~~~Levy.Me deslizo por la pared de roca hasta llegar al fondo en donde la monstruosa figura de los siete de Caronte me está esperando, apenas visible por la bruma que lo envuelve, mientras se ría de manera socarrona.―Bueno, ya estoy aquí―me burlo yo también, aunque en el fondo sé que no tengo mucho qué ganar, sin embargo, solo espero que Ana se haya quedado allá arriba, escalando hasta ver la luz e irse corriendo a preparar a todos para la batalla que viene, si es que no soy capaz de librar la lucha en contra de este monstruo.Que es lo más seguro.―Veamos si es que podemos acabar con todo esto de una buena vez―le advierto, al tiempo que me preparo para embestirlo, pero él parece reírse aún más.― ¿En serio crees que nos interesas, Sanjay? ―me dice, como si no existiera, solo mi lobo interior―si te hubiéramos querido a ti, ya te hubiéramos tenido, en cambio, Ateba, la hija de la Diosa Luna, con ella sí que podemos lograr lo que queremos―señala, lo cual me hace reír con ganas.―Ahor
~~~Levy.El monstruo toma algunos lapsos de tiempo entre una oleada de bruma abrazadora y otra, como si se diera cuenta de que, si continúa de esa manera, pronto acabará con mi cuerpo, debido a que el ácido me está arrancando la piel."¡Déjame salir!", me exige nuevamente Sanjay, sin embargo, tengo que soportar la tortura tal y como estoy."Este mundo no puede perderte", le reitero, a ver si me entiende, "además, ellos mismos lo habían dicho, no les conviene matarme", le recuerdo, pero sé que solo estoy desatando su ira y frustración.De pronto veo que algo está bajando como si fuera un rayo, perdiéndose en la bruma oscura.― ¡Maldita sea! ―escucho bramar al monstruo de los siete cuerpos― ¿cómo es que esa arma me ha podido herir, si proviene de los dioses? ―gime de dolor, al tiempo que siento cómo mi carne ensangrentada tiene otro momento de descanso de la bruma y su ácido abrazador, al tiempo que pareciera que algo surcara al propio monstruo, incluso, hasta la propia bruma se está p
~~~Ana.Estoy viendo cómo la bruma está a punto de secar el poder de Sanjay y no estoy muy segura de que esa sea la solución a toda esta situación. Si Levy muere tratando de salvar a este mundo, también perderemos.Y yo perderé mucho más.No, esto está todo mal."Pues, claro que está todo mal", me dice Ateba y de inmediato estoy sintiendo cómo su poder fluye a través de mí, para envolver el cuerpo de Levy, quien avanza poco a poco."¡Te dije que te fueras, Ana!", me grita Levy, dando una mirada atrás, "tú eres lo más deseado por esos monstruos. Si tú mueres, ellos habrán ganado", me recuerda y ahora veo toda la ironía."No es cosa mía, sino de Ateba", le comento, aunque en realidad, no le diré toda la verdad. Que también es cosa mía, "¿has intentado convencer alguna vez a una hija de la Diosa Luna? Si yo fuera tú, ni lo intentaría", le comento y él sigue avanzando y llega hasta el cuerpo, hasta llegar a su corazón, el cual apuñala, debilitando al monstruo, el cual deja de enviar su o
~~~Levy."¿Es que acaso no sabe lo que significa morirse, como cuando te mueres y ya no regresas?", dice Ana entre sarcástica y enojada, como estoy justo ahora, además de asombrado, claro está."Tiene que haber una manera", le respondo, al tiempo que me acerco a ella, "tenemos que aprovechar que hay dos menos por el momento", le indico y voy detrás de uno de ellos, pero los otros me intentan atacar, de lo cual Ana se da cuenta y despliega su bruma luminosa en su contra, al tiempo que alcanzo a uno de ellos y le encesto la daga en el corazón, el cual le saco con mis manos y lo apuñalo, igual que lo he hecho con los otros. Entonces, me doy cuenta de que este es el mismo que maté en un inicio, y es por esto que no ha dado batalla."¿Te diste cuenta de que el que acabas de matar es el primero que aniquilaste?", me indica Ana, quien se ha percatado de lo mismo, "¿y que, además, se ha formado con el grupo en donde se encontraba el más grandote?", me señala, algo que no había notado."Quizá
