~~~Ana.la angustia invade mi corazón de una manera tal, que hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo, solamente de pensar en el peligro que corre Levy, en una ocasión que no le puedo echar la culpa a nadie, solo a la miserable avaricia de estos monstruos que pretenden tomar todas las almas posibles, para entregárselas a su amo, quien quiera que sea.Entonces, tanto Levy como el bicharraco ese dejan de perder el tiempo y toman carrera para arremeter el uno en contra del otro, pero es tal el colapso, que ambos se notan aturdidos, mientras están enzarzados brazo contra brazo, mientras ambos braman en odio."No encuentro a Sanjay", me dice Ateba, aún débil, "debemos hacer algo o Levy no resistirá ante ese miserable", susurra, adolorida, al tiempo de que me estoy debatiendo, si hacer lo que me ha pedido Levy o quedarme y ver cómo intervengo en esta lucha encarnecida, en donde estoy segura de que tan solo uno saldrá victorioso.Y por lo que acaba de decir Ateba, me temo lo peor.Pero
~~~Ana.La bruma negra como el carbón intenta envolvernos, sin embargo, el aura combinada de Ateba y Sanjay resisten y apenas intenta tocarla, se desvanece, lo que provoca que más de esa asquerosa bruma emane de ellos, haciendo que se intensifique más nuestro poder.Entonces, veo cómo las lenguas de bruma dorada y plateada que emana de nuestros cuerpos son haladas por su poder demoníaco, como si fueran una especie de aspiradora, capaz de succionar tanto a Ateba como a Sanjay juntos."¡Los está debilitando!", le digo a Levy mentalmente, "no podemos permitirle que lo hagan".― ¡Ja! ¿Eso es todo lo que pueden hacer en nuestra contra? ―nos dice la figura que conforma los siete demonios―esto va a ser pan comido, por lo que veo―se jacta con sorna, lo cual enciende tanto mi ira como la de Levy.―Tampoco es que te vea que puedas hacer algo que sirva, así que, yo que tú, me quedaría callado―le dice Levy, desafiante, aunque sé que en el fondo tiene el mismo miedo que yo."No entiendo por qué n
~~~Ana.La bruma va escalando por mis cuerpo y siento cómo avanza desde mis pies, envolviéndome hasta mi torso, en donde siento cómo mi piel arde, como si estuviera a punto de arrancarse de mi carne.A pesar de que el dolor es insoportable, me digo a mí misma de que tengo que salir de este hoyo inmundo, porque hay dos personitas que dependen de mí y si yo no soy capaz de soportar esto, ¿qué pasará con ellos?Entonces, siento un cuerpo ponerse en mi espalda, como si estuviera protegiéndome de la bruma, dándome alivio mientras mis garras van hincándose en la roca dura, mientras voy en mi escalada hasta afuera."Ve subiendo, mientras yo te protejo", me dice Levy, quien está colocándose como una barrera entre la bruma y yo, "yo soportaré el dolor, al tiempo que tu sales, así garantizamos que uno de nosotros pueda continuar", me indica, pero no estoy muy convencida, "por favor, no discutas conmigo y sigue adelante", me pide y yo no pierdo mi tiempo y continúo."No te perdonaré si te pierd
~~~Levy.Me deslizo por la pared de roca hasta llegar al fondo en donde la monstruosa figura de los siete de Caronte me está esperando, apenas visible por la bruma que lo envuelve, mientras se ría de manera socarrona.―Bueno, ya estoy aquí―me burlo yo también, aunque en el fondo sé que no tengo mucho qué ganar, sin embargo, solo espero que Ana se haya quedado allá arriba, escalando hasta ver la luz e irse corriendo a preparar a todos para la batalla que viene, si es que no soy capaz de librar la lucha en contra de este monstruo.Que es lo más seguro.―Veamos si es que podemos acabar con todo esto de una buena vez―le advierto, al tiempo que me preparo para embestirlo, pero él parece reírse aún más.― ¿En serio crees que nos interesas, Sanjay? ―me dice, como si no existiera, solo mi lobo interior―si te hubiéramos querido a ti, ya te hubiéramos tenido, en cambio, Ateba, la hija de la Diosa Luna, con ella sí que podemos lograr lo que queremos―señala, lo cual me hace reír con ganas.―Ahor
