~~~Ana.―Él ya había amenazado a mi personal, así que tuve que intervenir―me dice ahora el doctor―hemos llegado a este acuerdo, así que le pido que coopere con nosotros. Incluso, la enviaré a su habitación con una enfermera, para que vigile que todo está bien, ¿de acuerdo? ―me indica y yo me siento con un gran peso en mis hombros ahora.―No quiero que nadie sea despedido por mi causa―le digo finalmente, y él parece respirar aliviado―haré todo lo que me indique―le aseguro y entonces, me dan de alta en el hospital y la enfermera me escolta hasta mi habitación, supervisada directamente por el médico.― ¡Ja! ―me espeta Lesley en cuanto me ve― ¿y de qué se supone ahora que estás haciendo todo un drama con este séquito de doctores? ―se burla de mí y es el doctor se pone delante de mí de manera protectora.―Le suplico que no moleste a la paciente en su estado, ya que puede complicarse su embarazo―le señala y Lesley ahora me mira con curiosidad, para luego mirar al médico.―Siempre supe que
~~~Ana.― ¿Quieres largarte de una buena vez, tío? ―le dice Levy, tratándose de contener de dejarlo molido a golpes o eso me parece que está haciendo―antes de que te convierta en el compañero de celda de tu hijo―lo amenaza en toda regla y Lesley, ofuscado y rabioso, hace un esfuerzo por obedecerlo a regañadientes.―Eres un tonto, sobrino, pero lo peor, es que aceptas las palabras de una zorra como ella―le dice justo en el umbral de la puerta y ya Levy no se puede controlar y lo echa a las puras patadas de la habitación.―Nunca te ha importado conmigo, eso lo veo ahora―le digo más calmada de lo que puedo soportar―eso nunca lo colocaste en nuestro contrato―me burlo ahora―que este era uno de los riesgos que podía correr, morir en tu cama, mientras me tomabas―las palabras brotan por mi boca, mientras sigo luchando por no llorar―todo para concebir a tu heredero―le señalo y ahora me tumbo en una silla, con mis manos en la cabeza, pasándome los dedos por el cabello.―No puedes creerle a Les
~~~Ana.―No hay ningún cementerio de mis amantes―me dice con su cara muy cerca de la mía―todo ha sido mentira de mi tío―añade, mirándome directamente a los ojos.Pero, si él piensa que eso lo va a arreglar todo, intentando tomarme nuevamente, está más que equivocado.Ya lo hice una vez y eso terminó muy mal, en donde Calel se llevó la peor parte.―Estoy harta, Levy, quiero que se acabe esta relación tóxica entre los dos―le pido, al tiempo que trato de zafarme de sus brazos, pero él me sostiene firmemente―necesito que tú y yo estemos separados y que cada uno pueda descansar del otro―me sincero con él quien me sigue agarrando firmemente―en serio, Levy, si me das paz, te prometo que no solamente no abortaré, sino que me cuidaré muy bien hasta dar a luz.―Y después de eso, Ana, ¿qué pretenderás hacer? ―me pide saber, pero yo muevo mi cabeza de lado a lado, aunque creo que ya debe saber la respuesta.―Tú mismo lo escribiste en el contrato, mi alfa―le contesto y respiro profundo―quiero mi
~~~Levy.Escucho unas risas que provienen del pasillo y me causa curiosidad saber por qué lo están haciendo.Ya sé de quienes se trata, los he escuchado reírse durante toda mi vida, que ya me imagino que algo malo debe estar pasando.Y justo como lo espero, veo a Ana a punto de las lágrimas en su habitación con Leandra y Lesley detrás, riéndose.Pero hay algo peor dentro, lo que está viendo Ana desilusionada.― ¿Ese es el vestido de la boda? ―le indico preocupado al ver un traje casi carbonizado.―Pues, ¿qué otra cosa sería, mi alfa? ―me responde ella molesta―alguien se ha encargado de quemarlo y quieren que piensen que ha sido todo una venganza de su antigua Luna desde el más allá ―me cuenta y la sola idea me hace reír, lo cual trato de disimular.―Se lo he dicho ya, primo, ella no te merece―asegura esta vez Leandra, quien se está riendo ahora―y Violeta se lo está recordando―me dice y no sé si es por lo absurdo de la idea o qué, pero no puedo evitar el hacer un bufido.―Ya lárguense