~~~Levy.No sé cuánto tiempo este monstruo seguirá siguiéndome la corriente, que note que lo estoy distrayendo hasta que se dé cuenta de lo que está haciendo Ana, así que seguiré retrasando todo lo que pueda, en tanto que ella está sacando las piedras de su bolsillo, las cuales va colocando en la puerta de una manera extraña, así que me preocupo por taparla de la vista del grandulón para que no se dé cuenta.Pero algo grave comienza a pasar, cuando ella coloca las manos en esa miserable puerta para posicionar las rocas lunares, lo cual me preocupa y mucho. Porque está tratando de envolverla con sus lazos negros.~~~Ana."¡Tienes que intentarlo, Ana, resiste, por favor!", me pide Ateba y yo trato de hacerlo como puedo, poniendo las piedras en los puntos que me indica, mientras las lenguas de bruma negra me queman la piel, "apresúrate, para que pueda desplegar mi poder", me ruega nuevamente, al tiempo que Levy intenta esconderme.―Intenté hacer de ti una mejor persona de cómo te enco
~~~Levy.La embestida que acabo de recibir por parte de uno de los monstruos me deja aturdido en el suelo, sin embargo, me digo a mí mismo que no tengo tiempo que perder, puesto a que no estamos seguros si todo lo que Ana y Ateba han hecho está funcionando. Entonces, me pongo en pie, y, justo cuando pienso tener una lucha cuerpo a cuerpo con esta copia barata del monstruo más grande, noto cómo chilla de dolor, yéndose hacia atrás, tratándose de quitar algo de la espalda.Se trata de Ana, quien está arañándole la espalda con sus garras, tan adentro, que creo que le ha perforado un pulmón, a pesar de que su cuero es muy grueso, el cual, comienza a cerrarse casi de inmediato, envuelto en su bruma negra.Es cuando aprovecho su distracción para arremeter en contra de su pecho, el cual está libre para que yo lo apuñale, desgarrándolo por completo, hasta alcanzar su corazón, el cual apuñalo de inmediato, dejando al resto de su cuerpo caer lívido en el suelo.―Pero ¿qué está pasando? ―se esc
~~~Ana.Entonces, y como la respuesta a todas sus preocupaciones, la bruma va directo a los lazos en la puerta, iluminándolos en todo su esplendor, refulgiendo por encima del poder rojizo de Aradia, el cual parece desvanecerse, sin embargo y como si tuviera mente propia, van reuniéndose, en un punto donde se encuentra con la bruma negra, la cual se materializa en el monstruo del círculo de Caronte, y poco a poco, este lo va absorbiendo, haciendo que lo rojizo se ennegrezca completamente, mientras él se ríe a carcajadas.― ¡Todo su poder me pertenece! ―se burla de nosotros, como si ya no nos hubiéramos dado cuenta―y el de ustedes pronto será mío, en cuanto ustedes me lo entreguen voluntariamente―asegura, y es cuando me doy cuenta de algo."El poder de Aradia no fue entregado voluntariamente, sino a la fuerza", le recuerdo a Levy, quien asienta con la cabeza sigilosamente, al tiempo que se ponen enfrente de mí, tratando de protegerme."Sin embargo, no sabríamos cómo esto nos serviría,
~~~Ana.Me despierto con una sensación de gozo en mi pecho y cuando veo a mi alrededor, me siento mareada, porque el abismo está totalmente en caos, transformándose de un profundo hoyo en mundo en un lugar lleno de luz, en donde lo que antes eran escombros, ahora parece un gran palacio que resplandece, el cual asumo que es la primera casa de la manada, en donde residía el rey alfa con su Luna, Artemisia.Y repentinamente, veo un resplandor mucho más grande en el cielo, como si estuviera suspendido en el aire con una forma de mujer que reconozco enseguida, puesto a que es igual a la visión que tuve tiempo atrás, cuando supe cuál debía ser mi misión y el compromiso que tuve con ella de no flaquear, hasta cumplir con mi cometido, uno que aún no completo, pero que parece que está más cerca del final.Es la Diosa Luna, la cual parece más fuerte ahora que el monstruo de Caronte se ha encargado de remover todos los remanentes del poder de Aradia de este lugar que alguna vez se vio como está