no se deja llevar por sus instintos.Cuando sube a la habitación, la ve caminar por el pasillo con una bata, perfectamente peinada y maquillada, se acerca a ella y le pregunta.—¿Vas a salir?—Eh, sí… se supone que contigo, yo también estoy invitada.—¿Invitada? ¿A dónde?—Vamos, no te hagas… Anabet debió decirte, hoy es el cumpleaños de mi tío y estamos invitados a una cena familiar para celebrarlo… ¿o acaso no hablan de nada más que no sea de ustedes?—En primer lugar, eso del «ustedes» hace mucho que dejó de ser, yo no tengo nada con Anabet más que el hijo que espera. Y no… no lo sabía, porque llevo días sin responderle el teléfono o l
Luego de aquella cena, Zoe se sentía abrumada con todo lo que estaba pasando. En el camino no pudo decir nada, Daryl la vio realmente mal y sabía que todo eso era por su culpa, pero tampoco podía dejar de pensar en las palabras de ella.Los días siguieron pasando, pero en lugar de alejarse de ella, intentó acercarse nuevamente. Sin embargo, Zoe le huía a estar a solas con él o a estar muy cerca, porque sabía que un mínimo toque bastaría para encender aquello que los dos estaban sintiendo.Cada vez hacía más frío y toda su ropa abrigada era de oficina, por lo que no tenía lo apropiado para salir a pasear al jardín, así que decide salir para comprar algunas cosas.Al bajar, se encuentra a Rita limpiando las fotografías que están en el pasillo, se queda mirándolas y sonríe cuando lo ve en una de las fiestas de la escuela.—Siempre fue muy guapo, alto para su edad —dice tomándola entre sus manos—. Daryl siempre fue inteligente, lleno de energía y con ganas de aprender más cada vez. Siempr
Aquellas palabras dejan a Daryl algo impactado, pero reacciona pronto.—No puedes —dice él casi sin aliento.—Sí puedo y lo haré —Zoe camina hacia el closet y comienza a sacar sus prendas—. No me quedaré a esperar una bofetada por una mujer como ella, no me quedaré a esperar a que me pegues, porque ya me has dañado emocional y psicológicamente, no voy a esperar a las agresiones físicas.—Zoe, yo no lo iba a hacer… sería incapaz…—El solo hecho de levantar la mano es suficiente para mí —toma un par de cosas más y busca otra maleta, para luego pararse a verlo a los ojos—. Ya hice bastante el papel de mártir contigo, esperando a que te des cuenta de quién soy realmente, pero eso es imposible… insistes en amar y proteger a Anabet, y lo entiendo, pero eso no quiere decir que esté dispuesta a más desplantes tuyos.—No te vayas, por favor…—Es lo mejor, vivirás más tranquilo, podrás rehacer tu vida con ella… aunque no creo que la deshicieras después de todo —va por sus libros y fotografías,
Tras quedarse un rato así, los dos abrazados disfrutando de aquel nuevo inicio, Zoe se remueve y se pone de pie otra vez.—¿Por qué te mueves? Estábamos bien así —le dice Daryl con una sonrisa.—Debo guardar mis cosas, no dormiré en una cama llena de ropa —se ríe Zoe.—Yo te ayudaré, pero no a guardar aquí, sino que para llevar todas tus cosas a mi cuarto —Zoe se queda con la boca abierta mientras él comienza a guardar algunas cosas en la maleta—. Creo que si vamos a darnos una oportunidad deberíamos hacerlo desde ahora, no quiero perder más tiempo… y un matrimonio duerme en la misma cama.—Pero, yo no…—Zoe, solo será dormir, sé que llegar a algo más contigo es algo que deberé ganarme con detalles, demostrarte que he cambiado y que eres importante para mí. No pretendo llegar a esa intimidad aún.—¿Esa intimidad? —él le toma las manos y la mira con devoción antes de hablar con una suavidad que le recuerda a ese chico de catorce años.—Zoe, soy un fiel creyente de que la intimidad no e