~~~Levy.― ¡Mientes, maldito! ―le digo tan cerca de la cara, que veo cómo está temblando―la estabas secuestrando―le suelto, porque no, esto no puede ser cierto.―Tenemos una semana de estar planificando cómo lo haríamos, y de la cara que pondrías cuando te enteraras―me dice el muy imbécil―hasta me pidió que acelerara, justo cuando estuvieras delante de la limosina y que la vieras alejarse, ¡y nos reímos tanto por eso! ―me revela y yo ahora lo tiro al suelo, mientras arranco la puerta de Ana.~~~Ana.No me puedo creer todo lo que está diciendo el miserable de Calel, quien prácticamente me ha secuestrado en las mismas narices de Levy.Y ahora quiere hacerle creer que he estado de acuerdo con todo esto.No sé si creer lo que me ha insinuado Levy días atrás, referente a que es Calel mi verdadero enemigo.El que se encargó de la vida de mi abuela.Él me odia, estoy segura, porque sabe que Levy estallará en mi contra, justo como se ve en este momento.―Me has engañado―me dice Levy con tan
~~~Un mes más tarde.Ana.Los días pasan en esta horrible prisión en la que me encuentro, la clínica en las montañas que es como una jaula de oro, debo decir, ya que me proveen de todas las comodidades posibles, solamente para que no me estrese y no le pase nada malo a mi bebé.Pero estoy aislada de todo el mundo.Nada de radio o televisión y, mucho menos, algo con lo cual pueda comunicarme o siquiera enterarme de lo que pasó desde que fui encarcelada.Tampoco Levy me ha venido a visitar, así que supongo que ya no le importa disimular lo que realmente soy, la matriz que lleva a su bebé. En cambio, Amadeo está aquí a cada instante, como si fuera un perro guardián o algo por el estilo.Está pendiente de que tenga noticias del exterior, o que le haga preguntas a las enfermeras, quienes solo me hablan lo estrictamente necesario.Odio todo esto, pero no me debe extrañar, porque Levy siempre me castiga injustamente, sin preguntarme o investigar.Y Calel es peor que él, porque no le tembló
~~~Levy."Olvídate de esta mujer", me exige Sanjay por enésima vez, algo que me tiene cabreado, "¡esto es absurdo!", me espeta y yo ya estoy harto."Tengo suficiente con las exigencias de Casius y de su hija, como para que tú también me estés fastidiando", le suelto y él quiere salir de mi piel, "¿qué, no ves que estoy evitando una guerra aquí?", le recuerdo, tratando que entienda.Cuando Ana se fue y castigué a Calel duramente, de algún modo que no entendí, Casius se enteró de esto y vino a reclamar la manera en que había tratado a su sobrino.Y luego de tantas discusiones, él me dio un ultimátum.Para limpiar la afrenta, ambas manadas se debían unir por medio de un matrimonio.Así que eso es lo que haré hoy, unirme a una mujer que es tan prepotente como su padre.―Amadeo ha llamado para decirme que Ana a muerto―me dice Ezra en cuanto entra a mi despacho, algo que me deja atónito, pero luego tomo a Ezra por el cuello.― ¡Se suponía que estaba bien resguardada, ¿cómo demonios fue que
~~~Ana.― ¿En dónde estoy? ―le pido saber a la mujer y esta me vuelve a sonreír.― En Luna Creciente ―me revela y ahora recuerdo ese nombre, ya que es la manada de origen del médico.De seguro que pensó que era mejor traerme aquí.―Nadie te molestará en este lugar y podrás dar a luz sin problemas―me señala y yo respiro profundo, sintiendo el sabor de la libertad en mi garganta.~~~Unos meses más tarde.Ana.―Te traeré algo de fruta del pueblo―me dice Cinthia, cuando va saliendo por la puerta principal, mientras que yo estoy en una silla reclinable, en donde estoy más cómoda para que descanse mi bebé dentro de mi vientre―siempre he escuchado que es bueno para la salud―me asegura con una sonrisa y yo me despido de ella, aunque la verdad, no me gusta que se vaya.Porque me quedo sola pensando en cómo estará el padre de mi bebé, y en lo que habrá hecho, luego de que me declararon muerta y que debe estar dando por hecho de que fui enterrada en las montañas de Sombra Oscura.Cinthia me co