Las cosas para Hope están un poco raras por unas cuantas razones. Primero, han pasado tres días del atentado en su contra, porque de eso ya no se tiene ninguna duda, y aún la universidad no entiende cómo es que alguien llamó a la secretaria del rector, la única que puede dar una alarma así además del hombre, para decir que en uno de los baños de mujeres había una maleta olvidada.Segundo, por más que se intentó buscar en las cámaras a los hombres que intentaron llevarse a Hope, no había ninguna imagen que los mostrara, nadie había entrado a la oficina de seguridad así que, o el guardia estaba coludido con los atacantes o a distancia había intervenido las imágenes.Y tercero, Hope no está segura su tiene novio o no, porque de él no ha sabido nada en estos tres días y teme que los golpes que le dieron le hayan causado más daño del que ella creyó.—Lo encuentro increíble —le dice Bárbara mientras practica en el piano de la fundación sin seguir ninguna partitura… sí, como su madre.—¿Qué
Tras insistir e insistir, Hope logra que sus padres cedan y le permitan ir a una fiesta a la que fue invitada. Daryl no se opone porque será en un hotel, con chicos hijos de socios de su mujer y los guardaespaldas estarán allí para cuidar todas las salidas y así evitar que alguien extraño salga con Hope a la fuerza.Así que allí está ella, preparándose para ir, esta vez con ropa un poco más adecuada, por lo que su único cambio es una chaqueta en lugar de una sudadera.Baja la escalera entusiasmada, aunque no le gusta mucho la gente, allí estará una chica con la que tienen una idea para desarrollar en la universidad y este será el momento para afinar esos detalles antes de llevarlo al papel.—¿Llevas tu teléfono? —le pregunta Zoe.—Sí.—Recuerda, cualquier cosa aprieta el botón de pánico y con tu padre estaremos allí antes de lo que piensas.—Madre, tranquila, estaré en un lugar seguro —le da un abrazo a su madre y luego a su padre—. Si las cosas se ponen raras, sola me regresaré, no m
Cuando las puertas del ascensor se abren en el quinto piso, camina con seguridad buscando el cuarto al que se llevaron a Hope, poniendo especial atención en los ruidos que hay dentro de cada uno.Casi al final del pasillo logra ver una puerta que se cierra y corre hasta ella, pega la oreja a la puerta y logra escuchar cómo alguien se queja de tener que cargar a alguien.—Te tengo, maldito —se aleja sólo un poco, le da una fuerte patada a la puerta como si su pierna fuera un ariete, abriéndola de par en par.Daryan entra hecho una bestia justo en el momento en que están dos hombres quitándole la ropa a Hope sobre la cama, uno de ellos intenta escapar, pero Daryan lo coge del borde del cuello de la chaqueta como si fuera una mosca asquerosa sin nada de esfuerzo, sin dejar de mirar a su otro objetivo.—¡¿Qué haces tú aquí?! —le grita el otro asustado, el que mantiene prisionero intenta quitarse la chaqueta para huir, pero Daryan lo estampa contra la pared sin esfuerzo y el tipo cae al su
Tanto a Daryl como a Daryan les parecen horas lo que se están tardando, pero sólo han pasado treinta minutos.—¿Viste con quiénes estaba en la fiesta?—Sí, sólo estaba sentada con un grupo de chicos, hablando relajada y muy animada. No quise que me viera hasta que pasara un poco más, se veía a gusto y no la quise interrumpir.—Así que no eres intenso —le pregunta Daryl tomando asiento.—¡Oh, claro que lo soy! Pero ella y yo no somos nada, aunque si fuésemos algo, tampoco me metería en sus cosas, prefiero respetar su espacio.—Excelente, sobre todo porque así ella no se mete en el tuyo, ¿verdad? —Daryan sonríe y asiente.El chico se queda mirando la puerta, de brazos cruzados, una posición corporal que no le gusta porque eso le dice que no está haciendo nada.Al fin un doctor sale y en lugar de decirles algo, les indica que lo sigan, algo que no cuestionan y por supuesto que hacen de buena gana.—Señor Marchetti, su hija está bien y estable. Ya le hicimos análisis para determinar con q
