ISABELLAAlexander me acompaño hasta donde el gerente sin decir nada más pero se podía notar que seguía furioso y yo aun estaba nerviosa por lo que paso, pero a él le había molestado enormemente y estaba haciendo uso de su autocontrol para no estallar en ira contra los otros idiotas.Hoy no pensaba dejar que me llevara, pero al verlo en ese estado no quise discutir con él y decidí dejar que lo hiciera, él estaba muy tenso a raíz de la situación, no quería que se estresara más.Ya cuando estábamos en el auto fue que por fin Alexander decidió romper el silencio, pero solo para decirme algo que no me agradaría.— Isa no puedes seguir trabajando en ese lugar.— Yo necesito este trabajo y no voy a renunciar.— replique de inmediato, a pesar de que lo que sucedió me había dado miedo, no podía renunciar, yo necesitaba mucho ese trabajo para poder seguir adelante con mis planes.— Isa viste lo que sucedió hoy, siempre vas a estar expuesta a situaciones así, muchos hombres borrachos
ALEXANDEREncontrar a Isabella siendo acosada por ese tipo casi me vuelve loco, ver sus asquerosas manos sobre ella casi hacen que le arranque la cabeza, lo quería matar, quería golpearlo hasta que le quedara grabado que nunca debería hacer algo similar, quería partirle cada uno de sus dedos solo por sostenerla y solo logre contenerme porque tenia a Isabella cerca y no la quería asustar, creo que ella no estaría bien viendo tanta violencia despues de lo que le hizo su papá.Pero no podría soportar verla pasar por una situación similar, llena de miedo al ser acosada por un idiota y en un bar era muy probable que estas situaciones se repitieran ella no podía seguir en este trabajo, aun estaba lleno de rabia por lo ocurrido.Por eso aquí estaba tratando convencerla de que acepte renunciar y al mismo tiempo expresándole mi necesidad de volver con ella, esperando que me quiera dar una nueva oportunidad.Tener su carita entre mis manos, sentir su suave piel y poder impregnarme de su maravil
ISABELLAAlexander empezó a acariciar con suavidad mis pliegues mientras no paraba de besar mis senos e hizo a un lado mis bragas para introducir un dedo en mí y ahogue un jadeo al sentir la intrusión.Él se separo de mis senos y me miro con sus ojos grises resplandeciendo en deseo y me tomo con una mano por la nuca para darme un beso duro, ya yo estaba perdida en excitación, había extrañado demasiado estar entre sus fuertes bazos y sentir sus caricias.Él empezó a mover su dedo en mi interior tocando mi punto dulce, haciendo crecer mi necesidad de él, ya no podía controlar mis gemidos ni mi cuerpo.— Que preciosa eres. — gruño Alexander sin parar de mover su dedo y mordiendo mi pezón por encima de la ropa haciéndome jadear.Ya estaba por llegar a mi orgasmo, solo necesitaba un poco más cuando Alexander paro y saco su dedo de mi interior, dejándome confundida y necesitada.— ¿Por que? — pregunté frunciendo el ceño molesta porque me dejara así y él me miro con una sonrisa picar
ALEXANDERMe quede abrazando a Isabella hasta que se durmió, era jodidamente maravilloso poder tenerla entre mis brazos nuevamente despues de hacerle el amor, despues de haber explorado su cuerpo proclamándola mía y yo sabia que no me la merecía pero estaba encantado de tenerla conmigo y estaba dispuesto a hacer lo que sea para que eso continuara así.Mi amor por ella era demasiado grande pero también muy egoísta, la quería para mí a pesar de todo, ya había intentado dejarla ir, pero cuando volvió a aparecer en mi vida simplemente ya no pude soltarla, ya no puedo, esto era más fuerte que cualquier razonamiento, pero esta vez haría todo lo que este a mi alcance para que ella siempre este bien, feliz y que vuelva a confiar en mí sin tener miedo a salir lastimada.Lo que menos quería hacer era lastimarla, ella se merecía toda la felicidad de este mundo y a eso quería dedicar mi vida, a hacerla feliz, para así poder ver esa hermosa sonrisa cada jodido día de mi vida.Un ángel tan hermoso
