El día amaneció en París y por la mañana en el

noticiero, una no-tensa que chocó a los miembros de la

Orden, había sucedido un asesinato y los investigadores ya

habían llegado, por las primeras noticias, a cinco muertos.

Dentro de la Orden varias preguntas se hacían a Eliot,

como ¿cuatro personas estaban muertas? Los investigadores

estaban preocupados por la situación, habría sido una

matanza de algún miembro de otra Orden, o incluso, incluso

un ataque de un grupo religioso, suponían que eso sería.

Eliot con el espíritu de Judas dentro de sí, explicó que

salió a la hora de siempre, dejó la puerta abierta, pues el

padre siempre se quedaba hasta más tarde.

- ¿Quién murió exactamente?

- Preguntó Judas.

- Murieron el señor Alfred, Jaques y los hermanos Wallace y

Jean, y usted tendrá que ser fuerte, su padre también fue

muerto, y el cuerpo secuestrado, hallamos ese billete en la

escena del crimen. Estos fueron los muertos, mis

condole