~~~Levy.El monstruo toma algunos lapsos de tiempo entre una oleada de bruma abrazadora y otra, como si se diera cuenta de que, si continúa de esa manera, pronto acabará con mi cuerpo, debido a que el ácido me está arrancando la piel."¡Déjame salir!", me exige nuevamente Sanjay, sin embargo, tengo que soportar la tortura tal y como estoy."Este mundo no puede perderte", le reitero, a ver si me entiende, "además, ellos mismos lo habían dicho, no les conviene matarme", le recuerdo, pero sé que solo estoy desatando su ira y frustración.De pronto veo que algo está bajando como si fuera un rayo, perdiéndose en la bruma oscura.― ¡Maldita sea! ―escucho bramar al monstruo de los siete cuerpos― ¿cómo es que esa arma me ha podido herir, si proviene de los dioses? ―gime de dolor, al tiempo que siento cómo mi carne ensangrentada tiene otro momento de descanso de la bruma y su ácido abrazador, al tiempo que pareciera que algo surcara al propio monstruo, incluso, hasta la propia bruma se está p
~~~Ana.Estoy viendo cómo la bruma está a punto de secar el poder de Sanjay y no estoy muy segura de que esa sea la solución a toda esta situación. Si Levy muere tratando de salvar a este mundo, también perderemos.Y yo perderé mucho más.No, esto está todo mal."Pues, claro que está todo mal", me dice Ateba y de inmediato estoy sintiendo cómo su poder fluye a través de mí, para envolver el cuerpo de Levy, quien avanza poco a poco."¡Te dije que te fueras, Ana!", me grita Levy, dando una mirada atrás, "tú eres lo más deseado por esos monstruos. Si tú mueres, ellos habrán ganado", me recuerda y ahora veo toda la ironía."No es cosa mía, sino de Ateba", le comento, aunque en realidad, no le diré toda la verdad. Que también es cosa mía, "¿has intentado convencer alguna vez a una hija de la Diosa Luna? Si yo fuera tú, ni lo intentaría", le comento y él sigue avanzando y llega hasta el cuerpo, hasta llegar a su corazón, el cual apuñala, debilitando al monstruo, el cual deja de enviar su o
~~~Levy."¿Es que acaso no sabe lo que significa morirse, como cuando te mueres y ya no regresas?", dice Ana entre sarcástica y enojada, como estoy justo ahora, además de asombrado, claro está."Tiene que haber una manera", le respondo, al tiempo que me acerco a ella, "tenemos que aprovechar que hay dos menos por el momento", le indico y voy detrás de uno de ellos, pero los otros me intentan atacar, de lo cual Ana se da cuenta y despliega su bruma luminosa en su contra, al tiempo que alcanzo a uno de ellos y le encesto la daga en el corazón, el cual le saco con mis manos y lo apuñalo, igual que lo he hecho con los otros. Entonces, me doy cuenta de que este es el mismo que maté en un inicio, y es por esto que no ha dado batalla."¿Te diste cuenta de que el que acabas de matar es el primero que aniquilaste?", me indica Ana, quien se ha percatado de lo mismo, "¿y que, además, se ha formado con el grupo en donde se encontraba el más grandote?", me señala, algo que no había notado."Quizá
~~~Levy.No sé cuánto tiempo este monstruo seguirá siguiéndome la corriente, que note que lo estoy distrayendo hasta que se dé cuenta de lo que está haciendo Ana, así que seguiré retrasando todo lo que pueda, en tanto que ella está sacando las piedras de su bolsillo, las cuales va colocando en la puerta de una manera extraña, así que me preocupo por taparla de la vista del grandulón para que no se dé cuenta.Pero algo grave comienza a pasar, cuando ella coloca las manos en esa miserable puerta para posicionar las rocas lunares, lo cual me preocupa y mucho. Porque está tratando de envolverla con sus lazos negros.~~~Ana."¡Tienes que intentarlo, Ana, resiste, por favor!", me pide Ateba y yo trato de hacerlo como puedo, poniendo las piedras en los puntos que me indica, mientras las lenguas de bruma negra me queman la piel, "apresúrate, para que pueda desplegar mi poder", me ruega nuevamente, al tiempo que Levy intenta esconderme.―Intenté hacer de ti una mejor persona de cómo te enco