Por la mañana Zoe abre los ojos algo aturdida, ve a su esposo terminando de arreglarse y se sienta en la cama sin comprender muchas cosas.—Hola, esposa, ¿cómo has dormido?—Bien… ¿cómo se supone que me dormí?—Como todas las noches —le dice él con una sonrisa acercándose a ella—. Con tu vaso de leche.—Pero… no sé, algo es extraño —ella frunce el ceño unos segundos y después abre los ojos—. ¡Volviste a darme pastillas para dormir!—Ah, eso… sí, puede que ayudaran. Estabas demasiado inquieta por Hope, así que te ayudé, como cuando estuvo de viaje.—¡No puedes hacer eso!—Sí puedo, Hope ya creció y si van a pasarle cosas, va a vivir otras más, creo que es tiempo de que se lo permitas —Daryl se acerca a ella y le toma las manos—. Zoe, lo que pasó con ella de pequeña no puede ser motivo para que la encierres, ¿o acaso el que a nosotros nos secuestraran te detuvo en algo?—Es distinto, ella es mi niña.—Nuestra niña y créeme, ahora está más segura que antes.—No sé a qué te refieres…—Esp
Daryan encaja la bofetada perfectamente, no es la primera que le llega ni tampoco es el golpe físico más duro que ha recibido, ni hablar de las veces que le han roto algo, pero este le duele mucho más porque viene de ella, de la mujer que ama con cada fibra de su ser.—Yo lamento haberte mentido de esa manera, pero a penas te estaba conociendo y no sabía si podía confiar en ti, todo el mundo me conoce como Daryan Merkis.—Pero yo no soy todo el mundo.—No, por eso me estoy arriesgando y te estoy arriesgando a ti al decirte mi nombre.—¿Y eso también se lo dijiste a mi padre? —dice ella con sarcasmo, tratando de no llorar.—De hecho, sí. Te dije que quería su opinión acerca de mí, así que le dije todo.—¿Aun así te aceptó cerca de mí? No te creo…—Al inicio no, pero cuando me preguntó mi nombre real y se lo dije, sólo asintió, sonrió y me dijo que si era hijo de quien era, entonces él no tenía problema de que me quedara a tu lado.—¿Eres hijo de Robert? —le pregunta ella tratando de re
Zoe abre la puerta y se encuentra a Daryan allí esperando con los cafés y las cosas que Daryl le pidió, ella recibe un café feliz de la vida, a Hope le entrega un vaso también y cuando ve que ella se detiene al recibirlo le dice con algo de timidez. —Le pregunté al doctor y me dijo que podías beber un chocolate caliente, y tu padre me dijo que sin lactosa, con canela —ella lo recibe y bebe lentamente, sin perder ningún movimiento de Daryan—. ¿Ya puede irse? —Sí, estoy esperando a mi esposo para que lleve a Hope hasta el auto, al parecer no hay disponibilidad de sillas. —Si no le importa llevar usted esto —le dice entregándole todo—. Yo me llevo a Hope, quiero que vaya a casa pronto para descansar. Claro, si me permites acercarme. Se queda esperando la respuesta de la chica, quien asiente levemente y Daryan no se demora ni un segundo en alzarla sin esfuerzo. Salen de allí y Zoe se adelanta para guiar el camino hasta el auto, en el trayecto se encuentran a Daryl, quien le pregunta
Luego de terminar de ayudar a limpiar la cocina, Hope y Daryan caminan al jardín, a una zona que está techada, tiene cómodas mesas de madera rodeadas por sillas que les permite a los chicos acomodarse allí para hacer sus deberes al aire libre.El espacio está cercado por estantes en tres de sus cuatro aristas. Allí hay algunos libros y material para trabajar, Hope va por hojas blancas, un contenedor con lápices de colores, luego se sienta frente a él y le entrega una de las hojas.—¿Vas a ponerme a hacer deberes? —se ríe él y ella asiente.—Vamos a dibujar el lugar que más amamos en el mundo —le dice ella igual de divertida y Daryan acepta el reto.Mientras van dibujando sin despegar la vista de sus hojas, van hablando de diferentes cosas que les permite conocerse. Hope quisiera preguntarle de su trabajo, saber cuántas personas ha matado, cuántas veces ha estado a punto de morir… pero luego entiende que eso es algo demasiado personal y triste para preguntarle, además no sirven para co