ISABELLA— ¿Bella por que estas llegando a esta hora? — preguntó Andrew frunciendo al ceño al verme entrar — sigues con la misma ropa del trabajo, así que ¿Dónde estabas?No sabia que decirle, no quería contarle que me quede a dormir con Alexander, aun no sabia a donde iba nuestra relación y a Andrew no le gustaría que me acercara a él nuevamente, pero tampoco se me ocurría ninguna mentira, no había pensado en eso, esperaba que cuando llegara ellos siguieran durmiendo en su habitación.— Es una larga historia, te cuento luego. — conteste pasando a su lado para ir a mi habitación, pero él me tomo del brazo.— Bella ¿Por qué llegas a esta hora? — insistió sorprendiéndome y no solo a mí, Maddie observaba la situación frunciendo el ceño pero permaneció en silencio.— Andrew de verdad no quiero hablar en este momento.— Bella, no llegaste anoche a dormir, tú no eres así y espero al menos una explicación por eso.— dijo sin quitar su vista de mí y sin darse cuenta que Maddie se estaba enojan
ISABELLAAyer Alexander me invito a salir, pero me negué, no quería que las cosas fueran muy rápido nuevamente y cuando lo tenia cerca no me podía resistir a él, así que lo mejor era tomar un poco de distancia e ir con cuidado esta vez, no quería volver a salir lastimada.Despues de que me negué eél me hablo sobre mi nuevo trabajo y termino explicándome sobre lo que más o menos tendría que hacer y pidiéndome mi horario de la universidad para adaptarlo con el de mi trabajo.Acababa de terminar mi ultima clase del día y ya me iba cuando uno de mis compañeros de clase se acerco a mí con una sonrisa.— Hola Isabella, quería saber si tenias grupo para el próximo proyecto que tenemos que entregar. — Él era bastante guapo, era alto, musculoso y tenia el cabello negro con ojos marrones, lo había visto un par de veces, pero no sabia su nombre y me sorprendía que él supiera el mío.— No tengo, creo que lo hare sola.En el poco tiempo que llevaba aquí no había conseguido hacer amigos, tampoco es
ALEXANDEREstaba jodidamente feliz de tener a Isabella trabajando conmigo, me alegraba tenerla cerca, así no pudiera acercarme a ella durante las horas de trabajo, saber que estaba ahí y poderla observar a lo lejos me llenaba de paz.Además de que al salir podía arreglármelas para llevarla a cenar y luego a su casa o convencerla de ir a la mía, lo que seria aun mejor.— ¿Por qué en lugar de ir a cenar no cocinas para mí? — preguntó Isabella con una sonrisa astuta cuando íbamos de camino al restaurante, ella pensaba que me negaría.Estaba muy equivocado, porque lo que ella me pidiera se lo daría sin pensarlo.— Esta bien preciosa, entonces vamos a mi casa ¿Qué quieres comer?Isabella me miro totalmente sorprendida con sus ojos agrandándose y su boca abierta.— ¿En serio cocinaras? ¿No estas cansado? — Cuestionó frunciendo el ceño.— Para ti nunca. — le dije sonriendo. — Ahora dime que se te antoja.— No se, lo dejo a tu disposición.— Esta bien. — conteste con una sonrisa, trataría de
ISABELLA— Oye, ¿podemos reunirnos hoy para lo del proyecto? — Preguntó Liam cuando ya casi me iba, tomándome desprevenida.— Lo siento, tengo que trabajar hoy, no tengo mucho tiempo excepto los fines de semana así que si quieres podrías buscar a alguien más.Seria difícil reunirnos por mis horarios era algo que no había pensado cuando me lo pidió pero ahora me di cuenta que seria muy injusto para él esa parte.— Esta bien, todavía hay tiempo — dijo con una sonrisa — ¿podrías el sábado?— Si, creo que si.— Bueno entonces nos reunimos el sábado, ¿en tu casa o en la mía?Bueno yo no tenia una casa en si, si no que vivía en casa de mis amigos y no los quería incomodar llevando más gente, así que lo mejor seria en su casa o en una cafetería.— ¿Qué te parece si vamos a la cafetería que queda al frente de aquí? Su comida es genial y funciona muy bien para estudiar.— La verdad creo que seria mucho más cómodo en una casa, porque hay que discutir muchos temas.É