Al amanecer el día, en la capital de los Estados

Unidos, un cuerpo pasaba en el suelo de la sede de la Orden,

los cabellos blancos desgrenados, un pequeño pozo de sangre

y el cuerpo rígido, así fue como encontraron el señor Adam,

maestro supremo de Nemo Vitae.

El primer indicio era de un infarto, pero luego se

constató que usted sufría de presión alta, y por el médico él

no había tomado su remedio por lo menos cinco días, al ver

el cuerpo del marido extendido en el suelo a la señora Amy,

gritar y que quería a su marido de vuelta.

El funeral fue al final de la tarde, pues como había

sido por causas naturales ellos no harían una investigación, el

cementerio fue todo adornado, Judas estaba del otro lado del

océano, por vivir en Francia él no compareció, pero recibió la

noticia y luego que apagó el teléfono, colocó las manos

encima de su mesa, cruzó los dedos delante de su cara, apoyó

la punta de su nariz y sonrió.

Por la muerte del sup